Los granos de café solo se cosechan cuando alcanzan la madurez completa y son de color rojo o amarillo, ya que los verdes afectan el sabor. Luego, los granos se despulpan a mano y se lavan para eliminar restos de piel y azúcares. Después se secan al sol para reducir la humedad y luego se empacan, se retira la cáscara y se tuestan para darles aroma y sabor.