2. Era fin de semana y el grupo de amigos se reunió para
organizar los últimos detalles del paseo. Hacía semanas que
estaban preparando ese campamento. Cada uno iría con su
familia a la zona de camping, pero allí armarían una carpa
separada de los adultos, solo para ellos.
Marina y Oscar eran hermanos, Nahuel y Antonella eran
primos, y todos vivían muy cerca, en la misma cuadra del
barrio. Se conocían desde muy chicos, como sus padres, eran
como una gran familia, por eso siempre estaban juntos,
compartiendo los mismos juegos y las mismas travesuras.
3.
4. A Nahuel le gustaba mucho el campo, por eso como regalo de
cumple, le pidió a sus padres un campamento especial, con
todos los amigos, sería una fiesta diferente. Pero como no
todos los amigos podían ir, porque sus padres no los dejaron,
las familias de estos cuatro amigos decidieron ir con sus hijos y
así también poder disfrutar del fin de semana.
Como regalo especial, Nahuel, apoyado por los tres
cómplices, le pidió a sus padres y a los demás, que los dejaran
armar una carpa, alejada de los adultos, para que pudieran
aprender a defenderse y a resolver los problemas solos.
Después de mucho insistir, consiguieron la aprobación.
5.
6. Al llegar a la zona de camping y después de escuchar todas las
recomendaciones de los padres y realizar mil promesas, los
amigos se aventuraron en una zona de bosque, en busca de un
lugar tranquilo y apropiado para armar la carpa.
Caminaron un poco y llegaron a un lugar en donde había una
pequeña laguna, rodeada de árboles y bellas flores. Muchos
animales vivían por allí y otros se acercaban para beber el agua
del límpido estanque: ranas, peces, zorrillos, ardillas, patos,
pájaros, abejas, mariposas, hormigas, etc.
7.
8. El viento era suave, el atardecer cálido y la naturaleza estaba
tranquila, en paz, parecería que nada podría quebrar ese
momento mágico. Hasta que de pronto, llegaron…
- ¡Me gustó este lugar! ¿Quedamos aquí? – dijo Marina.
- Es un lindo lugar y estamos cerca de nuestros padres. –
comentó Oscar.
-¡Manos a la obra, vamos a armar la carpa!- expresó Nahuel.
- Voy a buscar leña para prender el fuego.- se ofreció Antonella y
Oscar decide ayudarla. Mientras tanto los demás iban sacando
cosas de las mochilas esparramándolas por todo el lugar.
9.
10. Antonella y Oscar trajeron la leña y prendieron la fogata y
luego todos se sentaron a comer lo que habían traído de casa:
saladitos, jugo en botellitas chicas y unas ricas hamburguesas
preparadas por la mamá de Nahuel, al final, era su cumple.
Cuando terminaron de comer y beber, se levantaron para
recorrer el lugar, pero no percibieron que todo a su alrededor
estaba sucio, con bolsas de plástico, envolturas, botellas de
bebidas, restos de comidas.
11.
12. Antonella, se acercó con un resto de jugo en la botella y con la
intención de saber si a los peces les gustaba, derramó la bebida
en las cristalinas aguas de la laguna.
Salieron a caminar por entre los altos y frondosos árboles,
riéndose de las travesuras realizadas cuando vieron una enorme y
llamativa colmena de abejas.
13.
14. Marina tomó una piedra del suelo y desafió a los compañeros a
jugar el “Tiro al blanco” con la colmena. En medio de gritos y risas,
le tiraron piedras hasta que le acertaron y vieron a furiosas
abejas salir de allí. Los cómplices, se alejaron del lugar, riéndose,
insensibles al mal que habían causado a la colmena.
Continuaron con su paseo y sus terribles travesuras: rompieron
un hormiguero, atraparon bellas mariposas con una red y
encerraron a inofensivas luciérnagas en un frasco de vidrio
transparente.
Cansados de jugar, volvieron al campamento con sus trofeos y
se acostaron a dormir, todos juntos en la misma carpa.
15.
16. Así que los niños se durmieron, los animales y las plantas
empezaron a quejarse, clamando por justicia y entonces,
en el centro de la floresta, apareció una luz blanca y
brillante y surgió, la Madre Naturaleza.
- ¡Madre naturaleza! ¡Madre Naturaleza!- gritaron todos
juntos.
-¿Qué pasa? ¿Por qué están todos nerviosos? – preguntó
una suave y aterciopelada voz que provenía de la ofuscante
luz - Calma, de a uno.
-¡Socorro Madre Naturaleza! Estamos atrapadas. Unos
niños malos nos prendieron en esta red.- gritaron dos
asustadas mariposas.
17.
18. -¡Esos humanos destruyeron nuestro hormiguero, nuestro hogar!
Ahora no tenemos donde vivir- reclamaron las hormigas.
