La circulación sistémica se extiende desde la raíz de la aorta hasta las arteriolas, distribuyendo sangre oxigenada a los tejidos de acuerdo a su función y metabolismo. La presión arterial media es determinada por el gasto cardíaco y la resistencia periférica, mientras que la presión diferencial depende del volumen sanguíneo arterial y la compliance arterial. El tono de las arteriolas, regulado por factores como el óxido nítrico, controla la distribución del gasto cardíaco.