El documento describe la profecía bíblica del segundo éxodo, en el que la descendencia de Abraham, Isaac y Jacob será recogida de entre las naciones a donde fueron esparridos y regresará a la tierra prometida de Israel. Se citan varios pasajes bíblicos que predicen este evento y que los muertos serán resucitados para recibir su heredad en la tierra. Finalmente, Jesucristo restablecerá el reino de Israel en la tierra prometida para siempre.

1. Vive el Eterno, que hizo subir a la descendencia de Israel de la tierra del norte, y de todas las
tierras adonde los había arrojado; y los volverá a su tierra, la cual di a sus padres.
(Irmeyaju 16:15)
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El Segundo Éxodo
El pueblo hebreo nació, creció y vivió en Egipto para luego salir de el y ser llevado a la tierra prometida a Abraham, Itzjaq y Iaacob. Una vez en la tierra prometida se formó el Reino de Israel. Pero por causa de la desobediciencia del pueblo hebreo este reino fue destruído. Sin embargo el Eterno prometió darle la tierra prometida a la descendencia de Abraham, Itzjaq y Iaacob para siempre. El Eterno no cambia y siempre cumple sus promesas. La descendencia de Abraham, Itzjaq y Iaacob fue esparcida por toda la tierra. Por lo tanto esta descendencia tiene que regresar a la tierra prometida. Este regreso está profetizado y es lo que lo que se conoce como el segundo éxodo. Pués la descendencia de Abraham, Itzjaq y Iaacob será sacada de las naciones a donde fueron y regresarán a a la tierra prometida.
Lamentablemente, debido a doctrinas religiosas, muchos desconocen esto. Los siguientes textos bíblicos son prueba de este segundo éxodo. Un éxodo muchísimo más grande y glorioso que el primero en donde el Eterno se glorificará delante de todas las naciones.
Iejezquel 39:25-29
(25) Por tanto, así ha dicho Mi Señor, el Eterno: Ahora volveré la cautividad de Iaacob, y tendré misericordia de toda la descendencia de Israel, y me mostraré celoso por mi sagrado nombre.
(26) Y ellos sentirán su vergüenza, y toda su rebelión con que transgredieron contra mí, cuando habiten en su tierra con seguridad, y no haya quien los espante;
(27) cuando los saque de entre los pueblos, y los reúna de la tierra de sus enemigos, y sea consagrado en ellos ante los ojos de muchas naciones.
(28) Y sabrán que yo soy el Eterno su Elojím, cuando después de haberlos llevado al cautiverio entre las naciones, los reúna sobre su tierra, sin dejar allí a ninguno de ellos.
(29) Ni esconderé más de ellos mi rostro; porque habré derramado de mi espíritu sobre la descendencia de Israel, dice Mi Señor, el Eterno.
Ieshayaju 27:12-13
(12) Acontecerá en aquel día, que trillará el Eterno desde el río Eufrates hasta el río de Egipto, y vosotros, hijos de Israel, seréis recogidos uno a uno.
(13) Acontecerá también en aquel día, que se tocará con gran shofar, y vendrán los que habían sido esparcidos en la tierra de Asiria, y los que habían sido desterrados a Egipto, y adorarán al Eterno en el monte sagrado, en Ierushálaim.
Matiyaju 24:31
(31) Y enviará sus mensajeros con gran voz de shofar, y juntarán a sus escogidos, de los cuatro vientos, desde un extremo del cielo hasta el otro.
Devarim 30:3-5
(3) entonces el Eterno hará volver a tus cautivos, y tendrá misericordia de ti, y volverá a recogerte de entre todos los pueblos adonde te hubiere esparcido el Eterno tu Elojím.
(4) Aun cuando tus desterrados estuvieren en las partes más lejanas que hay debajo del cielo, de allí te recogerá el Eterno tu Elojím, y de allá te tomará;
(5) y te hará volver el Eterno tu Elojím a la tierra que heredaron tus padres, y será tuya; y te hará bien, y te multiplicará más que a tus padres.

2. Vive el Eterno, que hizo subir a la descendencia de Israel de la tierra del norte, y de todas las
tierras adonde los había arrojado; y los volverá a su tierra, la cual di a sus padres.
(Irmeyaju 16:15)
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Ieshayaju 11:12
(12) Y levantará bandera a las naciones, y juntará los desterrados de Israel, y reunirá los esparcidos de Iehudá de los cuatro confines de la tierra.
Iejezquel 37:21
(21) y les dirás: Así ha dicho Mi Señor, el Eterno: He aquí, yo tomo a los hijos de Israel de entre las naciones a las cuales fueron, y los recogeré de todas partes, y los traeré a su tierra;
Las Escrituras son claras y consistentes, no existe tal cosa como "el arrebatamiento de la Iglesia" ni "vivir en el cielo". Así como el Rey David unificó a las doce tribus de Israel en un reino unido, así también el Hijo de David (el Mesías- que quiere decir Rey Ungido de Israel) buscará a toda la descendencia de Abraham, Iztjaq y Iaacob esparcida por toda la tierra y la traerá de vuelta a la tierra promedita para restablecer el reino de Israel por siempre en la tierra prometida a Abraham, Itzjaq y Iaacob. Shaúl el emisario dijo:
Maase haShelujím 26:6-8
(6) Y ahora, por la esperanza de la promesa que hizo el Eterno a nuestros padres soy llamado a juicio;
(7) promesa cuyo cumplimiento esperan que han de alcanzar nuestras doce tribus, sirviendo constantemente al Eterno de día y de noche. Por esta esperanza, oh rey Agripa, soy acusado por los de Judea.
(8) ¡Qué! ¿Se juzga entre vosotros cosa increíble que el Eterno resucite a los muertos?
1 Tesalonicenses 4:13-17
(13) Tampoco queremos, hermanos, que ignoréis acerca de los que duermen, para que no os entristezcáis como los otros que no tienen esperanza.
(14) Porque si creemos que Iehshúa murió y resucitó, así también traerá el Eterno con Iehshúa a los que durmieron en él.
(15) Por lo cual os decimos esto en palabra del Adón: que nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta la venida del Adón, no precederemos a los que durmieron.
(16) Porque el Adón mismo con voz de mando, con voz de príncipe de los mensajeros, y con shofar de Elojím, descenderá del cielo; y los muertos en Mashíaj resucitarán primero.
(17) Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Adón en el aire, y así estaremos siempre con el Señor.
El profeta Daniel habló de lo mismo como puede observarse en los siguientes textos:
Daniel 12:1-2
(1) En aquel tiempo se levantará Mikael, el gran príncipe que está de parte de los hijos de tu pueblo; y será tiempo de angustia, cual nunca fue desde que hubo gente hasta entonces; pero en aquel tiempo será libertado tu pueblo, todos los que se hallen escritos en el libro.
(2) Y muchos de los que duermen en el polvo de la tierra serán despertados, unos para vida eterna, y otros para vergüenza y confusión perpetua.

