El decálogo de la buena alimentación del atleta recomienda que el desayuno sea abundante y adecuado, no comer entre horas, y beber mucha agua antes, durante y después del entrenamiento. Además, sugiere que la dieta del atleta se base en hidratos de carbono, proteínas y grasas saludables, evitando alimentos fritos y con mucha grasa, y dejando tiempo para la digestión antes de entrenar.