El documento describe las siete etapas típicas por las que pasan las empresas a lo largo de su vida, y cómo la dirección puede alterar el camino normal replanteando la empresa en la quinta o sexta etapa para retomar el impulso inicial. También explica que las empresas enfrentan riesgos propios y del sistema, y la dirección debe ser proactiva para adaptarse a los cambios y aprovechar o atravesar tempestades con el menor daño posible. Anticiparse a los cambios es clave para asegurar la sobrevivencia de la empresa,