Las infecciones intestinales por parásitos se producen por la ingestión de quistes, huevos o larvas de parásitos. Afectan a entre el 20-50% de la población mundial, especialmente a niños. Los parásitos viven en el interior o exterior del cuerpo y se transmiten principalmente a través de alimentos o agua contaminados. Los síntomas incluyen dolor abdominal, diarrea y pérdida de peso. El diagnóstico y tratamiento temprano son importantes para prevenir complicaciones.