Este documento discute cómo los estudiantes del futuro deben ser preparados tomando en cuenta competencias como la comunicación, habilidades sociales, pensamiento crítico y tecnológico. Argumenta que los maestros deben guiar a los estudiantes en el uso ético y crítico de la tecnología para que puedan adaptarse a los cambios y resolver problemas en la sociedad. También enfatiza la importancia de enseñarles a ser autocríticos para que puedan discernir entre las ventajas y desventajas de los avances tecnológicos