El autor reflexiona sobre su estilo de enseñanza de la historia. Reconoce que utiliza elementos de varios estilos, incluyendo el narrador de historias al comenzar las clases contando historias, el científico al buscar fuentes para responder preguntas, y el reformista al entregar datos clave. También se da cuenta de que su estilo se asemeja al ecléctico, tomando elementos de diferentes enfoques. Concluye que como profesor debe variar sus métodos para evitar volverse monótono y hacer que los estudiantes construyan