La ira es una emoción básica que genera respuestas corporales, cognitivas y conductuales. Se localiza en el sistema límbico del cerebro. La ira puede expresarse de forma asertiva o reprimirse, lo que puede causar problemas. Algunos trastornos relacionados son el trastorno explosivo intermitente y el enfado crónico. El tratamiento busca mejorar el conocimiento sobre la ira y enseñar estrategias para controlarla y expresarla de forma saludable.
La Ira. Definición. Localización de la ira en el cerebro. Influencias del aprendizaje. Modificaciones, manejo y tolerancia. Trastornos comunes de la ira y tratamiento
La ira. Definición de ira. Localización de la ira en el cerebro. Influencias del aprendizaje. Modificaciones y tolerancia. Trastornos comunes. Tratamiento a estas reacciones.
Definición de ira, Localización de la ira en el cerebro.,Influencias del aprendizaje, Modificaciones y tolerancia, Trastornos comunes, Tratamiento a estas reacciones
La Ira. Definición. Localización de la ira en el cerebro. Influencias del aprendizaje. Modificaciones, manejo y tolerancia. Trastornos comunes de la ira y tratamiento
La ira. Definición de ira. Localización de la ira en el cerebro. Influencias del aprendizaje. Modificaciones y tolerancia. Trastornos comunes. Tratamiento a estas reacciones.
Definición de ira, Localización de la ira en el cerebro.,Influencias del aprendizaje, Modificaciones y tolerancia, Trastornos comunes, Tratamiento a estas reacciones
Ira es un término de origen latino que se refiere a la furia y la violencia. Se trata de una conjunción de sentimientos negativos que genera enojo e indignación.
Presentación para estudiantes de Universidad Cenfotec, para el control y manejo del enojo para la celebración del 30 de enero, día internacional de la no violencia.
DEFINICIÓN DE IRA. LOCALIZACIÓN EN EL CEREBRO. INFLUENCIA EN EL APRENDIZAJE. MODIFICACIONES Y TOLERANCIA. TRASTORNOS COMUNES RELACIONADOS CON LA IRA Y TRATAMIENTOS.
Definición de ira. Localización de la ira en el cerebro. Influencias del aprendizaje. Modificaciones y tolerancia. Trastornos comunes. Tratamiento a estas reacciones.
Presentación de la conferencia sobre la basílica de San Pedro en el Vaticano realizada en el Ateneo Cultural y Mercantil de Onda el jueves 2 de mayo de 2024.
La Unidad Eudista de Espiritualidad se complace en poner a su disposición el siguiente Triduo Eudista, que tiene como propósito ofrecer tres breves meditaciones sobre Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote, el Sagrado Corazón de Jesús y el Inmaculado Corazón de María. En cada día encuentran una oración inicial, una meditación y una oración final.
ROMPECABEZAS DE ECUACIONES DE PRIMER GRADO OLIMPIADA DE PARÍS 2024. Por JAVIE...JAVIER SOLIS NOYOLA
El Mtro. JAVIER SOLIS NOYOLA crea y desarrolla el “ROMPECABEZAS DE ECUACIONES DE 1ER. GRADO OLIMPIADA DE PARÍS 2024”. Esta actividad de aprendizaje propone retos de cálculo algebraico mediante ecuaciones de 1er. grado, y viso-espacialidad, lo cual dará la oportunidad de formar un rompecabezas. La intención didáctica de esta actividad de aprendizaje es, promover los pensamientos lógicos (convergente) y creativo (divergente o lateral), mediante modelos mentales de: atención, memoria, imaginación, percepción (Geométrica y conceptual), perspicacia, inferencia, viso-espacialidad. Esta actividad de aprendizaje es de enfoques lúdico y transversal, ya que integra diversas áreas del conocimiento, entre ellas: matemático, artístico, lenguaje, historia, y las neurociencias.
2. Definición de Ira
La palabra ira es de origen latino la cual representa a la furia y la violencia.
Es una emoción básica y universal, se presenta como una relación de
sentimientos negativos que genera enojo e indignación.
Como todas las emociones del ser humano la ira es una reacción
compleja y funciona con respuestas como:
Respuesta corporal, aquí el cuerpo se activa para la protección o el
ofensiva. Se percibe el aumento del ritmo cardiaco y la respiración se
acelera, los músculos se tensan y el flujo sanguíneo se acelera para actuar
ante una amenaza percibida, mientras dura este estado de exacerbación el
ser humano se inclina a actuar de forma impulsiva llegando a emitir
conductas agresivas.
