Ser optimista nos ayuda a enfrentarnos a los problemas y dificultades de una manera distinta, el optimista considera que los fracasos se pueden cambiar si lo volvemos a intentar, por el contrario el pesimista se deprime y se hecha la culpa por no lograrlo. El pesimismo cierra las puertas al cambio, comunica derrota y baja la autoestima