3. Vive el Eterno, que hizo subir a la descendencia de Israel de la tierra del norte, y de todas las
tierras adonde los había arrojado; y los volverá a su tierra, la cual di a sus padres.
(Irmeyaju 16:15)
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Daniel 12:13
(13) Y tú irás hasta el fin, y reposarás, y te levantarás para recibir tu heredad al fin de los días.
Los muertos son resucitados para recibir su heredad la cual es la tierra prometida. El Hijo de David, Iehshúa el Mashíaj, restablecerá el trono de David, el trono del Eterno. Los sigueintes textos bíblicos profetizan acerca de este momento glorioso para toda la humanidad.
Daniel 7:13-14
(13) Miraba yo en la visión de la noche, y he aquí con las nubes del cielo venía uno como un hijo de hombre, que vino hasta el Anciano de días, y le hicieron acercarse delante de él.
(14) Y le fue dado dominio, gloria y reino, para que todos los pueblos, naciones y lenguas le sirvieran; su dominio es dominio eterno, que nunca pasará, y su reino uno que no será destruido.
Lucas 1:31-33
(31) Y ahora, concebirás en tu vientre, y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre Iehshúa.
(32) Este será grande, y será llamado Hijo del Altísimo; y Elojím, el Eterno, le dará el trono de David su padre;
(33) y reinará sobre la descendencia de Iaacob (Israel) para siempre, y su reino no tendrá fin.
El texto bíblico más claro acerca de esta gran profecía está en los escritos de el profeta Iejezquel.
Iejezquel 37:21-28
(21) y les dirás: Así ha dicho Mi Señor el Eterno: He aquí, yo tomo a la descendencia de Israel de entre las naciones a las cuales fueron, y los recogeré de todas partes, y los traeré a su tierra;
(22) y los haré una nación en la tierra, en los montes de Israel, y un rey será a todos ellos por rey; y nunca más serán dos naciones, ni nunca más serán divididos en dos reinos.
(23) Ni se contaminarán ya más con sus ídolos, con sus abominaciones y con todas sus rebeliones; y los salvaré de todas sus rebeliones con las cuales pecaron, y los limpiaré; y me serán por pueblo, y yo a ellos por Elojím.
(24) Mi siervo David será rey sobre ellos, y todos ellos tendrán un solo pastor; y andarán en mis mishpatím, y mis jukím guardarán, y los pondrán por obra.
(25) Habitarán en la tierra que di a mi siervo Iaacob, en la cual habitaron vuestros padres; en ella habitarán ellos, sus hijos y los hijos de sus hijos para siempre; y mi siervo David será príncipe de ellos para siempre.
(26) Y haré con ellos pacto de paz, pacto perpetuo será con ellos; y los estableceré y los multiplicaré, y pondré mi mikdash entre ellos para siempre.
(27) Estará en medio de ellos mi mishkán, y seré a ellos por Elojím, y ellos me serán por pueblo.
(28) Y sabrán las naciones que yo el Eterno consagro a Israel, estando mi mishkán en medio de ellos para siempre.
¿Dónde estará la descendencia de Abraham, Itzjaq y Iaacob cuando sea recogida de entre las naciones a las cuales fueron esparcidos? ¿En el cielo o en la tierra? Este gran regreso de la descendencia de Abraham, Itzjaq y Iaacob a la tierra prometida es el Segundo Éxodo.
¿Cuándo ocurrirá?

4. Vive el Eterno, que hizo subir a la descendencia de Israel de la tierra del norte, y de todas las
tierras adonde los había arrojado; y los volverá a su tierra, la cual di a sus padres.
(Irmeyaju 16:15)
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Maase haShelujím 1:6-7
(6) Entonces los que se habían reunido le preguntaron, diciendo: Adón, ¿restaurarás el reino a Israel en este tiempo?
(7) Y les dijo: No os toca a vosotros saber los tiempos o las sazones, que el Padre puso en su sola potestad;
Acordaos de las cosas pasadas desde los tiempos antiguos; porque yo soy Elojím, y no hay otro Elojím, y nada hay semejante a mí, que anuncio lo por venir desde el principio, y desde la antigüedad lo que aún no era hecho; que digo: Mi consejo permanecerá, y haré todo lo que quiero;
(Ieshayaju 46:9-10)