Respuesta cognitiva, esta dependerá de la interpretación ante la situación.
Cuando se está sumido en un escenario, este por sí solo no tiene ningún
valor emocional, es la valoración personal la que le confiere un significado.
Asimismo, las emociones están en función de los pensamientos, así como
cuando se interpreta una situación como una injusticia, una arbitrariedad, una
falta de respeto o como un obstáculo para conseguir una meta, sentimos ira.
Finalmente la respuesta de la ira tiene que ver con la gestión conductual
en estas situaciones. La conducta en estas circunstancias está orientada
para defendernos de aquello que se interpone un nuestro camino y para ello
se genera una energía interna que mueve a la "destrucción" del obstáculo.
Es decir, no hay que confundir la emoción de la ira con la agresividad, ya que
ésta es una de las múltiples maneras de gestión emocional. Experimentar y
expresar la ira a través de la agresividad depende de las conductas que
hayamos aprendido a lo largo de nuestra vida.
Sin embargo, existen otras conductas en la gestión de la ira que no están
orientadas a la destrucción del obstáculo sino a la resolución de problemas.
La psicología recomienda manifestar alguna manera la ira, para evitar
3. terminar en sufrimiento. Cabe destacar que hay muchas formas no violentas
de canalizar un sentimiento negativo; actividades tan sanas como la práctica
de algún deporte o tan enriquecedoras como el estudio de música y la
ejecución de un instrumento representan algunas de las decisiones más
adecuadas para convertir la ira en algo positivo.
Localización de la ira en el cerebro
Se conoce como sistema límbico al conjunto de estructuras del encéfalo
con límites difusos que están especialmente conectadas entre sí y cuya
función tiene que ver con la aparición de los estados emocionales o con
aquello que puede entenderse por "instintos". El miedo, la felicidad o la rabia,
así como todos los estados emocionales llenos de matices, tienen su
principal base neurológica en esta red de neuronas.
Es por ello que, en el centro de la utilidad del sistema límbico están las
emociones, aquello que vinculamos con lo irracional. No obstante, los
resultados de lo que ocurre en el sistema límbico afectan a muchos procesos
que, hipotéticamente, no hay por qué asociarlos con la cara emotiva del ser
humano, como la memorización y el aprendizaje.
Cabe destacar que el sistema límbico es una de las redes de neuronas
más interesantes e importantes a la hora de estudiar el comportamiento
humano, ya que es una de las partes del cerebro con un papel más relevante
en la aparición de los estados de ánimo, esta es la razón por la cual es
llamado "el cerebro emocional".
Influencias del aprendizaje
El filósofo inglés Bentham, presentó la idea de una manera de calcular la
felicidad basándose en una clasificación de criterios para diferenciar el dolor
4. del placer. Bajo esta hipótesis, se puede saber lo útil o poco útil de cada
situación, dependiendo de lo feliz que nos haga según esta fórmula.
Resumiendo, se puede decir que, de un modo similar al que proponía
Bentham, el sistema límbico es algo así como el juez que determina lo que
merece ser aprendido y de qué modo ha de ser memorizado dependiendo de
las sensaciones placenteras o dolorosas que nos produce cada situación.
Es decir, que del sistema límbico depende el modo en el que se aprende
el valor positivo o negativo de cada una de las experiencias que se viven.
Pero, además, el modo en el que el sistema límbico influya en nuestra
manera de aprender irá teniendo repercusiones en nuestra personalidad.
Modificaciones y tolerancia
Las personas utilizan una variedad de procesos conscientes e
inconscientes para lidiar con sus sentimientos de enfado. Los tres
principales son expresar, reprimir y calmarse. Expresar los sentimientos de
enfado de manera asertiva es lo más adecuado. Para ello hay que aprender
a dejar claro cuáles son nuestras necesidades, y cómo conseguir resolverlas
sin herir al otro. Ser asertivo no significa ser agresivo o exigente, significa ser
respetuoso con uno mismo y con los demás.
La ira puede ser suprimida, para poder convertirla o redirigirla. Esto ocurre
cuando dejamos de focalizar nuestro sentimiento de enfado y tratamos de
centrarnos en algo positivo. El objetivo es inhibir o reprimir la rabia y
convertirla en un comportamiento más constructivo. El peligro en este tipo de
respuesta es que si no se permite su expresión externa, la ira puede volverse
contra uno mismo. La ira hacia adentro puede causar hipertensión, presión
arterial alta o depresión. También puede crear otros problemas o
expresiones patológicas de la ira, tales como el comportamiento pasivo-
agresivo (vengarse de las personas indirectamente, sin decirles por qué, en
5. lugar de enfrentarlos a la cara). O una personalidad que parece cínica y
hostil. Las personas que están constantemente molestando a los demás,
criticando todo y haciendo comentarios cínicos no han aprendido a expresar
su ira de manera constructiva. Esto hace poco probable que tengan muchas
relaciones exitosas.
