El Diseño Universal para el Aprendizaje (DUA) surgió en la década de 1990 con el objetivo de asegurar que todos los estudiantes puedan acceder a los contenidos educativos. Se basa en los hallazgos de la neurociencia y propone nueve principios para ofrecer múltiples formas de percepción, acción, expresión y compromiso. Actualmente, la normativa chilena indica que los docentes deben aplicar progresivamente los tres principios del DUA a través de estrategias innovadoras y co-enseñanza entre pares