El Estatuto del Consumidor establece la responsabilidad solidaria entre productores y expendedores por la calidad de los bienes y servicios, la obligación de ofrecer garantías de al menos un año para productos duraderos, y reglas de responsabilidad especial para productos defectuosos como la responsabilidad objetiva y la inversión de la carga de la prueba a favor del consumidor. Además, establece protecciones para los consumidores en contratos de adhesión, publicidad, comercio electrónico y sistemas de financiación.