Este documento propone el desarrollo de un programa de salud comportamental y bienestar animal en una clínica veterinaria. El programa incluiría la promoción de la salud mental y el bienestar animal, la prevención de enfermedades comportamentales, la intervención psicológica y farmacológica, la rehabilitación psiquiátrica y la medicina paliativa. El objetivo es mejorar la salud física y mental de las mascotas, satisfacer las necesidades de los propietarios y pacientes, y promover una cultura de tenencia
2. UN PROGRAMA DE SALUD
En general un programa de salud tendría como propósito fundamental
promover la salud, prevenir la enfermedad, intervenir si esta se presenta
para curarla o aliviarla y si quedase una lesión o incapacidad rehabilitar
para recuperar la función; finalmente cuando enfrentemos la incurabilidad
o una fase terminal del proceso, la paliación será requerida.
Revisemos algunos conceptos:
La promoción de la salud consiste en proporcionar a los propietarios y a la
comunidad en general los medios necesarios para mejorar la calidad de vida
de sus animales en términos de salud física, mental y ambiental; así como la
posibilidad de ejercer un mayor control sobre la relación con estos –
educación en salud. (adaptada de la Carta de Ottawa sobre Promoción de la salud – 1986 ).
La prevención como aquellas medidas directas que bloquean la enfermedad,
limitan o impiden el progreso de la misma y que puede ser expresada en
niveles complementarios como:
3. a.- reducir la incidencia identificando las causas y ofreciendo programas de
promoción,
b.- reducir la frecuencia a través de la selección y valoración de los pacientes,
identificando necesidades y problemas, interviniendo crisis y urgencias,
c.- reducir la gravedad de un trastorno y sus incapacidades relacionadas, así
como su impacto en la comunidad.
La intervención requiere de un esquema o planificación de la terapéutica;
sea está médica (fármacos, hormonales, nutracéuticos, no farmacológicos,
etc.), física, quirúrgica, psicológica o ambiental .
La rehabilitación entendida como el restablecimiento o readquisición por
tratamientos apropiados de la forma y función normales de un paciente
enfermo o lesionado hasta la autosuficiencia*.
La paliación relacionada con “paliativo” que significa: proporcionar alivio
pero no cura (sintomático); nos introduce al concepto de “cuidar enfermos
vs curar enfermedades”, en donde la propuesta es la atención integral al
paciente incurable y/o en situación terminal a través del control de sus
síntomas, de la comunicación adecuada y el apoyo emocional.
Por otra parte, la Medicina Paliativa la podemos definir como “el estudio y
manejo de los pacientes con enfermedades activas y en estadios avanzados
para quienes el pronóstico es limitado y la prioridad de los cuidados se
encamina a la calidad de vida” (9) .
A partir de estos conceptos generales y de los determinantes propuestos por
Lalonde (1974) propondremos un programa en salud mental y bienestar animal,
para la clínica de los pequeños animales:
CAMPOS DE LA SALUD ANIMAL
4. Aspectos biológicos, psicológicos y sociales son
factores tan importantes en la medicina humana
como en la veterinaria, máxime cuando esta última
es la medicina de la relación humano – animal –
ambiente. En este orden de ideas los cuadrantes
propuestos en el informe Lalonde nos ofrecen un
marco filosófico general para los cinco aspectos
propuestos en este programa
a.- Promoción de la Salud Mental y del Bienestar
Animal
b.- Prevención de la Enfermedad Comportamental (psicopatología)
c.- Intervención – psicoterapia (TCV-TCC), psicofarmacología y terapias no
farmacológicas
d.- Rehabilitación Psiquiátrica
e.- Medicina de Cuidados Paliativos y Tanatología Veterinaria
5. DESARROLLO CONCEPTUAL DEL PROGRAMA
La promoción de la salud entendida como una forma de hacer y de pensar,
aporta elementos específicos a la manera de investigar y evaluar el proceso
salud -enfermedad mental en los animales; propone una manera de entender
la salud mental y la patología comportamental, de entender cuáles son los
factores o elementos implicados en dichos problemas, su proceso e
intervención.
En la promoción de la salud comportamental, el concepto de salud tiene un
sentido más positivo; es decir, en él se incorpora la percepción subjetiva
(humana y animal) de elementos como el malestar (sufrimiento) y el
bienestar. Aportando una visión en la que la salud comportamental se
entiende como un recurso para la vida del animal y no como la meta final.
Se trata de un proceso de carácter histórico en donde además de los signos
clínicos, síntomas, diagnóstico, tasas de prevalencia e incidencia, factores de
riesgo, etc. Se tenga en cuenta los factores sociales, culturales y
psicoafectivos de cada grupo humano donde viven los animales. No solo es el
aspecto racional y objetivo del diagnóstico y la patología, estamos tratando
elementos relacionales y de percepción de los propietarios y pacientes.
A través de este enfoque se busca mejorar la comprensión de los
determinantes socioambientales de la salud y la patología comportamental,
de la posibilidad de transformar en acción los conocimientos ya existentes;
como el saber común, la experiencia clínica y la investigación científica.
Existen varias razones por las cuales es esencial promover la salud y el
bienestar en la clínica de pequeños animales: es mejor para los animales, es
mejor para los propietarios y es mejor para la clínica. De hecho, la clínica de
pequeños animales está fundamentada sobre la base de la relación: familia –
animal de compañía – médico veterinario.
6. Los programas de salud comportamental y bienestar animal bien diseñados,
podrían entre otras cosas asegurar: (23)
- que todos los pacientes reciban mejores cuidados
- que los clientes enfrenten menos episodios de crisis por la detección
precoz de los problemas comportamentales y sanitarios
- que los pacientes disfruten de una vida más sana y longeva: lo que podría
implicar para el clínico un mayor beneficio expresado en visitas y utilización
de los servicios de la clínica
- que se aprovechen y utilicen de mejor manera el recurso humano y las
instalaciones de la clínica
- que el personal se sienta más orgulloso, comprometido y satisfecho con
su trabajo
- que los propietarios y la comunidad en general incremente sus contactos
educativos con la clínica, por ejemplo: parvularios, clases de socialización
y comunicación animal, control del comportamiento, educación básica y
entrenamiento, control de la reproducción, profilaxis y prevención de
enfermedades infecciosas y parasitarias, bienestar nutricional y salud oral.
A nivel del bienestar animal, nuestros pacientes presentan necesidades de
tipo biológico, psicológico y etológico; por esta razón es imprescindible que
hablemos y discutamos con nuestros clientes sobre estas necesidades y su
posible satisfacción.
Además los médicos veterinarios somos los portavoces de la salud
comportamental y del bienestar, ya que la satisfacción de estas necesidades
va más allá de la provisión de alimento, agua y albergue; incluyen además
aspectos relacionados con el comportamiento y la percepción del animal,
como por ejemplo: movimiento, comportamiento espacial y territorial,
descanso, cuidado corporal (acicalamiento), comportamiento social
(asociativo y jerárquico), reactividad, etc.
Podremos empezar implementando estrategias de valoración del bienestar y
lo podremos lograr a través de la utilización de una simple pero poderosa
herramienta conocida como las “cinco libretades”, las cuales fueron
desarrolladas por el Consejo de Bienestar de Animales de Granja de Gran
Bretaña
7. (FAWC - Farm Animal Welfare Council).
Estas cinco libertades que podemos utilizar como indicadores al momento de
valorar la condición de vida y el estado de un animal, fueron adaptadas a los
animales de compañía de la siguiente manera (algunos conceptos fueron modificados a partir
de AndrewFraser, Newfoundland, Canada, 1991):
- Libre de hambre, sed y malnutrición: los animales deben contar con acceso
al agua y una dieta para mantener la salud y energía (bienestar nutricional);
necesitaríamos conocer sobre la conducta trófica o ingestiva de los carnívoros
domésticos en los que el perro es un generalista y el gato un especialista
(carnívoro estricto); además, evaluar dónde se almacena el alimento, cómo se
administra, dónde, en qué horario, qué cantidad de ración y cuál.
- Libre de incomodidad o disconfort: evitando el estrés ambiental proveyendo
un entorno apropiado, facilitándole suficiente espacio e instalaciones adecuadas
(promover el enriquecimiento ambiental); para esto será muy importante conocer
sobre el comportamiento territorial, la conducta espacial y la forma como el
animal administra sus espacios y su tiempo. Mas que el espacio en sí, lo que
tendremos que evaluar es la complejidad del mismo y la oportunidad que el
animal tiene de utilizarlo biológicamente. Indudablemente poder identificar
aquellos estresores ambientales como los extremos de temperatura, los ruidos, los
olores, la competencia descontrolada entre los animales de la vivienda, el
confinamiento prolongado, la falta de actividad física y social, etc,
- Libre del dolor, heridas, lesiones y de la enfermedad: evitándolo,
diagnosticándolo y tratándolo. Garantizando el “buen estado”, entendido como
la condición del animal que refleja una buena salud y armonía entre él y su
medio.
