El autor critica el deterioro del uso correcto del español y la tendencia de algunos hablantes a señalar como errores los usos correctos. Explica que el uso de "lo" en expresiones como "se lo leyó" para referirse a personas es totalmente correcto aunque otros usen "le", y que un periodista lo acusó erróneamente de "loísmo". Finalmente, lamenta que sea necesario recordar las reglas gramaticales sobre el uso de pronombres para complementos directos como "lo" y "la".