El documento presenta los resultados de una encuesta sobre el consumo de alcohol entre adolescentes. Según la encuesta, el 95% de los encuestados ha consumido alcohol en alguna ocasión, principalmente por diversión o porque sus amigos también lo hacen. El consumo frecuente de alcohol se da sobre todo en reuniones con amigos. Además, la mayoría cree que el consumo de alcohol lleva a otras adicciones y considera que es un problema social que requiere medidas urgentes dado su acceso y normalización entre los jóvenes.
1. Espacio curricular:
Proyecto de investigación e intervención
comunitaria
Integrantes:
Kevin Aguilar, Agustín Vargas, Bruno
Moreno, Jesús Ponce
Curso: 3º 2º Ciencias Naturales
Colegio Nº 751 “Dr. Luis Federico Leloir”
2. El alcoholismo es una enfermedad crónica y
progresiva que deriva de la ingestión
excesiva y no controlada de alcohol, el cual
se encuentra en todas las bebidas
alcohólicas en mayor o menor grado.
3. El alcohol produce sobre el organismo un efecto tóxico
directo y un efecto sedante; además, la ingestión
excesiva de alcohol durante periodos prolongados
conduce a carencias en la nutrición. El alcohol se
incorpora rápidamente al torrente sanguíneo, a nivel
del Sistema Nervioso Central, provoca depresión de
las funciones de autocontrol y autocrítica, disminuye
la coordinación motriz y afecta la respiración y la
circulación.
4. Los efectos crónicos pueden ser:
Trastornos severos de la conducta y de
la comunicación, tanto afectiva como social
Disminución de las facultades mentales y
obsesión por la ingesta de alcohol
Trastornos en la sexualidad
Lesiones orgánicas, como
gastritis, úlceras, pancreatitis aguda y
crónica, cirrosis hepática, infertilidad, etc..
5. Los efectos del síndrome de abstinencia son:
Delirium tremens:
• desorientación (confusión mental);
• hiperactividad;
• fiebre;
• insomnio;
• deshidratación (sudoración);
• taquicardia.
Convulsivo:
• convulsiones violentas intercaladas con períodos pasivos.
Alucinación alcohólica:
• delirium tremens;
• alucinaciones pronunciadas (en especial auditivas);
• temor;
• los restantes signos del delirium tremens.
Estupor y coma alcohólico:
• hábito alcohólico;
• somnolencia.
6. Es una persona que sufre una enfermedad, esta persona
no puede mantener su forma de beber bajo
control, aunque le haga daño a su salud, a su empleo, a
su mente y familia.
El alcohólico se caracteriza por depender del
alcohol, tanto física como psíquicamente, y la
incapacidad de detenerse o abstenerse. La falta de la
bebida le provoca síntomas de abstinencia.
7. “No”. Es importante diferenciar entre una intoxicación
aguda y el alcoholismo como dependencia del alcohol.
Un período aislado de embriaguez no hace a un sujeto
alcohólico.
8. Señales Típicas:
Promesas de tomar menos.
Discusiones sobre la bebida.
Acusaciones y negaciones sobre los hábitos de beber.
Perdidas de conciencia.
No hacer caso o evitar responsabilidades.
El adicto a la bebida no puede recordar lo que pasó
mientras estaba bebiendo.
Ansiedad.
Temores.
9. Por las características propias de la adolescencia.
Sabemos que es un período de inestabilidad, de
búsqueda y de cambios. El joven en este momento
de su vida esta convencido de tener la razón en
todo, y que la realidad es tal y como él mismo la
percibe.
10.
11. El alcohol es adictivo para todos y cuando se inicia
su consumo antes de los 18 años aumenta 5 veces la
probabilidad de que se genere una adicción.
Los adolescentes corren un riesgo mayor que los
adultos a desarrollar enfermedades.
Los adolescentes que abusan del alcohol son 4
veces más vulnerables a la depresión severa.
El consumo de alcohol entre adolescentes ha
sido asociado con muertes por suicidio y accidentes
de tránsito.
Al ser un depresor del sistema nervioso
central, lentifica funciones cognoscitivas (percepción
y juicio), motoras (equilibrio y reflejos), y
emocionales (sensatez y madurez).
12. El alcohol afecta la absorción de nutrientes en el intestino
delgado siendo esto contraproducente para el período de
crecimiento en el que se encuentran los adolescentes.
El alcohol incrementa la vulnerabilidad de los jóvenes frente al
consumo de otras sustancias adictivas.
Existe una correlación importante entre el consumo de alcohol
y la violencia. Como efecto de la embriaguez no se piensa en
las consecuencias de los actos o estas dejan de importar y el
bloqueo de las funciones frontales del cerebro incrementa la
agresividad.
El inicio de consumo de alcohol en la adolescencia
incrementa 4 veces la probabilidad de padecer trastornos de
personalidad e incrementa al doble el riesgo de ser alcohólico
antes de los 24 años.
13.
14. Cuando afecta la salud, las
relaciones sociales, el desempeño
académico o laboral y en general, la
vida de la persona que bebe o de las
personas que le rodean.