Identificando e interpretando el comportamiento resultante del dolor propio de
cada especie, como: posturas antiálgicas (ej. genupectoral o mahometana),
inactividad (ej: encogido e hiporreactivo), malestar abdominal (ej: retorcijones,
flexión de su cuerpo estando sentado), inquietud (ej. hiperreactividad e
irritabilidad), posturas rígidas (especialmente de extremidades), vocalización
anormal, hiporexia y anorexia, lamido y mordeduras autoinflinjidas
(generalmente asociada al área afectada), etc.
8. - Libre de miedo, angustia y ansiedad: evitando condiciones que faciliten el
sufrimiento mental del animal (estrés mental).
“Se necesita de un grado elevado de juicio clínico y etológico para la evaluación
cualitativa del sufrimiento animal; ya que la evidencia de sufrimiento clínico es tan
variable y amplia que su evaluación requiere de una vasta experiencia clínica”.
En afecciones asociadas con dolor, angustia y temor, ciertas manifestaciones del
comportamiento son evidencia inequívoca de sufrimiento; entre las
características de sufrimiento clínico se cuentan los signos vitales anormales,
cambios físicos y del comportamiento (Ej.: estereotipias, conductas desplazadas,
compulsiones, fobias, etc.), lesiones patológicas y alteración del humor.
- Libre de expresar su comportamiento natural: relacionado con el
concepto “Telos” desarrollado por Rollin; en la que se plantea a la naturaleza
del animal como una aspecto fundamental en su bienestar; dicho de otra forma, la
mayoría de las especies poseen una naturalidad dada por su genoma
(constitución genética heredada) y que expresada en su comportamiento
(fenotipo) define esta naturaleza.
En este sentido y si deseamos que esta naturaleza pueda ser expresada, existe la
obligación de ofrecer a los animales a nuestro cuidado: estímulos sensoriales y
sociales, condiciones ambientales que permitan una adecuada interacción con el
entorno, con otros seres vivos y con las personas, desarrollar estrategias de
manejo que se adecuen a sus canales de comunicación (permitiendo experiencias
comunicacionales seguras) y ofrecer señales coherentes de comunicación ínter
específica (humano -animal) .
El objetivo final será favorecer su constancia comportamental y estabilidad
emocional, ofreciéndole un ambiente adecuado (espacio y complejidad),
desarrollando procesos de socialización acorde a su especie y nivel de desarrollo.
Modulando instintos y reforzando aprendizajes sociales (autocontrol,
jerarquización, apego y desapego).
En conclusión lo que buscamos es promover el “buen estado” y evitar o
reducir el “sufrimiento innecesario” mediante buenas prácticas clínico-
sanitarias y de bienestar animal.
9. Los Programas de Atención Médica Preventiva son un intento coordinado
por tratar y prevenir la enfermedad, sobre el concepto de “control de
factores de riesgo”, es decir el examen de aquellos factores de enfermedad
que puedan ser controlados o eliminados definitivamente del individuo
cuando aún este se encuentra saludable, reduciendo en consecuencia la
posibilidad de que sean necesarios diagnósticos o tratamientos costosos.
(Hodgkins, 1996)
Un programa preventivo de calidad parte del control del ecosistema de la
mascota y de optimizar la salud del animal mediante programas de
bienestar, que vayan más allá; es decir, que promuevan y protejan el vínculo
familia – mascota -veterinario que son las claves para el éxito del programa y
de la Medicina Veterinaria de pequeñas especies. (adaptado de MartyBecker, DMV)
Los planes tienen en común un fuerte componente de educación a los
propietarios o guardianes del animal, mediante el contacto regular con ellos;
lo que permite reforzar el vínculo con el cliente y mejorar la salud del
paciente animal. El cuidado sanitario preventivo significa una medicina de
mejor calidad y mayores ingresos para la clínica.
Según Caroline Jevring existen cuatro reglas básicas para implementar
programas preventivos efectivos en la clínica veterinaria:
10. 1.- todos en la clínica deben estar de acuerdo sobre el carácter distintivo
detrás de los programas y a su vez sentirse comprometidos con ellos
2.- la educación del cliente es un componente clave (el médico veterinario
como educador promoviendo la cooperación del guardián del animal a corto
plazo y el cambio de actitudes y hábitos al largo plazo)
3.- una buena planificación es esencial para el éxito (definir nuestros
objetivos y su evaluación)
4.- los programas existentes en la clínica deberán actualizarse y mejorarse
antes de incorporar uno nuevo
En este punto se recomienda revisar el anexo No 1 sobre la prevención de los
trastornos del comportamiento del G.E.C.A.F. (Grupo de estudio del
comportamiento de los animales de compañía) de los Médicos Veterinarios Monique
Bourdin, Valérie Dramard, Muriel Rossignol, Claude Béata, Joel Dehasse, Emmanuel
Gaultier, Bernar Heude, Gérard Muller, Patrick Pageat, Thierry Paris y la traducción al
españolde Stephan Meder - MVZ.
“La Medicina Preventiva es el pilar médico y financiero de una consulta de
animales.
El médico veterinario actual, mide el éxito profesional NO por la cantidad de
enfermedades interesantes o por los síndromes diagnosticados y tratados; sino
por el número de pacientes en la clínica que gozan de una buena salud, gracias
a los programas de atención médica preventiva, a los diligentes cuidados y al
manejo de los factores de riesgo por parte del equipo formado por el
guardián del animal y el profesional.”
Adaptado de Jevring, C y Hodgkins, E
En lo referente a la intervención el primer paso es el diagnóstico del
trastorno comportamental, ya que con frecuencia el motivo de la consulta
está relacionado con un comportamiento normal de la especie, que
incomoda o pone en riesgo la seguridad de la comunidad; por ejemplo: el
marcaje urinario en el gato o la agresividad territorial del perro.
11. Por esta razón será importante reconocer algunas de las características de
una conducta patológica:
- genera sufrimiento en el animal; ej: ansiedad, fobia
- es rígida y desestructurada; ej: compulsión
- es desadaptativa; ej: sociopatía
Además del reconocimiento de estas características, será necesario descartar
el componente orgánico de la manifestación conductual, lo que se hará
mediante una exploración física (con énfasis en sistema nervioso, sensorial,
endocrino e inmune) y diversos exámenes paraclínicos (C.H., P.O, Q.S.,
imagenologia, electrodiagnósticos, etc.).
En un esquema general de intervención sugerimos los siguientes pasos:
a.- Modificar el ambiente a través de estrategias de enriquecimiento
ambiental; mediante registros observacionales, de ejecución y de rastro
(conducta espacial, territorial, social) del paciente para identificar el uso y
administración del espacio.
Una vez identificadas sus necesidades y tendencias introducir
enriquecedores y evaluar su impacto en la conducta.
b.- Modificar el manejo a través de estimular procesos, modificar relaciones
(intra e interespecíficas), controlar y modular situaciones (de riesgo),
adecuar espacios y comportamientos (respuestas y actitudes de la familia).
c.- Modificar la conducta a través de enseñar aspectos de comunicación, de
promover la comprensión de los principios del aprendizaje animal, de
facilitar el entendimiento del comportamiento social de las especies y cuando
sea necesario del uso de medicamentos, sean estos farmacológicos o no
farmacológicos.
12. d.- Medicación, que estará supeditada al diagnóstico etiológico y a la
comprensión de la psicopatología del paciente animal; el uso de
psicofármacos, hormonales, feromonales e incluso de medicamentos no
farmacológicos (florales, homeopáticos y fitoterápicos) podrán ser utilizados
por períodos definidos (2-4-6 meses) que incluyen el control sanguíneo de los
metabolitos y la valoración de sus efectos secundarios.
e.- Cirugía representa una modalidad opcional y solo en aquellos casos que
su indicación garantice un gran aporte a la mejoría del cuadro; por ejemplo:
la castración se indicaría especialmente en la agresión intrasexual (entre
machos) y estaría contraindicada en la agresión entre hembras.
Por último en situaciones donde el riesgo sanitario para la comunidad o la
peligrosidad del animal, tornen a la familia o a la comunidad vulnerables o
susceptibles de ataques graves, habría que pensar seriamente en la
posibilidad de la eutanasia.
Cuando la situación clínica indica una lesión muy avanzada o con grave
daño psicológico sería oportuno discutir sobre la posibilidad de la
rehabilitación como un alternativa a la eutanasia.
