todo ser humano está influenciado por unos rasgos genéticos que se trasmite a través de los cromosomas y por unos factores ambientales que envuelve estos genes. Esto significa que el ambiente y la herencia van cabalgando cogidas de las manos. Ya que parte del efecto genético se debe en realidad a su impacto indirecto sobre variaciones en la exposición a riesgos ambientales y que algunos de los efectos que parecen ser enteramente ambientales están, en realidad, mediados parcialmente por los genes. Entonces el comportamiento se encuentra determinado por la combinación de ambos factores.