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Ensayo sobre la segunda parte del libro de psicología clínica de ivan n. mensh del tema una breve historia de la psicología clínica
1. Universidad de Guayaquil
Facultad de Ciencias Psicológicas
Psicología Clínica
Nombre: José Falconi Pólit Fecha: 26 de mayo del 2014
Curso: 210 M2
1. Ensayo sobre la segunda parte del libro de Psicología Clínica de Ivan
N. Mensh del tema “Una breve historia de la psicología clínica”
La psicología clínica, surgió a comienzos del siglo XIX, los orígenes de la
psicología clínica pueden encontrarse en las tradiciones psicométricas y
dinámicas de la psicología, se estudia al psicólogo en el marco de la clínica
psicológica, la orientación infantil, los hospitales para enfermos mentales, las
instituciones para los deficientes mentales y los comienzos de la psicología como
profesión.
Para hablar de los orígenes de la psicología clínica primero hay que hablar de la
tradición psicométrica en la psicología, esta tradición es una de las fuentes de las
cuales nació la psicología clínica y fue a su vez una parte de la tradición científica
del siglo XIX.
Cuando un psicólogo clínico insiste en la objetividad y en la necesidad de mayores
investigaciones muestra la influencia de dicha tradición la misma que avanzó con
Galton, pasando por Binet y Terman, cumplió con la exigencia de que si se quería
que la psicología se convirtiese en una ciencia debía compartir con las otras el
respeto por la medición cuantitativa.
La psicometría, como herramienta de la psicología clínica, empieza con la lucha
por el problema de las diferencias individuales, él y sus discípulos hicieron mucho
para sentar las bases de la investigación de la aptitud, mediante el uso de las
observaciones del desempeño de un individuo como información sobre las
diferencias individuales. Fundó de ese modo las pruebas mentales.
La mayoría de las investigaciones de la época se ocupaban de simples funciones
sensoriomotrices y asociativas, y se basaban en la suposición de que la
inteligencia podía ser reducida a sensaciones y a velocidad motriz, intento que,
como ahora se sabe, estaba condenado al fracaso. Es probable que la prueba de
mayor influencia en las tendencias de la psicología clínica fuese la Revisión
Terman de la Escala de Binet. En rigor, durante años la principal tarea del
psicólogo clínico consistió en administrar el Stanford-Binet.
2. Los tests de ejecución, tan necesarios para el trabajo con las deficiencias del
lenguaje, son en realidad anteriores al Stanford- Binet. Las tablas de formas de
Seguin, Witmer y Idealy, y otros tests de ejecución, ya tenían uso clínico. Aunque
no faltaban las normas, no estaban desarrolladas, y las instrucciones daban gran
valor al lenguaje. Se sentía la falta de una batería de tests de ejecución que
abarcaran una variedad de funciones y no dependieran tanto del lenguaje. Entre
los primeros que aparecieron y lograron una aceptación bastante general se
cuenta la Escala de Tests de ejecución Pintner-Paterson. En ella se incluían varias
tablas de formas, un test de construcción de un maniquí y de facciones de un
perfil, uno de completamiento de dibujos, uno de sustitución y uno de imitación de
los cubos.
Otro paso importante fue el desarrollo de tests colectivos, impulsado por la
necesidad de tomar pruebas a grandes cantidades de reclutas durante la Primera
Guerra Mundial. Este programa de tests lo describe con todo lujo de detalles
Yerkes. La necesidad de evaluar rápidamente una gran cantidad de hombres
proporcionó el impulso necesario para un amplio desarrollo. La escala Alfa para
reclutas letrados de habla inglesa, y la escala Beta para reclutas analfabetos y
para los que no hablaban inglés, se desarrollaron con rapidez, a tono con esas
exigencias. La Hoja de Datos Personales Woodworth, la primera de una larga
línea de inventarios para evaluar la psiconeurosis, fue también un producto de las
necesidades militares y tanto éxito tuvieron estas pruebas en lo referente a
superar los prejuicios que se les oponían, tanto en el campo de la psicología como
entre el público en general, que después de la guerra apareció un verdadero
torrente de tests colectivos.