El punto de partida esencial para comprender este concepto es considerar al
animal en su contexto ecológico; el modo como se comporta será el resultado
13. de la interacción entre sus capacidades biopsicosociales y el ambiente en el
que vive y se desenvuelve.
Con base en esto, los programas de rehabilitación han de estar enfocados a
los objetivos apropiados para cada caso y de acuerdo a cada familia,
basados en la valoración global de la interrelaciones (capacidad de
administrar la conducta por parte de la familia) e influencias ambientales
que determinarán el curso de la rehabilitación.
Esta apreciación ha sido utilizada eficientemente en los casos de
rehabilitación física, en la que con frecuencia se adapta el ambiente físico del
paciente de tal forma que el individuo pueda desarrollar sus actividades de
la mejor forma posible. Pero dado que la rehabilitación psiquiátrica trata la
interacción entre individuo y ambiente, no bastará con la adecuación del
entorno, será necesario revisar permanentemente el “ambiente social” que
es menos estable que el ambiente físico.
En el caso de los seres humanos, cuando las personas adquieren nuevas
habilidades en el transcurso de la rehabilitación, es razonable esperar que
las puedan poner en práctica en las diversas situaciones de su vida
cotidiana; además se espera que la rehabilitación incremente de forma
estable el nivel básico de confianza y reduzca los niveles de respuesta
emocional a cierto tipo de agentes estresores.
Con base en estas ideas, se consideraría que hay un aspecto muy interesante
en los conceptos de rehabilitación psiquiátrica que es adaptable a los
animales de compañía y es la afirmación de que la rehabilitación es una
preparación para la “reubicación”. En este sentido en la literatura
consultada, Kelvin (1974) realizaba una distinción conceptual entre
rehabilitación y reubicación, como la distinción entre posición social
(jerarquía) y papel social (roles que desempeña al interior de la manada
humana). Teniéndose en cuenta que en ocasiones el cambiar al animal de su
entorno socioambiental representan una mejoría considerable
(reubicación).
A nivel práctico, el recordar que la rehabilitación es la recuperación de la
función aunque la lesión persista; cabría preguntarnos en que situaciones
clínicas deberíamos hablar de esta manera? Algunas sugestiones:
14. - mala socialización (efectos persistentes de experiencias primarias)
- secuelas de un evento traumático (transporte, hospitalización, guardería,
peluquería, cirugía, accidente, asalto) que puedan generar un síndrome de
estrés pos traumático
- afecciones físicas que afecten la capacidad cognitiva del animal (síndrome
de disfunción cognitiva del perro viejo)
- lesiones dolorosas, deformantes e incapacitantes que se acompañen de
estados ansiosos, fóbicos y agonistas
Finalizando nuestro programa y al hablar de aspectos como el dolor, el
sufrimiento, la incurabilidad, el estado terminal, el morir, la agonía,
la muerte, la eutanasia y el duelo, entramos en el ámbito de la medicina de
cuidados paliativos y de la tanatología veterinaria.
Para esto será necesario revisar cuáles son nuestras percepciones, registros,
vivencias, experiencias, supuestos y creencias en torno a estos aspectos de
nuestro ejercicio profesional. Preguntarnos cuál es nuestro papel como
médicos veterinarios y como especialistas en un área de la profesión que se
interesa de forma tan directa en la mente animal, en su sufrimiento y en su
bienestar.
Desde esta perspectiva y a partir de la pregunta, considero que nuestra
especialidad tiene mucho que ofrecer a esta área del trabajo médico
veterinario; especialmente cuando un alto porcentaje de animales de
compañía es sacrificado por problemas de comportamiento.
Al explorar la semiología mental de los animales, al investigar y comprender
los mecanismos fisiológicos y psicopatológicos que subyacen detrás de la
salud y enfermedad comportamental. Aportamos de forma directa una
nueva forma de ver al animal y en especial al animal enfermo; a aquel
sentenciado como incurable o aquel en estado terminal.
Especialmente cuando enfrentamos la crisis de la familia, cuando el animal
por su peligrosidad, indocilidad y alteración comportamental es relegado al
15. aislamiento físico o social (afectando gravemente su bienestar); o en el peor
de los casos es abandonado o sacrificado por cansancio y desesperación.
Frente a esta difícil situación la pregunta sería: que opciones podemos
ofrecer para no llegar a decisiones finales?, cómo ofrecer alivio cuando no
hay nada más que hacer? Cómo evitar caer en el encarnizamiento
terapéutico y en las medidas heroicas que aumenta el sufrimiento y los
costos?
Considero que las opciones están en nuestras manos, y no solo en el sentido
operativo sino especialmente en el sentido filosófico y actitudinal; aquella
disposición que nos permitirá implementar programas como el planteado en
este artículo; una disposición que promueva la construcción de una cultura
de la TENENCIA RESPONSABLE DE MASCOTAS, una disposición que
favorezca la educación de las futuros propietarios de mascotas.
Opciones como:
- favorecer los cursos de etología en las universidades (pre y posgrado)
- facilitar cursos de etología y bienestar animal al personal de la clínica
- promover la consulta pre – selección en los potenciales propietarios de
mascotas (escogerla mascota correcta para la familia correcta)
- implementar servicios comportamentales en las clínicas de pequeños
animales, que incluyan programas como el propuesto
- establecer programas educativos hacia el propietario del animal,
aprovechando las diferentes visitas que el hace a la clínica: durante los
chequeos regulares, las vacunaciones y las vermifugaciones
- insistir en la socialización adecuada de los animales jóvenes y en las clases
de educación
- dar a conocer la legislación relacionada existente en cada región (tenencia
responsable, protección animal, salud pública, etc.)
Como reflexión final; el reconocer que una práctica veterinaria exitosa no es
necesariamente la misma en cada región o país, que indudablemente el
16. aspecto económico es un factor importante pero no excluyente para la
implementación de programas como el sugerido; más bien, la presencia de
un marco filosófico de acción que promueva el vínculo humano – animal -
ambiente, que reconozca las necesidades de todos y que facilite el bienestar
de los animales y de la personas será posiblemente el mejor camino a
escoger.
nacmvb
17. BIBLIOGRAFIA y LECTURAS RECOMENDADAS
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21.
22. Anexo 1
LA PREVENCIÓN DE LOS TRASTORNOS DEL
COMPORTAMIENTO
G.E.C.A.F.
(Grupo de estudio del comportamiento de los animales de compañía)
Monique Bourdin, Valérie Dramard, Muriel Rossignol, Claude Béata, Joel
Dehasse, Emmanuel Gaultier, Bernar Heude, Gérard Muller, Patrick Pageat, Thierry Paris.
TTrraadduucccciióónn: Stephan Meder - MVZ
Existen numerosas afecciones comportamentales que presentan en sus diversos síntomas
comportamientos de agresión, de miedo, de ansiedad, de estereotipias… Estos diferentes
trastornos del comportamiento pueden tener su nacimiento en las diversas etapas del
desarrollo comportamental del perro, es decir de su desarrollo in útero hasta su inserción
jerárquica en su familia adoptiva.
Sin embargo otras fuentes de comportamientos patológicos en relación con nuestra
práctica diaria de la medicina veterinaria son susceptibles de ser encontradas. En efecto,
algunos dolores en el animal, así como diversas moléculas comúnmente empleadas
durante el ejercicio profesional pueden desencadenar comportamientos agresivos.
El papel del clínico en materia de prevención de los trastornos del comportamiento se
posiciona a varios niveles en la vida del animal: antes del nacimiento del cachorro, en
períodos neonatales, de transición y de socialización, es decir en primer lugar con el
criador o el propietario de la camada y con su nuevo propietario.
Por esta razón hemos escogido presentar este expuesto en función de la acción del
clínico con el criador y después con el propietario tomando en cuenta el desarrollo
comportamental del animal. Una pequeña parte será dedicada a la gestión del dolor así
como a la aproximación del perro por el clínico durante la consulta para la prevención de
algunos comportamientos indeseables.
En nuestro ejercicio diario, somos muy a menudo solicitados por nuestros clientes para
saber si una raza de perros es más mala que otra o más miedosa que otra. Sin embargo,
nos encontramos con frecuencia frente a una pared debido a las creencias de los
criadores y los clubes de Razas, sin hablar de algunas lecturas, que perennizan
numerosas fábulas de las cuales podemos citar algunos ejemplos para batanearse: el
perro pastor alemán en general es un perro que muerde los tobillos ya que reúne al hato,
un perro que ha mordido volverá a morder ya que ha adquirido placer por la sangre…
Parece entonces importante volver a poner orden en relación a estas diversas creencias y
no pegar una etiqueta “gentil” sobre tal raza canina o una etiqueta “mala” sobre tal otra,
pero recordemos simplemente que algunas razas parecen más predispuestas que otras a
23. presentar trastornos del comportamiento. En efecto, los individuos que pertenecen a
razas con predisposición distímica tienen más probabilidad de ser agresivos que otros:
recordemos algunos ejemplos como el Cocker o el Bull Terrier. Sucede igual con las
razas de perro seleccionadas sobre un carácter dado como la impulsividad en el Pastor
Belga o sobre la agresividad en el Pit Bull.