Características del niño con baja tolerancia a la frustración
• Dificultad para controlar las emociones.
• Muy bajo umbral de frustración.
• Muy baja tolerancia a la frustración.
• Baja capacidad de flexibilidad y adaptabilidad.
• Tendencia a pensar de forma muy radical: sólo blanco o negro.
• Persistencia de la inflexibilidad y mala respuesta a la frustración a
pesar de un alto nivel de motivación.
• Episodios explosivos por motivos triviales.
Es importante entender que para un niño con baja tolerancia a la
frustración es difícil responder correctamente a las demandas que le
hacemos los adultos.
Trastornos comunes
Trastorno explosivo intermitente
El trastorno explosivo intermitente es un trastorno del control de impulsos
en que la persona que lo padece sufre de episodios repetidos
de comportamiento impulsivo, agresivo y violento o explosiones verbales
6. enojadas en las que el afectado reacciona bruscamente y de manera
desproporcionada a la situación.
Las conductas agresivas, el abuso doméstico, tirar o romper objetos, o
bien otros signos de pataletas pueden ser síntomas de trastorno explosivo
intermitente.
Un pequeño incidente puede desencadenar este episodio de agresividad
desmedida, pasando después a un estado de ánimo deprimido y de culpa o
de cansancio o alivio.
Entre explosiones explosivas, la persona puede estar irritable, impulsiva,
agresiva o enojada.
Uno de los costes más frecuentes es el daño que causa a las relaciones
personales, y precisamente a las relaciones que tienen más valor para la
persona como son la familia, la pareja y los amigos.
Enfado crónico
El enfado crónico es un estado de ira permanente que se aplaca y se
agrava según las circunstancias pero que siempre está ahí. Son personas
que nos hacen pensar que su forma de ser es estar enfadados ya sea con
los demás o con uno mismo.
Estas personas tienen muchas dificultades en sus relaciones sociales
porque pasan la mayor parte del tiempo enfadadas y descargan su energía
negativa y su mal humor con los demás.
Si la persona vive enfadada consigo misma de manera crónica,
experimenta una lucha interior constante que produce un gran desgaste
personal.
Son estados en los que las emociones y los pensamientos negativos nos
tienen completamente controlados.
En ocasiones, la ira crónica se debe a desencadenantes externos que han
provocado que acaben siendo de esa manera.
Sin embargo, hay personas que debido a un aprendizaje erróneo la única
expresión emocional que se permiten expresar es la ira. El hecho de sólo
7. permitirnos expresar la emoción de ira provoca un desequilibrio, ya que al no
poder expresar la emoción genuina (tristeza o miedo), esta se va
acumulando y por más que expresemos rabia, nunca desaparece el
malestar, convirtiéndose en un enfado crónico.
En este caso el enfado crónico está relacionado con la creencia errónea
que asocia mostrar tristeza o miedo con debilidad ante los demás o ante uno
mismo, mientras que mostrar ira se asocia a un sentimiento de fortaleza.
Tratamiento a estas reacciones
De forma más concreta, los objetivos que se persiguen en el tratamiento
de la ira y de las conductas agresivas son los siguientes:
* Mejorar el conocimiento sobre las emociones y en concreto sobre la
ira para facilitar la comprensión del problema.
* Conocer la naturaleza de la agresividad así como el ciclo que
caracteriza su presencia en las relaciones humanas.
* Dotar a la persona de técnicas de relajación para controlar la
activación fisiológica y emocional asociada a la experiencia de ira.
* Proporcionar estrategias externas y de control de pensamiento para
reducir los estímulos y situaciones que actúan como desencadenantes.
* Modificar los pensamientos y actitudes disfuncionales asociados a la
ira para desarrollar un patrón de pensamiento alternativo y funcional que
permita poner en marcha conductas más adaptativas y la vivencia de
emociones más ajustadas.
* Aprender formas de comunicación asertiva de cara a sustituir la
agresividad como forma de lograr objetivos.
* Desarrollar un plan de prevención de situaciones futuras difíciles.