La madre de Luca notó signos de autismo cuando él tenía 18 meses. A pesar de la insistencia de su pediatra de que se debía a problemas de audición, su instinto le dijo que había algo más, por lo que buscó una segunda opinión. Luca recibió un diagnóstico de autismo a los 22 meses. La madre se informó extensamente y puso a Luca en terapias que lo ayudaron a progresar, como ahora asistir a una clase regular en quinto grado. Ella fundó una organización para apoyar a otras familias y promover diagnó