PREVENCIÓN DE LA AGRESIVIDAD CON EL CRIADOR
Es importante recordar que gran parte de la patología comportamental con
predisposición racial no es dependiente de la genética pero de condiciones de
crianza. Por esta razón, el conocimiento del desarrollo comportamental nos impone
algunas condiciones de crianza con el objeto de evitar la aparición de trastornos
comportamentales cuyo origen se encuentra antes incluso del nacimiento del perro o que
se inician durante su estancia en el criadero. Se trata principalmente de afecciones que
resultan de trastornos de la homeostasis sensorial, de defecto de adquisición de auto-
controles y de trastornos del desarrollo de conductas sociales. Estas afecciones
comportamentales al nacer muy temprano en la vida del animal se revelan
extremadamente discapacitantes para la vida futura del animal
(¡así como la de sus amos!).
Recordatorio de diferentes entidades nosológicas que nacen durante la
pequeña infancia
Los trastornos de la homeostasia sensorial reúne a dos principales entidades clínicas; el
síndrome HS-HA y el síndrome de privación. Los perros que padecen estas afecciones
no potencialmente son grandes agresivos pero pueden presentar actitudes consideradas
como agresiones. Para el síndrome HA-HA, las mordidas infligidas durante el juego
pueden ser graves ya que la mordida inhibida no está adquirida; igualmente, en el
síndrome de privación esencialmente al estadio 1 en ocasiones estadio 2 las crisis de
pánico pueden engendrar agresiones por miedo.
En lo que concierne a los trastornos del desarrollo de las conductas sociales retendremos
la Dissocialización primaria, afección muy común que produce grandes agresivos y la
depresión de desapego precoz.
Algunos trastornos de ansiedad de la infancia, como las estereotipias obligadas, podrán
evolucionar hacia un estado de ansiedad ver depresivo.
El importante número de afecciones comportamentales que presentan un carácter
discapacitante para la vida en comunidad nos hace presentir el papel esencial que el
clínico puede llegar a jugar en el seno de un criadero como consejero sobre el buen
desarrollo de las gestaciones, parto y cría de los cachorros.
24. Acciones del clínico con el criador
Evaluación del estado comportamental de la perra en la reproducción
Diversas experiencias han mostrado que algunos estímulos sensoriales eran percibidos
por los embriones y podían inducir diversas características reaccionales y en particular
emocionales. Existe así sin duda intercambios de información entre la madre y los fetos
y en particular una resonancia a los efectos de estrés.
No se aconseja en consecuencia validar a una perra hacia la reproducción cuando
presenta trastornos comportamentales susceptibles de inducir un estado de estrés en los
fetos o una incapacidad para criar correctamente a sus cachorros. Se prefiere así eliminar
de la reproducción a los individuos más agresivos o los más miedosos.
El veterinario consejero de la crianza no tiene solamente un papel sanitario y deberá ser
capaz en consecuencia de evaluar la aptitud de la camada para la reproducción.
De manera general, no haremos criar a una madre incapaz de apegarse a sus pequeños o
de educarlos correctamente (síndrome de privación, impronta heteroespecífica,HSHA).
En caso de constatación de una deficiencia de la madre, trataremos de compensarla por
una manipulación adaptada de los cachorros.
Ref. La tabla con las señales de llamada
Hay que remarcar el gran paso hacia adelante realizado por la Sociedad Central Canina
desde hace algún tiempo: ha introducido caracteres no comportamentales en sus criterios
de no confirmación:. Los términos (“temerosos”, “malo”, “carácter falto de equilibrio”)
atestiguan una apreciación somera del comportamiento canino. Toda vez se trata de un
procedimiento interesante ya que hasta entonces se seleccionaba únicamente sobre
criterios estéticos. Esto concierne a las razas: San Bernardo, Sloughi, Bruno del Jura,
Dalmata, Lebreles, Shetland, Beuaceron, Griffon, Nivernais, Rotweiller, Bullmastiff,
Cavalier King Charles y las razas nórdicas.
Evitar los trastornos de la homeostasia sensorial
1. Conducta de la gestación
25. Experimentos llevados a cabo en medicina humana y en medicina veterinaria (en
particular por nuestro colega Patrick Pageat) han probado que existía una competencia
táctil precoz en los embriones con efecto costumbre. Parece lógico en consecuencia
pensar que esta costumbre táctil pueda permitir reducir los futuros umbrales de
sensibilidad táctil.
Así, la manipulación de las hembras gestantes, en particular el hecho de acariciar el
abdomen provocando ligera presión, regularmente y a todo lo largo del desarrollo de la
gestación, es de aconsejar con el objeto de aumentar la tolerancia futura de los cachorros
a las manipulaciones.
También, el medio ambiente de la futura madre debe en la medida de lo posible ser
estable; será bueno evitar cualquier situación susceptible de engendrar un estado de
estrés emocional demasiado importante que repercutiría negativamente sobre el
desarrollo comportamental del feto, por intermedio de la ACTH.
2. Necesidad de estímulos sensoriales durante el desarrollo
El desarrollo neurológico del cachorro esta bajo la influencia de dos factores principales:
el crecimiento del sistema nervioso genéticamente programado por una parte y las
interacciones con el medio ambiente por otra. Según la teoría de la estabilización
selectiva de Changeux, la producción de conexiones inter-neuronales durante este
período neonatal es muy importante, pero únicamente las que habrán sido estimuladas
persistirán. En efecto, la futura neurona presináptica, al liberar el neurotransmisor
emitido por el estímulo, induce la diferenciación de la meseta pos-sináptica y la
aparición de enzimas del catabolismo. Esta sinapsis acaba siendo entonces funcional por
efecto retroactivo.
Concretamente, se trata de proponer a los jóvenes cachorros un medio ambiente rico en
estímulos diversos y variados y esto principalmente al iniciar el período sensible. Criar
en el campo ofrece menos estímulos que los de la ciudad y el esfuerzo debe ser entonces
más importante. No hay porque dudar en sugerir recrear un medio ambiente ruidoso
(klaxon de carro, maquina de cortar césped, tractores…) como variado (personas
distintas: adultos masculinos y femeninos, niños, personas de edad que alimentan y
manipulan a los cachorros) con el objeto de que adquieran un estado de homeostasia
sensorial. Todos los sentidos: la vista, el oído, el olfato, el tacto e incluso el gusto deben
ser solicitados con regularidad y de una manera tan variada como posible.
3. Incitar a vacunar los cachorros muy tempranamente
26. Desde la sexta semana una primera vacuna es factible de realizar con los productos que
disponemos actualmente, y permitirá a los criadores o futuros propietarios sacar a su
cachorro muy pronto en diferentes y variados lugares, medios enriquecedores y
particularmente en ciudad, sin el temor a algunas enfermedades.
Evitar los trastornos del desarrollo de conductas sociales
Dejar a la madre y los cachorros juntos lo más tarde posible.
La presencia de la madre y de otros cachorros durante los períodos de transición y de
socialización permite la impronta que es de hecho un aprendizaje indeleble de la especie
a la cual pertenecen. La ausencia de perro en el medio de desarrollo de este período,
conlleva en la edad adulta entonces a perturbaciones de orden sexual y social.
El conocimiento del período de socialización del desarrollo comportamental permite
entonces comprender la importancia de dejar a la madre con los cachorros (parece
entonces indispensable tratar de eliminar los criaderos de cachorros en batería).
La madre posee además un papel modulador de los juegos sociales de los cachorros ya
que interrumpe regularmente las actividades de juego obligando a los cachorros
quedarse inmóvil. El defecto de adquisición de auto-controles es muy dañino para los
cachorros quiénes no podrán por una parte comunicar con sus congéneres y por otra no
podrán hacer parte de una familia-jauría.
Esta presencia materna es entonces de desear hasta la edad de por lo menos 2 meses.
Es por otra parte muy a menudo a esta edad que los cachorros serán vendidos a sus
nuevos propietarios, el destete terminado. Es en este momento cuando el veterinario
puede entonces posicionarse como consejero para la buena inserción del cachorro en la
familia ya que la prevención de las enfermedades infecciosas requiere en muchas
ocasiones de dos visitas vacunales.
