El edema agudo pulmonar se produce por un desequilibrio entre la presión hidrostática y osmótica que causa acumulación de líquido intersticial y alveolar. Su diagnóstico clínico se basa en la presencia de disnea, taquipnea, tos con esputo de color salmón, cianosis y otras señales. Exámenes como la gasometría arterial, electrocardiograma, ecocardiograma y cateterización de la arteria pulmonar ayudan a determinar la causa y grado del edema.