Una importante fuente de influencia, que contribuyó al crecimiento de la psicología
clínica, fueron el pensamiento y los escritos del “grupo de Boston”, que promulgó
la “nueva psicología”: William James, G. Stanley Hall y sus colaboradores. Aunque
en modo alguno se los puede calificar de psicólogos clínicos, su pensamiento se
encontraba mucho más cerca del movimiento de la psicología clínica y de la
psiquiatría progresista que el punto de vista estructural de Titchener.
La psiquiatría de la época se ocupaba fundamentalmente de la patología y de la
búsqueda de una explicación de las perturbaciones mentales en el proceso de la
enfermedad. Kraepelin introdujo claridad mediante su clasificación de las
enfermedades mentales, pero a expensas de una comprensión más profunda
basada en los síntomas y de carácter principalmente descriptivo, su clarificación
sirvió para reducir y aun para anular en quienes la usaban el ansia de comprender
la dinámica psicológica.
La influencia de James se expresó ante todo en sus Principios de Psicología
publicada en 1890, y en menor grado, en Las variedades de la experiencia
religiosa publicada en 1902. Estas dos obras están tan alejadas del pensamiento
psicológico predominante en su época que merecen ser consideradas como
importantes contribuciones prefreudianas al surgimiento de la orientación
psicodinámica. La elección del término dinámica en este contexto no es ociosa, ni
3. una expresión de deseos. El propio James usó el vocablo para distinguir su punto
de vista del enfoque estructural de Titchener. William James era un defensor de
ideas no regimentadas y debe ser considerado como un brillante y excéntrico
antecesor colateral de los psicólogos clínicos que vinieron después.
Otro de los precursores en E.U.A., fue G. Stanley Hall que fue el propagandista
que brindó a Freud su primer auditorio académico, que dictó cursos de psicología
freudiana a partir de 1908 y cuya presión para que se la tomara en cuenta
continuó a lo largo de toda la vida; Hall, que influyó sobre Cowles para que
fundara en el hospital McLean el laboratorio psicológico que tuvo luego como
directores a Hoch, Franz, Wells y Lundholm; Hall, que con su interés en el estudio,
entonces incipiente del niño, estimuló a Adolí Meyer a escribir su primer trabajo
sobre un tema psiquiátrico Mental Abnormalities in Chilclren during Primary
Education.
Hall y sus discípulos efectuaron los primeros trabajos sobre la debilidad mental
cuya valentía en el manejo del problema sexual fue muy útil para derribar las
primeras barreras que se oponían a su consideración, facilitando así en gran
medida el manejo de este y otros problemas conexos mediante las prácticas de
orientación infantil; Hall obtuvo tantos éxitos en el desarrollo del método Binet en
Estados Unidos y cuyo discípulo Gesell tanto hizo por otros aspectos de la
psicología del desarrollo.
El psicólogo en la orientación del niño es otra vertiente que confluyó en ese
torrente que es la psicología clínica actual nació del denominado movimiento de
orientación infantil. Un psiquiatra, William Healy, fue su figura más importante.
Los comienzos de dicho movimiento nacieron de la convicción de que la conducta
antisocial era tratable por medios psiquiátricos. Una doctrina luego desechada que
iba de la mano de esa convicción era el acento en la patología. De ahí que la
primera clínica de orientación infantil, en la época de su fundación en Chicago, en
1909, fuese llamada Instituto Psicopático Juvenil.
El psicólogo en los hospitales de enfermedades mentales se dio por la
importancia del Hospital McLcan, de. Waverly, Massachu- sets en especial fue por
el doctor Eclward Cowles, un ex cirujano del ejército de la Unión que años más
tarde siguió algunos cursos aislados de psicología en el Johiis Hopldns. En
muchos sentidos fue un hombre que se adelantó a su época. Estimuló las
investigaciones y llevó a ese hospital bioquímicos, patólogos, fisiólogos y
psicólogos.