LA PREVENCIÓN DE LOS TRASTORNOS DEL COMPORTAMIENTO
HACIA LOS FUTUROS DUEÑOS
Como lo hemos podido constatar, buenas condiciones durante la cría son indispensables
para que el desarrollo comportamental del cachorro sea el mejor posible. Podemos así
limitar la aparición de algunos trastornos comportamentales que nacen al iniciar la vida
del animal. Pero otras afecciones comportamentales pueden aparecer posteriormente en
la adolescencia y la edad adulta. No trataremos aquí las afecciones ligadas al
envejecimiento (ej.: hiperagresividad del perro viejo o depresión de involución) ya que
su prevención parece aún difícil.
27. Es en consecuencia a nivel del propietario que el clínico tendrá un papel muy importante
que desempeñar en cuanto a la prevención de la aparición de estas afecciones
comportamentales. Se trata principalmente de trastornos de conductas sociales, de
trastornos de ansiedad y tímicos. No tomaremos en cuenta los trastornos que resultan de
la evolución de afecciones comportamentales contraídas durante la infancia con el
criador ya que lo hemos tratado en la primera parte. En cambio, es útil aconsejar a los
futuros propietarios sobre el lugar de adquisición de su futuro animal: prohibir en
definitiva algunas tiendas o criaderos en batería (recordemos que la patología
comportamental es un problema constante de las tiendas de mascotas sin hablar de
las diferentes enfermedades contagiosas que reinan en campeonas en este tipo de
establecimientos). La prudencia es de regla frente a algunos criaderos. La adquisición de
un animal en una familia parece preferirse.
Recordatorio de las distintas entidades nosológicas que inician en la
adolescencia o en edad adulta.
Los trastornos de las conductas sociales reúne 2 entidades clínicas principales : los
trastornos de la comunicación con la ansiedad de desritualización y los trastornos
jerárquicos con la sociopatía hombre-perro. En la primera afección, el animal puede
presentar agresiones por irritación y por miedo mientras que en la segunda, hay
presencia simultánea de agresiones por irritación, territorial y jerárquica. En los
trastornos de la ansiedad, hemos podido identificar agresiones por miedo en crisis de
pánico en las fobias, o manifestaciones diversas de agresividad en los estados de
ansiedad debidos a la evolución de las fobias o de situaciones ambivalentes. Algunas
agresiones por irritación son susceptibles de ser encontradas en las fases productivas de
las distimias bipolares.
Acciones del clínico hacia el propietario
El veterinario podrá prevenir los trastornos del comportamiento en el perro actuando
desde las primeras consultas. En efecto la prevención de las enfermedades infecciosas
requiere muy a menudo de dos visitas del cachorro con el veterinario cuando este es
adquirido. Gracias a estas dos visitas, el clínico podrá dispensar los consejos necesarios
para la buena realización de la inserción del cachorro en la familia. Estos consejos
tendrán por objetivo reducir la probabilidad de aparición de trastornos de conductas
sociales pero también de trastornos de la homeostasia sensorial así como los que están
ligados al defecto de adquisición de los auto-controles. En efecto el estado de
homeostasia sensorial requiere de un consulta posterior y el clínico debe a nivel del
propietario guardar un rol de consejero en cuanto a la adquisición del “banco de datos”
necesario para la elaboración del umbral de estimulación.
Con el objeto de que los consejos dispensados no sean vagas palabras escuchadas por el
propietario sin ninguna consecuencia sobre la educación que puede darle a su perro, nos
hemos dado cuenta que era indispensable fijarse un planning de acción. El rigor es de
28. regla con el objeto de evitar ahogar al nuevo propietario en un flujo de palabras desde la
primera consulta sin tener nada que decirle en la segunda consulta vacunal, cuando que
no ha retenido nada de lo que nos hemos esforzado en explicarle.
Por esta razón hemos elaborado un planning que hemos intitulado “Programa de
Socialización” ya que se basa sobre el desarrollo comportamental del cachorro. Este
último es presentado por lo general a los dos meses para su primera visita vacunal y a los
tres meses para la segunda. Sin embargo, existe una fuerte correlación entre estos datos
de vacunación del cachorros y los períodos críticos del desarrollo comportamental del
animal. Por esta razón hemos elegido sugerir un plan de prevención en las consultas
vacunales.
Pero a la vista del desarrollo comportamental y de la clínica, nos ha parecido lógico
introducir un tercer tiempo para la intervención: una consulta a la pubertad.
Con el objeto de ayudar al clínico, hemos elaborado un sistema de fichas, que permiten
obtener un soporte escrito simple y conciso lo que es aconsejado para los propietarios.
LA PRIMERA CONSULTA VACUNAL
El clínico trabaja con los propietarios para un fin preciso: alcanzar un cierto número de
objetivos para la próxima visita vacunal; estos objetivos siendo elegidos en función del
nivel de desarrollo comportamental del cachorro y de los imperativos impuestos por la
vida en una familia humana.
Así, en la primera consulta vacunal, tres objetivos son fijados:
- el control del desarrollo sicomotor
- la adquisición de la limpieza
- la socialización con otras especies
El control del desarrollo psicomotor
Antes de entrar en materia con propietarios novatos en educación canina, es en
ocasiones necesario recordar brevemente como podemos comunicar con el animal
insistiendo sobre lo que representa realmente un castigo o una recompensa en sentido
canino. Parece tan importante depurar lo verdadero de lo falso por las múltiples
creencias que reinan alrededor del perro (es el ejemplo entre otro de la mano que no
puede corregir pero solo acariciar).
29. Como le hemos señalado con anterioridad, la constitución del banco de datos con la
finalidad de crear un estado de homeostasia sensorial satisfactorio requiere de una
consulta posterior. Por ello es indispensable para el nuevo propietario, pasear a este
cachorro en todos los medios ricos en estímulos diversos donde es susceptible de ir más
tarde (campo, ciudad, mercados, etc.). Estas salidas debe ser efectuadas lo más pronto
posible sin esperar que el protocolo vacunal esté terminado. En efecto, esto implicaría
que el cachorro esté encerrado hasta la edad de 4-5 meses, lo cual, sobre el plano
comportamental representa una herejía.
Pero la homeostasia sensorial no puede realizarse plenamente sin la adquisición de una
regulación motora. Esta es ya realizada por la madre quién modera la agresividad de los
cachorros pero este trabajo debe ser sostenido por los nuevos propietarios.
Se aconseja no tolerar:
- los juegos de jalar la ropa que trae uno o tejidos
- los juegos de tracción reciproco sin control de la excitación del perro
- los mordiscos de las manos o de cualquier otra parte del cuerpo.
Pero el juego sigue siendo un suceso importante para el desarrollo del cachorro y es
deseable que el amo reproduzca el comportamiento moderador de la madre corrigiendo
al cachorro cuando la mordida es dolorosa.
Si este aprendizaje no se establece por parte de los nuevos propietarios, esto puede
conllevar a :
- una posición inadecuada en la jerarquía del cachorro generadora de trastornos sociales
a futuro y en consecuencia generadora de la agresividad
- una ausencia de control de la intensidad de la mordida y el riesgo a futuro de mordidas
intensas, en interacciones jerárquicas por ejemplo. Además, no serán fácilmente
inhibidas por las posturas de sumisión del adversario; este adversario puede ser un
individuo de la misma especie o el amo.
Es relativamente fácil detectar este defecto de adquisición de los auto-controles en la
consulta ya que los propietarios de este género de perros tienen generalmente los brazos
o las manos cubiertos de marcas. Es en ocasiones difícil entonces hacerles entender la
importancia de este fenómeno ya que las mordidas no son aún demasiado dolorosas,
pero este aprendizaje es una de las metas que el propietario deberá imperativamente
alcanzar en la segunda vacunación si desea anudar una relación afectiva agradable con
su compañero.
30. La socialización interespecífica
Sabemos que la socialización interespecífica es un fenómeno espontáneo hasta las 12
semanas en promedio. Pero, al no poder generalizarse a todos los individuos de una
especie dada (para el caso presente, a la especie humana), es necesario presentar al joven
animal todos los tipos de personas que podrá encontrar a lo largo de su vida. Por ello los
mercados, las estaciones de trenes o camiones y los centros de reunión de personas en
general son ideales para realizar esta socialización. Pero no olvidemos que es la
presencia interactiva de diferentes tipos humanos hasta las 12 semanas las que favorecen
la generalización de la socialización a la especie humana.
Observemos que el cachorro es susceptible de convivir con otros animales de compañía.
Si tal es el caso, es interesante realizar una socialización particular hacia las diferentes
especies. También es la presencia interactiva de otros animales que conlleva una
socialización interespecífica y un apego que se opone al comportamiento de predación.
