Las anomalías congénitas afectan a uno de cada 33 recién nacidos y causan discapacidades en 3.2 millones de personas cada año. Aproximadamente 270,000 recién nacidos mueren cada año debido a anomalías congénitas. Un diagnóstico preciso requiere una historia clínica detallada, examen físico, estudios de imagen y pruebas complementarias como cariotipo y ensayos genómicos. El tratamiento y consejo genético dependen del diagnóstico específico.