Los mecanismos de defensa son procesos mentales inconscientes que ayudan a la mente a resolver conflictos internos y mantener el equilibrio psicológico. Algunos ejemplos son la sublimación, que transforma impulsos inaceptables en formas socialmente aceptables, y los mecanismos de escape, que aprenden a dar una respuesta para poner fin a un estímulo aversivo. Aunque ayudan a regular las emociones, los mecanismos de defensa también pueden dar lugar a trastornos si se usan de forma incorrecta