Los apologistas griegos del siglo II defendieron el cristianismo frente a las falsas acusaciones de los paganos y judíos, tratando de mostrar la verdad de la fe cristiana. Algunos de los principales apologistas fueron Justino Mártir, que escribió un Diálogo con el judío Trifón, Atenágoras de Atenas, que escribió una Súplica en favor de los cristianos, y el autor anónimo del Discurso a Diogneto, que contrastó el cristianismo con el judaísmo y el pagan
1. APOLOGETAS GRIEGOS
Se reconocen como
“apologistas griegos” a los
primeros autores cristianos de
la segunda mitad del siglo II.
La polémica judía sobre la fe,
tenía un doble objetivo: 1-
Deslindar el cristianismo del
judaísmo, lo que lleva al
reconocimiento de Jesús como
Mesías y la interpretación del
A.T como anuncio, que tendrá
su plena realización en el N.T.
2- convertir a los judíos.
2. APOLOGETAS GRIEGOS
“Amaos los unos a los otros
como yo os he amado”
La tarea
los apologistas su
tarea darle solución a
falsas acusaciones,
tratando mostrar su
engaño y señalar la
verdad de fe y de vida
cristiana.
3. CUADRATO
En los años 123 ó 124, presentó en Atenas
una apología al emperador Adriano (117-
138) que se ha perdido. Un fragmento se
conserva en Eusebio: se habla en ella de
los testigos de la obra de Cristo y de
aquellos que el Señor había sanado y
resucitado y que aun vivían.
4. ARÍSTIDES DE ATENAS
Por los mismos años 123 ó 124 filósofo, también
dirigió una apología a Adriano. El autor dice que
llegó al conocimiento de Dios por la necesidad de
explicarse el orden del universo; expone los errores
de bárbaros, griegos y judíos, en contraste con la
verdad de los cristianos, el concepto de Dios eterno
y increado y la elevación de la pureza de
costumbres de los cristianos.
“Los cristianos son los que, entre todas las naciones
de la tierra, han hallado la verdad, pues conocen a
Dios creador y artífice del universo en su Hijo
Unigénito y en el Espíritu Santo, y no adoran a otro
Dios fuera de éste…”
5. ARISTÓN DE PELLA
En tiempos del emperador
Antonino Pío (138-161). Hacia el
140 escribió la primera apología
contra los judíos, titulada
Discusión entre Jasón y Papisco,
sobre la persona de Cristo.
6. SAN JUSTINO MÁRTIR
Justino nació en Palestina, en la antigua
Siquem, de padres paganos. Él mismo nos
cuenta su itinerario espiritual en busca de la
verdad, y cómo acudió a diversos maestros de
diferentes escuelas filosóficas, hasta que
encontró el cristianismo. Fue denunciado como
cristiano y murió mártir, probablemente en el año
165.
El Diálogo con Trifón es el más importante de
estos escritos apologéticos.
7. Diálogo con Trifón
Ahora bien, si tú también te
preocupas algo de ti mismo y aspiras
a tu salvación y tienes confianza en
Dios, como a hombre que no es ajeno
a estas cosas, te es posible alcanzar
la felicidad, reconociendo a Cristo e
iniciándote en sus misterios”.
8. TACIANO EL SIRIO
Nacido de una familia pagana y en Siria, se convirtió en
Roma, donde acudió a la escuela de Justino; como su
maestro, había llegado al cristianismo después de una
larga búsqueda de la verdad entre los filósofos. Pero a
diferencia de Justino, Taciano rechaza la filosofía de los
griegos, su cultura y sus costumbres.
Discurso contra los griegos, una apología que, más
que una defensa frente a los paganos, es un ataque
sarcástico y desmesurado contra lo griego, al que
añade algunos puntos de la religión cristiana: Dios, el
Logos, el pecado original, los demonios y su actividad,
la posibilidad de que el hombre se haga inmortal si sabe
rechazar completamente la materia, el misterio de la
encarnación, la conducta de los cristianos…
9. MILCÍADES
Nacido en Asia Menor y discípulo de
Justino, y de APOLINAR, obispo de
Hierápolis, no se conservan las
apologías. Según las teorías defendió
los principios cristianos.
10. ATENÁGORAS DE ATENAS
Contemporáneo de Taciano, se conserva una
Súplica en favor de los cristianos, escrita hacia el
177 y dirigida a Marco Aurelio; en ella refuta las
acusaciones acostumbradas: los cristianos no son
ateos, sino monoteístas; no son caníbales, pues
aborrecen el asesinato, respetan la vida del más
pequeño; tienen en gran aprecio a la castidad.
11. Atenágoras
Trata de demostrar filosóficamente que sólo puede
haber un Dios. Explica la divinidad del Logos; habla
de la Trinidad, aunque usa el término «emanación»
al referirse al Espíritu Santo. Habla de la existencia
de los ángeles. Al explicar cómo los cristianos han
recibido la doctrina que profesan, contrapone la
inseguridad de las enseñanzas de los filósofos con
la certeza de la revelación hecha por Dios a unos
hombres elegidos.
12. TEÓFILO DE ANTIOQUÍA
Según Eusebio de Cesarea, fue el sexto obispo de aquella
sede, de padres paganos, cercanos al Éufrates y a Persia.
Recibió una educación helenística. Se convirtió al estudiar
las Escrituras.
De sus obras quedan sólo los tres libros. A Autólico,
un amigo frente al que defiende el cristianismo, escritos
poco después del 180. En ellos trata del Dios
verdadero y de la idolatría, contrasta las enseñanzas
de los profetas con las fábulas griegas, y describe la
superioridad del comportamiento moral de los
cristianos, refutando de paso las famosas calumnias.
Piensa que la inmortalidad del alma no es natural, sino
un premio por la obediencia a Dios.
13. MELITÓN DE SARDES
Obispo de esta ciudad, en Lidia, escribió
hacia el 170 una apología destinada a Marco
Aurelio. De esta apología hay un fragmento:
donde subraya que desde la aparición del
cristianismo las cosas han sido mejor para el
Imperio. Y sólo hay una Homilía sobre la
pasión del Señor; en ella domina la idea de
la preexistencia de Cristo, que se encarnó en
la Virgen para rescatar al hombre del
pecado, de la muerte y del demonio.
14. Discurso a Diogneto
los judíos están equivocados, pues aunque adoran al Dios
verdadero, lo hacen con ritos innecesarios y ridículos, a los
que conceden gran importancia. Los cristianos en cambio,
que viven en este mismo mundo sin huir de él, que usan el
mismo vestido y la misma lengua y viven en las mismas
ciudades, están en el mundo como si no fueran de él; son
como el alma del mundo, aborrecidos por éste y sin
embargo dándole vida. Sus convicciones son tan firmes
que no vacilan en dar la vida para no abandonarlas; pues
no se han inventado su doctrina, sino que la han recibido
de Dios, que se ha manifestado últimamente, enviando a
su Hijo amado para que nos revelara lo que desde un
principio tenía preparado para nosotros; además, el Hijo
de Dios nos ha librado de nuestra culpa sufriendo por
nuestros pecados. Exhorta después a Diogneto a conocer
a Dios Padre y a amarle a Él y al prójimo para que,
viviendo en la tierra, pueda contemplar al Dios del cielo.