Recordemos que esta socialización requiere un refuerzo permanente para evitar una
desocialización. Este refuerzo continuo deberá estar presente en el espíritu de los
propietarios si tienen como proyecto modificar la estructura familiar (llegada de un niño
por ejemplo).
La adquisición de la limpieza
Por razones obvias, este objetivo interesa muy a menudo mucho más a los propietarios y
puede en ocasiones ser un motivo de consulta.
A la edad de dos meses el cachorro es limpio en el sentido “canino” del término. En
efecto, orina y defeca fuera del nido, es decir el lugar donde duerme, lo que le ha
enseñado su madre (salvo en caso de patología grave). Pero la limpieza que esperamos
del perro, es decir sus necesidades fuera de la casa, es algo que ignora por completo y
que vamos a tener que enseñarle. Es en consecuencia importante hacerles entender a los
propietarios que el cachorro puede aprender donde debe hacer sus necesidades pero le es
difícil retenerse por largo tiempo.
Una ficha con lo que hay que hacer y no hacer ha sido realizada (en anexo).
En la segunda consulta vacunal, dos etapas del programa deben alcanzarse: la
adquisición de la mordida inhibida y la socialización interespecífica.
LA SEGUNDA CONSULTA VACUNAL
31. En esta segunda visita el cachorro tiene cerca de tres meses.
Después de haber adquirido los auto-controles necesarios a la vida en jauría, el cachorro
debe aprender (o más bien continuar a aprender lo que su madre le había al principio
enseñado) las reglas jerárquicas inherentes a la vida en “sociedad”. La familia de los
propietarios constituye para el cachorro una nueva jauría en la cual debe encontrar su
lugar. Por esta razón uno de los objetivos de esta consulta es evitar los trastornos de
conductas sociales ayudando a los amos a insertar jerárquicamente al cachorro en el seno
de la familia-jauría. Esta consulta al desarrollarse durante el período pre-pubertario, es
necesario explicar a los propietarios como abordar esta fase del desarrollo y en particular
como provocar el desapego.
Los dos objetivos a identificar en esta consulta serán :
- la inserción jerárquica
- el desapego
Pero es útil también dar consejos que tengan que ver con la educación de base, lo que
facilitará las relaciones entre el cachorro y los amos y que son también en ocasiones
motivos de consulta. Se trata de la llamada y del paseo con cadena.
La inserción jerárquica
La jerarquía siendo necesaria a la supervivencia de la jauría, el cachorro debe encontrar
su lugar dentro de su nueva familia-jauría-humana”. No es extraño encontrar en clientela
gentes que “habitan con su perro”. Pero muy a menudo la situación es “desagradable” ya
que los propietarios, por ignorancia, al no respetar la jerarquía canina, se encuentran
corregidos, entonces mordidos por su perro. Es preferible, para el equilibrio de la
familia, que el lugar del perro sea el de un dominado.
Como sabemos la jerarquía canina se establece alrededor de tres actos principales: la
ingesta de alimentos, la gestión del espacio y la sexualidad.
Para la ingesta de comida hemos elaborado una ficha que resume lo que hay que hacer y
lo que no hay que hacer; esta ficha es para posicionarse como un simple apoyo del
discurso del clínico.
Para la gestión del espacio recordemos simplemente que el lugar de reposo de los
dominantes le está formalmente prohibido al dominado y que el campo de aislamiento
32. del perro se encuentra más o menos confundido con su campo de agresión; está indicado
entonces no manipular al animal cuando esta en él.
En cuanto al control de la sexualidad, recordemos que si el perro se percibe dominante,
va a tratar de ocupar la cama de sus amos y sacar a su competidor directo. Así, no es raro
encontrar propietarios quiénes, para acostarse, deben instaurar todo un protocolo, cuando
no han abandonado su cama a su perro para dormir sobre el canapé. Podemos imaginar
con facilidad el peligro que puede representar esta situación en función del tamaño del
perro.
El desapego
Sabemos que el desapego puede ser definido como la ruptura del lazo de apego uniendo
a la madre con sus cachorros, presentándose durante el período de transición. Esta
ruptura es necesaria para la integración jerárquica del perro como adulto. En la jauría en
estado salvaje, el adolescente es rechazado de las zonas de ocupación de los dominantes.
Debe esperar señales de su madre autorizándole acercarse de ella sino lo rechaza
enérgicamente.
Para un buen equilibrio y relaciones sanas en su familia humana el cachorro de tener la
capacidad de adoptar este comportamiento. En efecto, en su nueva familia adoptiva, el
perro joven va a recrear un lazo de apego con un miembro de esta familia. Así, a la
pubertad para los machos, un poco más tarde para las hembras, es imperativo que la
persona con la cual el cachorro ha recreado un lazo de apego efectúe este desapego.
El no respeto de la “jerarquización-satelización” de los perros adolescentes engendra su
elevación jerárquica, es decir un acceso a privilegios de dominantes. La relación con el
propietario entra entonces en un sistema de comunicación ambivalente constituido de
dobles mensajes contrarios : exigencia (dominancia) - tolerancia (sumisión). Este
desequilibrio favorece la emisión de actitudes agresivas competitivas en el origen de una
sociopatía hombre-perro o de comportamientos de sustitución (en ocasiones auto-
centrados). Además del problema jerárquico, la no-ruptura del lazo de apego puede
conllevar a un estado de hiper-apego.
Para facilitar el desapego, los propietarios deberán cuidar de no instaurar rituales de
salida y de retorno en sus ausencias.
Estos comportamientos por completo anormales, y las manifestaciones de inquietud
emitidas por los amos (recordemos que el perro es muy receptivo a las señales de
comunicación no verbal), van literalmente poner al perro en estado de alerta y en un
estado de tensión emocional extremo lo cual explica ampliamente su comportamiento a
futuro.
33. Esta segunda consulta vacunal siendo en general la última antes de la revacunación
anual, parece interesante poder verificar si estos diferentes objetivos han sido
efectivamente alcanzados en los alrededores de la pubertad. La edad de la pubertad
es distinta en función de razas, la visita control puede resultar necesaria antes de la
revacunación anual. Por esta razón sugerimos una visita de control “comportamental”
suplementaria para las razas que alcanzan la pubertad antes de los quince meses, edad a
la cual la revacunación anual es en general efectuada.
LA CONSULTA PUBERTARIA
Esta consulta pubertaria tiene por objeto verificar si los objetivos que nos hemos fijado
en las visitas vacunales son alcanzados.
Para esta consulta en particular, el clínico se pegará no solamente a la anamnesis dada
por el propietario pero también a su percepción del estado comportamental del animal.
Hemos elaborado una tabla en la cual enlistamos las diferentes señales de llamada que
nos permiten sospechar un trastorno del comportamiento.
Las informaciones que el clínico puede recoger son de tres tipos.
En primer lugar, cuando el veterinario hace entrar a los clientes en la sala de consulta
puede efectuar un examen visual a distancia observando como se comporta el animal: su
andar, su comportamiento exploratorio…
Posteriormente al examen visual de cerca, otras informaciones pueden detectarse: el
estado de las manos de los propietarios, las llagas de lamido, su curva respiratoria… En
fin, es al discutir con los propietarios y explorando los distintos comportamientos
centrípetos y centrífugos que la consulta será completa. Si presunciones aparecen
durante la consulta el clínico orientará entonces sus preguntas para confirmar su
sospecha. Si los trastornos son poco avanzados, podrá durante esta visita pubertaria
recuperar la situación recordando algunos puntos sobre los cuales los propietarios
no han tenido éxito. En caso contrario, cuando los trastornos resultan ser más profundos
será bueno pensar en una consulta especializada.
Examen visual a
distancia
Descripción sospecha preguntas
Andar muy vivo HS-HA mordida inhibida
lenta, flexionada D.D.P. - facies
- cpt. Alimenticio
- cpt lúdico
largo de las paredes síndrome de privación
estadío 1
fobias
movimientos
estereotipados
- vueltas alrededor afecciones graves consulta especializada
34. de la cola
- balanceo
Examen visual
de cerca
Llaga de lamido - patas
- cola
- cuerpo (flanco)
- D.D.P.
- síndrome de
privación
estadío 2 o 3
- cpt exploratorio
- cpt. Lúdico
- sueño
- desaseo
Manos de los
propietarios
mordidas, rasguños HS-HA - mordida inhibida
- actividad motora
Dissocialización
primaria
comportamiento ladrón
INFORMACIONES
ORALES
comportamiento
alimenticio
comportamiento
bulímico (raro)
HS-HA actividad motora
comportamiento
inhibido (ingesta de
comida breve y
nocturna
Estado de ansiedad
ver depresivo
- D.D.P.
