El documento describe las cuatro dimensiones de la sexualidad humana: la dimensión biológica, que incluye factores anatómicos y hormonales; la dimensión psicológica, que comprende los aspectos intelectuales y afectivos; y la dimensión social, que abarca la influencia de la familia, educación y cultura. Cada dimensión juega un papel fundamental en cómo las personas experimentan y expresan su sexualidad.