Este documento destaca la importancia de brindar atención humana a los pacientes de urgencias, no solo tratamiento científico. Recomienda que los profesionales de la salud, especialmente enfermeras, muestren cariño y compasión hacia los pacientes. También enfatiza la necesidad de humanizar la relación entre los profesionales y pacientes mediante la benevolencia, beneficencia y confidencias para establecer tratamientos que beneficien al paciente.