- síndrome de
privación
estadío 2 o 3
-cpt. exploratorio
- cpt. lúdico
- cpt. alimenticio
- sueño
- desaseo
comportamiento
de ladrón
Dissocialización
primaria
mordida inhibida
comportamiento
dipsíco
Potomanía - D.D.P.
- Síndrome de
privación
estadío 2 o 3
-cpt.Exploratorio
-cpt. Lúdico
-cpt. Alimenticio
- sueño
- desaseo
comportamiento
de eliminación
Micciones y
defecaciones
síndrome de privación
estadío 1
fobia
35. de regreso
Aleatorio mal aprendizaje métodos de educación
comportamiento lúdico muy agitado HS-HA mordida inhibida
inexistente
(demasiado tranquilo)
D.D.P. -c.p.t. exploratorio
- cpt. Lúdico
-cpt. Alimenticio
- sueño
- desaseo
imposibilidad de
interactuar con los
demás
perros
Dissocialización
primaria
mordida inhibida
sueño Reducción - D.D.P.
- síndrome de privación
estadío 2 o 3
- cpt. Exploratorio
- cpt. Lúdico
- cpt. Alimenticio
- sueño
- desaseo
agresiones por irritación
jerárquica
territorial
por miedo
- Estados álgicos
- Sociopatía
- Dissocialización
primaria
- síndrome de privación
estadío 1
sitio de descanso
distribución de la
comida
comportamiento sexual
mordida inhibida
fobias
LA PREVENCIÓN DE LOS TRASTORNOS DEL COMPORTAMIENTO
DE ORIGEN NO COMPORTAMENTAL
La prevención de los trastornos del comportamiento en el perro durante el ejercicio de su
arte no se limita a las afecciones comportamentales. En efecto algunos trastornos
comportamentales principalmente con expresión agresiva pueden estar asociados a una
36. lesión somática o de origen tóxico o iatrogeno. Es importante poder reconocer y
diferenciar agresividades que no pertenecen a afecciones patológicas comportamentales
ya que el pronóstico y el tratamiento serán muy distintos. Sucede lo mismo para
prevenir.
Los trastornos comportamentales asociados a una lesión somática son representados
principalmente por dos entidades clínicas: el síndrome de “agresividad reaccional” de
los estados álgidos y las eidolias alucinósicas de los perros afectados de distrofia de los
fotoreceptores. En la primera entidad clínica, el dolor es el factor desencadenante de la
agresividad, será en consecuencia necesario para el clínico administrar eficazmente la
afección algogéna. En cuanto a la segunda entidad clínica, el objetivo del clínico será
detectar de manera precoz los síntomas que permiten tratar esta afección.
Por último es interesante saber adaptarse a la etología de los pacientes, en particular de
los miedosos y de los agresivos, con el objeto de evitar accesos de pánico o algunas
agresiones.
Prevención del síndrome de agresividad reaccional de los estados álgicos
Cualquier irritación o dolor es susceptible de desencadenar secuencias de agresión por
irritación. La frecuencia de las respuestas agresivas va a aumentar progresivamente lo
que tiene por consecuencia reducir la relación causa efecto.
La prevención de este síndrome descansa esencialmente en la detección precoz de las
patologías algogénas. Pensamos principalmente a las otitis y en particular a las del oído
medio, las patologías del raquis como de la displacía de la cadera y la artrosis, las
lesiones peri-anales pero también algunas dermatosis. Esta lista no es exhaustiva.
Ninguna prevalencia de raza o de sexo ha podido identificarse pero algunas razas son
más predispuestas. El Cocker para las otitis, los pastores o las grandes razas para la
artrosis y la displacía.
Con el objeto de prevenir estas agresiones por irritación que pueden instrumentalizarse y
en consecuencia provocar hiper-agresividades secundarias, se aconseja tratar
médicamente o quirúrgicamente el origen de los trastornos y emplear analgésicos.
Prevención de las eidolias alucinósicas de los perros afectados de los
fotoreceptores
Las agresiones poco comprensibles e imprevisibles engendradas por esta afección son de
aparición brutal y precoz en la vida del animal ya que ocurren en los alrededores de la
pubertad. Tres tipos de agresión son generalmente encontradas: agresiones de predación
con una secuencia completa de cacería de un objeto invisible agresiones por irritación
que implican a los cercanos al animal, y agresiones por miedo. En estas últimas dos
agresiones los propietarios relatan una relación con reducción de la luminosidad.
37. Las agresiones se instrumentalizan muy rápidamente; sin embargo, en ausencia de
tratamiento etiológico, no es posible esperar una curación. Esto permite definir los
perros que presentan agresiones por miedo y por irritación como grandes agresivos.
Estas eidolias son identificadas en sujetos que pertenecen a razas predispuestas:
Caniche, Colley, Labrador, Terrier del Tibet, Pastor de los Ppirineos, Briard… Aún aquí
la lista no es exhaustiva.
En materia de prevención, es necesario una vez más tratar de detectar esta afección antes
de que los trastornos aparezcan con el objeto de permitir a los propietarios adaptarse en
la medida de lo posible a los comportamientos de sus animales. El peligro es mayor si en
el medio hay niños ya que estos son generalmente fuentes de movimientos
incoordinados o bruscos.
Se recomienda sugerir a los propietarios de perros de raza predispuestos realizar un
examen oftálmico y un electroretinograma.
El período más peligroso en la evolución de esta patología es durante la cual el animal
pierde progresivamente la vista. Así el tratamiento instituido para prevenir el
desencadenamiento de las agresiones debe mantenerse hasta la ceguera.
PREVENCIÓN DE LOS TRASTORNOS COMPORTAMENTALES DE
ORIGEN TOXICO O MEDICAMENTOSO
Se trata principalmente de trastornos iatrogénicas después de la administración de aryl-
ciclo-hexilamina descritos bajo el nombre de eidolias alucinósicas.
Los síntomas se presentan después de una anestesia en la cual el clínico empleo un
anestésico disociativo; las dos moléculas más empleadas son la Ketamina y la
Tiletamina. Estas moléculas poseen propiedades alucinógenas que pueden observarse
con facilidad durante el despertar, pero también más tarde. En efecto, existe un efecto
recurrente. El animal parece estar inconsciente pero todos los estímulos son percibidos y
pueden desencadenar reacciones emocionales, en particular los ruidos y las variaciones
de la luz.
El desencadenamiento de trastornos alucinatorios es posible más solo cuando el animal
está sometido a estímulos importantes durante la anestesia y sobretodo en la fase de
despertar. Hay memorización de los estímulos.
La prevención de este trastorno resulta de esta patología.
El clínico deberá vigilar que el animal no sea estimulado en exceso durante la fase de
adormecimiento y durante la anestesia, pero también y sobretodo cuando el despertar se
desarrolla en calma. Así, el animal deberá ser dejado en la oscuridad (con una manta en
la jaula por ejemplo) sin estímulo táctil ni sonoro. Deberá obligatoriamente estar por
completo despierto cuando se le devuelva a su dueño.
38. La memorización de los estímulos siendo posible, será conveniente emplear en
premedicación drogas mnemolíticas como las benzodiazepinas lo que disminuirá
considerablemente a las eidolias.
PREVENCIÓN DE ALGUNOS TRASTORNOS DEL
COMPORTAMIENTO DURANTE LA CONSULTA VETERINARIA
El interés para el clínico es poder abordar primero al animal en función de su etograma,
lo cual es esencial por diversas razones: la seguridad del veterinario (los estados de
ansiedad retrasan la curación y pueden estar en el origen de algunos schock en la
anestesia).
El miedo es la afección más encontrada en las clínicas veterinarias. Sin embargo, el
miedo comienza muy temprano, ya que el cachorro aprende esta emoción desde el final
de la quinta semana de vida. Existe por otra parte según algunos autores, un período de
impronta de las angustias, entre la 8ª y 10ª semana. Esto significa que en este momento,
con cualquier miedo se corre el riesgo de dejar una huella duradera en la experiencia del
individuo. Desgraciadamente, es también en esa fecha cuando debemos practicar en el
cachorro una vacunación de la mayor importancia. Conviene acordar la mayor
importancia a nuestra actitud durante esta consulta, ya que de ella dependerá en parte el
comportamiento futuro del animal.
Se puede intentar un protocolo preciso propuesto por VOLMER y basado sobre el
principio del contra-condicionamiento. Puede resumirse como sigue:
- dar al propietario una comida muy apetente desde su llegada en sala de espera, y dejar
que el cachorro se entretenga de esta manera.
- El ASV (asistente veterinaria o enfermera veterinaria) debe volverse familiar
arrodillándose y atrayendo la atención del animal con ayuda de golosinas. Cuidado de no
saciar al animal para tener la oportunidad de ofrecerle golosinas sobre la mesa de
examen.
