El arte cinético es una corriente artística en la que las obras tienen movimiento o parecen tenerlo. Sus primeras manifestaciones se dieron en los años 1910 con el futurismo y las obras de Marcel Duchamp. Más adelante, Alexander Calder inventó el móvil, una escultura formada por alambre y piezas de metal que se mueven. El arte cinético busca integrar la obra y el espectador a través de recursos como el viento, el agua o motores que crean movimiento.