-¡Miren mis bellos pétalos están destrozados! – sollozó una
pequeña flor- ¿Cómo voy a colorir y perfumar el bosque?
- ¡Mi colmena, mi colmena! ¡Todos mis hijos y mi néctar
destruidos por esos niños! - revoloteaba furiosa una reina abeja.
- Pasé por una nube contaminada, no se puede respirar allá
arriba- llegó volando y tosiendo un pájaro.
-Ellos tienen que pagar por lo que hicieron. Tienen que reconstruir
lo que destruyeron.- dijo una liebre.
19.
20. -Ellos tienen que pasar por todo lo que pasamos- exigió un robusto
árbol.
- ¡Ayúdanos Madre Naturaleza! ¡Ayúdanos!- todos gritaron al mismo
tiempo
-Calma hijos míos, todo se va a resolver- habló con sabiduría la
Madre Naturaleza - he escuchado sus quejas y tienen razón. Esos
niños tienen que entender que sus actitudes perjudican a todos los
que viven en nuestro planeta. Les daremos una lección desde ahora
vivirán entre nosotros. Y levantando su mano transformó a los niños
en animales distintos.
21.
22. Cuando amanece, cuando se despide la luna y llega glorioso
el Sol, los niños empezaron a despertarse y a moverse dentro
de la carpa. Se escucharon sonidos raros y gritos: ¿Qué es
esto? ¡Tengo pelo! ; ¡Tengo alas, tengo antenas! ; ¡Socorro,
animales que hablan!
Todos salieron corriendo y gritando de la carpa: ¿Qué pasa,
somos animales? ¡¿Somos animales?!
23.
24. -Tranquilos, tranquilos- habló con calma la Madre Naturaleza, transformada
en una bella y agradable mujer, vestida de blanco y dorado - Los transformé
en animales para que se integren a la naturaleza. Para que entiendan como
sufren los animales y plantas que ustedes maltrataron.
-¿Si arreglamos todo lo que destruimos, volvemos a ser niños?- preguntó
Marina, sin comprender aún, lo que estaba pasando.
-Sí, siempre y cuando aprendan a cuidar el Medio Ambiente. Si no lo hacen
quedarán transformados para siempre.
Los niños, asustados y temblorosos, hablaron todos al mismo tiempo.
-¡Prometemos arreglar todo y desde ahora cuidar y proteger la naturaleza! –
y se pusieron a arreglar todo lo que habían destruido.
25.
26. Los animales, las plantas y la Madre Naturaleza quedaron
mirando, mientras los niños-animales arreglaban todo, muy
rápido y con mucho empeño, pero también con dificultades, ya
que como animales, no poseían la misma agilidad ni la misma
fuerza, que como niños. Y cuando por fin terminaron se
pararon frente a la Madre Naturaleza.
-¡Muy bien! ¡Arreglaron todo! – exclamó la Madre Naturaleza -
Esperamos que hayan aprendido la lección.
Los niños hablaron todos juntos - ¡Sí Madre Naturaleza!
¡Aprendimos la lección!
27.
28. -Ahora vayan a descansar y cuando despierten volverán a ser
niños. Pero no olviden nunca la promesa que le hicieron a la
Naturaleza. ¡Vayan en Paz!- habló la sabia mujer.
Los niños-animales entraron a la carpa, e intentaron dormir,
pero la ansiedad era tanta, que no paraban de moverse y de
susurrar; finalmente el cansancio los vence y caen en un sueño
profundo. Afuera la Madre Naturaleza levanta la mano y
lentamente se van transformando nuevamente en seres
humanos.
29.
30. Todos los animales y las plantas estaban mirando.
- Muy bien hijos míos. Misión cumplida. Creo que ahora sí
entendieron como vive y sufre la naturaleza. Pueden ir y continuar
sus vidas- habló suavemente y ante sus ansiosas y cálidas
miradas, se fue desvaneciendo lentamente.
Al poco tiempo, en la carpa se escucharon ruidos: ¡Volvimos a
ser niños! ¡Tengo brazos, tengo piernas, tengo cabello, soy niña!
¡Viva! ¡Viva!- gritaban todos.
Cuando salieron de la carpa. Miraron a su alrededor y los
animales los rodearon
31.
32. -Vamos a cumplir nuestra promesa- dijo Oscar.
-Vamos a cuidar el Medio Ambiente- prometió Antonella.
-Aprendimos que nuestras acciones perjudican a la naturaleza,
que los animales y las plantas también sufren- afirmó - Nahuel.
-Llevaremos un mensaje para todos, y les diremos que debemos
cuidar el planeta porque nuestro planeta es nuestro hogar- dijo
Marina- ¡Adiós amigos!
Cuando los niños desarmaron el campamento, dejando
limpio el lugar, la naturaleza festejó con alegres sonidos y un
suave y dulce aroma, perfumando el lugar.
FIN