- Evitar dejar al cachorro divagar con el objeto de evitar encuentros desagradables
(gatos, perro grande).
- Sobre la mesa de consulta, además de golosinas puede ser distraído por el ASV con
pequeños juguetes.
- El termómetro debe ser previamente lubrificado e introducido cuando el cachorro está
distraído presentándole por ejemplo una carnaza.
- La inyección es otro momento clave de la consulta, los propietarios tienen ellos
mismos fobia a los “piquetes”. Hay que desensibilizar la zona subcutánea mediante una
presión de los dedos sobre la piel del cuello, inyectar lentamente con una aguja nueva y
con bordes adecuados,dejando al animal deglutir su golosina.
39. Aún con todas estas precauciones el animal en ocasiones puede aullar, Sin embargo, la
angustia de los amos es un factor mayor de ansiedad en el animal. Se aconseja entonces
explicar a los propietarios antes de practicar la inyección que el pequeño perro puede
gritar, que es muy normal ya que nadie gusta de las inyecciones pero que en cambio no
hay que tomar al cachorro en brazos para darle consuelo bajo riesgo de reforzar su
ansiedad.
La prevención del miedo no se resume a las primeras consultas vacunales. En efecto, un
código de buena conducta puede ser instituido en la clínica. Este código descansa sobre
varios temas:
- medidas de higiene con el objeto de borrar entre cada consulta las feromonas dejadas
por el paciente precedente.
- técnicas comportamentales como el contra-condicionamiento o el empleo de
feromonas podría tener efectos anxiolíticos
- una contención racional y sin pasión
La aproximación del animal miedoso y/o agresivo es facilitada cuando el clínico posee
conocimientos en comportamiento de los carnívoros domésticos ya que le da la
seguridad necesaria para una aproximación tranquila al animal potencialmente peligroso.
Es importante recordar que el perro es sensible al “lenguaje corporal” y que va a detectar
con facilidad el miedo que el hombre intenta esconder.
El miedo va a manifestarse esencialmente bajo dos esquemas: un modo pasivo y un
modo activo. En el primer caso el peligro para el hombre es débil, el animal quedándose
rígido. Para el segundo caso, el animal busca huir por todos los medios y cuando se
encuentra arrinconado acaba siendo potencialmente peligroso. En este caso es necesario
no ir adelante del animal, pero en cambio dejarlo venir hacia uno quedando en posición
baja.
Para evitar que el animal intente renovar sistemáticamente este tipo de comportamiento,
hay que evitar sensibilizar al animal mediante cuidados dolorosos o por estímulos
anxiogénos repetidos y, en caso de agresión, no favorecer elrefuerzo.
Por regla general, al desconocer si nos encontramos frente a un inhibido o un agresivo,
hay que cuidarse previniendo al animal antes de cualquier manipulación empleando un
ritual de contacto es decir emplear una postura apaciguadora y hablar al animal.
Para un perro inhibido es preferible dejarlo entrar primero en la sala de consulta,
arrodillarse después, desviar la mirada y esperar a ser olfateado.
40. En cambio, el animal con tendencia agresiva y dominante deberá ser esperado en la sala
de consulta adoptando una actitud sensata de “dominante” no provocador (mirar al
animal sobre la línea del dorso y no en los ojos).
En hospitalizaciones, la agresividad en ocasiones encontrada puede ser debida a la
ansiedad de comunicación que reina en la perrera. Esta ansiedad es exacerbada por la
condición de encierro y por la disposición de algunas jaulas frente a frente. Si hay que
sacarlo de ella es conveniente no emplear métodos coercitivos (ej. : el lazo); en cambio,
con un poco de paciencia, una actitud al margen y las puertas de la jaula abiertas se
obtendrá casisiempre la salida del perro.
La salida higiénica es un momento privilegiado para dejar al animal familiarizarse con el
personal. El retorno a la jaula puede resultar en ocasiones difícil pero una actitud firme o
el empleo de astucias (comida servida en el fondo de la jaula) serán otra vez más
adecuados que cualquier ensayo de captura.
A manera de conclusión no olvidemos que se prefiere perder algunos minutos para
entrar en contacto dulcemente con el animal que preciosas media-horas para cuidar
heridas del uno o del otro y limpiar las suciedades.
SALIR Y REGRESAR
LO QUE HAY QUE HACER
- Enseñarle a hacer sus necesidades fuera desde elprincipio.
- Restringir el área del cachorro desde el principio.
- Sacar al perro sistemáticamente después de cada ingesta de comida o de agua y cada
despertar al lugar donde debe hacer (este lugar debe ser aseado).
- Si el cachorro es agarrado in fraganti, tomarlo por la piel del cuello diciéndole “No”
firmemente, sacarlo inmediatamente y recompensarlo calurosamente cuando haya hecho
sus necesidades.
- Recompensar muy calurosamente justo después que el cachorro haya hecho sus
necesidades.
- Recoger las suciedades hechas en la casa fuera de la presencia del perro.
- Dar la comida a horas fijas.
- Vermifugar correctamente.
41. LO QUE NO HAY QUE HACER
- No dejarlo entrar si no ha hecho sus necesidades.
- No castigarlo sin encontramos a posteriori deyecciones en la casa.
- No ponerle la nariz adentro.
LAS COMIDAS
LO QUE HAY QUE HACER
- Dar la comida siempre después de la comida de los amos o en su acaso aparte.
- En un lugar sin importancia en la vida social de la familia, es decir no en medio de la
cocina, ni en un lugar de paso obligado.
- Dejar el plato disponible únicamente una decena de minutos, retirarla hasta la próxima
comida
- Enviar al perro a su esquina si mendiga.
LO QUE NO HAY QUE HACER
- Comida a libre disposición
- Ninguna comida entre comidas
- Ninguna sobra de mesa
- No mirar jamás al perro comer
EL JUEGO
LO QUE HAY QUE HACER
- Dejar al cachorro jugar con otros perros y sin cadena.
42. - Enseñar al cachorro a controlar sus maxilares: cuando da mordiscos en las manos o
cualquier otra parte del cuerpo, asirlo por la piel del cuello levantándolo ligeramente y
diciéndole firmemente “No”, y sentarlo dejando el juego inmediatamente.
- Actitud idéntica de todos los miembros de la familia
LO QUE NO HAY QUE HACER
- ¡ No dejarse mordisquear muy frecuentemente,pretextando que es un bebé !
- Si el cachorro tiene problemas para controlarse, no favorecer todos los juegos de
tracción mientras el control de la mordida no está adquirido.
- No aceptar juegos de jalar (ropa, tejido).
- No ponerse nunca en posición de sumiso: nunca bajo el perro, no aceptar patas sobre
las rodillas o las espaldas.
CUIDADO : Pensar en educar a los niños sobre el respeto del perro lo cual permite
evitar una posible agresividad de este último hacia otros niños.
EL CASTIGO
DEBE SER
- Simultáneo al acto reprensible al inicio,
- desagradable para el perro y significativa,
- sistemática,
- proporcional a la falta cometida.
PUEDE SER
Directa: asir al perro de la piel del cuello (reproducción del comportamiento maternal) y
sacudirlo ligeramente.
Observación: pegarle a un perro es un castigo típicamente humano el cual tiene poco
significado para el animal. Si sin embargo la “cachetada” debe partir, puede ser
administrada con la mano ya que el perro hace la diferencia entre la mano que acaricia y
la que pega. El perro reconoce la cólera por las señales para verbales y no por los golpes.
43. A distancia: lanzar un objeto no peligroso y de preferencia ruido (ejemplo: periódico).
LA RECOMPENSA
DEBE SER
- al finalizar el acto esperado,
- excepcional (golosina no azucarada),
- sistemática al principio, aleatoria cuando las metas son regularmente buenas.
PUEDE SER
Comida: debe ser una comida que no se da de ordinario, y muy apetente (ej.: pedazo de
queso),
contactos físicos: caricias,palabras calurosas, abrazos.
Para una buena educación: castigar al acto reprensible inmediatamente y buscar
desencadenar el acto inverso recompensando muy calurosamente a la obtención de la
buena respuesta.
Prevención infecciosa o prevención comportamental
Hay que escoger entre:
*¿ una prevención infecciosa y aconsejar no sacar al cachorro antes que se le hayan
aplicado todas sus vacunas?
* ¿Una prevención comportamental y sacar al perro a todos los lugares antes de la edad
fatídica de los 3 meses?
Esta elección no existe. Ningún propietario esteriliza su ropa y sus zapatos antes de
entrar a casa. Lleva en consecuencia consigo virus en el medio ambiente en el cual el
perro esta aislado.
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