En síntesis,
cuando se pasa del uso al abuso.
15.
16. Aprendamos a decir no. Más que un bien le hacemos un daño a
nuestros hijos cuando les damos todo lo que quieren. Motivamos el
inmediatismo, la falta de esfuerzo y le damos a la satisfacción un papel
muy peligroso.
Pongamos límites claros, expongamos razones que justifiquen las
normas, no respondamos simplemente “porque no” o “porque si”.
Pongamos sanciones que realmente les hagan percibir que se han
equivocado y que eso tiene un precio. No nos excedamos en el castigo
y elijamos privarlos o ponerles algo que realmente les afecte.
Conozcamos a nuestros hijos y su entorno. Sepamos a dónde van, con
quién salen y qué hacen. Pero tengamos cuidado en no excedernos
acosando a nuestro hijo o a sus amigos, la intensión no es
entrometerse en las relaciones sino tener información importante.
Ante el primer evento de embriaguez pongamos sanciones que les
permitan apreciar las graves consecuencias de su conducta. La
primera vez dará la pauta para que el joven decida si lo hace o no
nuevamente.
17. Hablemos con ellos de lo que sentimos, de lo que pensamos, de
lo que deseamos, involucrémoslos en nuestra vida y del mismo
modo involucrémonos en la de ellos.
Lleguemos primero… Anticipémonos ante situaciones
potencialmente problemáticas.
Hablemos con claridad. Expresemos nuestra postura y
expectativas sin usar gritos, sin dar cantaleta y sin agredirlos.
Corrijamos malos hábitos y comportamientos, enseñándoles a
asumir su responsabilidad.
Ofrezcámosles alternativas positivas.
Asignémosles responsabilidades de acuerdo a su edad.
Seamos adultos confiables, no nos horroricemos con lo que
nos cuentan y aprovechemos para orientar en el momento
justo. Establezcamos redes de apoyo con padres y
amigos, denunciemos irregularidades y estemos alerta con
conductas potencialmente peligrosas.
18. Es importante no considerar de forma aislada a los
jóvenes del contexto social en que se
desenvuelven, sino a ambos conjuntamente, para
tener siempre presente los respectivos elementos
del sistema: jóvenes, familia, escuela, y barrio o
municipio y actuar conjuntamente sobre todos ellos.
19. Así podíamos considerar diferentes
actitudes o pautas de actuación frente al
problema, entre los que destacarían:
Diseñar programas de educación, en los que se
incida no sobre los efectos negativos del consumo
alcohólico, sino sobre los efectos positivos del no
consumo.
20. Formular objetivos para evitar la desconexión de los adolescentes
de los sistemas de contexto, sobre todo educativo, modificar las
creencias de adolescentes y jóvenes sobre el alcohol.
Actuar sobre los espacios físicos por donde se mueve la
juventud, revisando su diseño. Así podemos:
Ceder lugares donde creemos espacios lo más parecidos a los
bares y ponerlos en manos de grupos o entidades no controlados
por la Administración, que les dé más libertad.
Estimular programas que comporten la presencia de educadores
en lugares que ellos frecuentan.
Obligar a los bares a crear espacios alejados de la barra y con un
volumen de música reducido que permita la comunicación y la
organización de actividades atractivas que concentren el tiempo
de ocio y diversión.
Incidir en la importancia de la familia como factor regulador del
consumo y como medio de información.
Por último, estimular el debate entre las diversas fuerzas políticas
para la creación de diversos programas juveniles de control y
prevención de las adicciones.
23. ¿Cuáles son tus motivos?
140
120
100
80
60
40
20
0
Los demas lo hacen
Por diversión
Me gusta
Los demas lo hacen Por diversión Me gusta
Series1 51 93 136
24. 250 228
200
150
100
39
50
11 7
0
Nunca Solo en reuniones 2o3 veces por Frecuentemente
con amigos semana
30. Conclusión
Desde nuestro punto de vista, consideramos a “el alcohol en los
jóvenes” como una problemática social que se debe tratar
urgentemente. En la actualidad las bebidas alcohólicas están al
acceso de cualquier adolescente y lo que es mas preocupante es
que se toma como naturalidad, con amparo de familias y la
sociedad, a demás de desconocer las problemáticas que conlleva
este consumo tempranero.
Además, según las encuestas realizadas, en la actualidad el consumo
va incrementando y en muchos de los casos lleva a otras adicciones
como la marihuana, el cigarro, las pastillas entre otras. Estos rasgos
que incorporan los adolescentes son de los ejemplos que les da una
sociedad en donde los excesos con las bebidas alcohólica son
normales, por lo que creemos que se deben tomar medidas globales
para este tipo de problemáticas si se la quiere erradicar. No
solamente la ingesta descontrolada de alcohol es negativa para la
persona y la sociedad, cuando el uso se convierte en abuso (el
cigarrillo, el alcohol, etc.) es de esperarse que conllevara
consecuencias dramáticas.