Las pizarras digitales interactivas pueden tener un impacto positivo en el aprendizaje de los estudiantes si los profesores reciben capacitación técnica y pedagógica en su uso, y desarrollan materiales didácticos interactivos. Sin embargo, su uso efectivo requiere un cambio cultural hacia formas más interactivas de enseñanza y aprendizaje. En Chile, su adopción ha sido limitada, especialmente en la educación superior, a pesar de evidencia de sus beneficios potenciales.