El documento critica el actual sistema educativo y propone una educación alternativa. Argumenta que las escuelas deben preparar a los estudiantes para el tipo de sociedad en la que quieren vivir, no solo para el trabajo. También debe enseñarles a ser dueños activos de sus capacidades y desarrollar su potencial creativo, mientras protegen su ambiente y cultura a través de la participación y la solidaridad. La educación debe ser descentralizada, contextualizada y flexible para comunidades locales e indígenas.