Muchos animales como cerdos, ratones, monos y otros han sido genéticamente modificados para expresar la proteína GFP, la cual hace que sus células u órganos fluorezcan bajo luz ultravioleta o azul. Esto permite a los científicos observar procesos biológicos de manera no invasiva. La proteína GFP fue aislada originalmente de la medusa Aequorea victoria y ha revolucionado el estudio de la biología.