El trastorno esquizotípico de la personalidad se caracteriza por un patrón general de déficit sociales e interpersonales, distorsiones cognoscitivas o perceptivas, y comportamientos excéntricos. Las personas con este trastorno sienten ansiedad en situaciones sociales y tienden a ser recelosas, interpretando de forma incorrecta los hechos y creyendo en poderes especiales. El trastorno comienza en la edad adulta temprana y se observa en diferentes contextos.