La comunicación es fundamental para el funcionamiento saludable de la familia. Existen tres estilos de comunicación: pasiva, caracterizada por el miedo al rechazo; agresiva, donde no se valora la opinión de los demás; y asertiva, que permite expresar lo que se piensa y siente respetando a los demás. Además, la comunicación puede ser verbal, a través de palabras y tono de voz, o no verbal, mediante gestos, postura y contacto visual. La escucha activa es una técnica eficaz que requiere poner