Las 13 colonias inglesas en Norteamérica se rebelaron contra Inglaterra debido a varias causas como la imposición de impuestos sin representación política y la influencia de las ideas de la Ilustración. Tras la declaración de independencia en 1776, Estados Unidos estableció una constitución federal que distribuía el poder entre un presidente, un congreso bicameral y un tribunal supremo, llevando a cabo los principios de soberanía nacional y separación de poderes.