Se puede decir que los comienzos de la medicina de equipo conjunto vieron lugar
en el Hospital McLean, pues este enfoque se empleaba en su laboratorio algún
tiempo antes de 1894. En 1889 para atender las necesidades clínicas del hospital
se trató de combinar los estudios neurológicos en los departamentos de psiquiatría
y de psicología fisiológica, y sus relaciones con la patología anatómica y química.
4. El proyecto de establecer y desarrollar el laboratorio se llevó a cabo con grandes
dificultades, debidas a la novedad del intento de combinar con la psiquiatría los
otros departamentos de investigación médica científica. La patología de las etapas
terminales de la insania debe estudiarse como hasta ahora, y es necesario
agregarle la de las condiciones iniciales que llevan a la perturbación mental. Por
consiguiente, es preciso combinar esos estudios con la psicología fisiológica, para
ver si es posible determinar la naturaleza y causas exactas de las desviaciones
respecto de la función mental normal.
Los trabajos de investigación planteados con estas premisas parecen haber
surgido por primera vez de este laboratorio al presentar la historia de la
investigación psiquiátrica. En un análisis del desarrollo de la psiquiatría, Cowles,
en 1894 destacaba la importancia de lo que él denominaba los sistemas de la
nueva psicología, como uno de los signos más promisorios de progreso en lo
referente a lograr la comprensión de las enfermedades mentales.
Dentro de este clima intelectual se fundó un laboratorio psicológico. Fue
inaugurado en el Hospital Me Lean, en 1904, por Shepard Ivory Franz quien
ejerció influencia en el acercamiento entro la psicología y la psicopatología,
aunque a menudo se interesó más por los temas fisiológicos que por los
psicológicos.
Ahora es concerniente hablar sobre la psicología como profesión. Los primeros
intentos de control nacieron en la Asociación Psicológica Norteamericana y
asumieron la forma de una supervisión de los procedimientos clínicos mediante la
evaluación de los datos de los tests. En 1895, apenas tres años después de la
fundación de la Asociación, J. Mark Baldwin propuso la formación de una comisión
para considerar la posibilidad de una colaboración entre los laboratorios clínicos
para compilar estadísticas mentales y físicas, La comisión designada, presidida
por Cattell se denominó Comisión de Tests Físicos y Mentales, pero la batería de
tests que propuso pera ser experimentada en función del proyecto de establecer
normas obtuvo poca aceptación, de modo que después no se volvió a hablar de
esta Comisión.
En 1915, por noción de Cuy M. Whipple, la Asociación desalentó oficialmente la
utilización de tests mentales por individuos no capacitados para ello se nombró
una comisión para considerar los requisitos que debían reunir los examinadores
psicológicos, y dos años después otra para estudiar el otorgamiento de
certificados en la especialidad de psicólogos consultores.
En 1919, se formó la Sección de Psicología Clínica en el seno de la Asociación
Psicológica Norteamericana. En gran medida era un grupo de interés especial
ocupado de organizar programas en las reuniones anuales y asuntos similares,
pero sus miembros se vieron llevados a la discusión, en favor o en contra del
otorgamiento de certificados. Luego de muchas maniobras se adoptó una actitud
favorable al otorgamiento y los primeros se emitieron después de la reunión de
1921 pero sólo veinticinco psicólogos se postularon y el proyecto se abandonó.
5. La capacitación mediante la práctica del internado en cuanto distinta del curso
académico es una manifestación de la preparación profesional. Lightner Witmer
parece haber sido el primero en proponer que el psicólogo cumpliera trabajos
prácticos en la escuela y el laboratorio y los primeros internados formales fueron
los ofrecidos por la Escuela de Capacitación de Vineland, Nueva Jersey, bajo la
dirección de H. II. Goddard.
La psicología clínica, en las décadas de 1920 y 1930 dejó atrás el período de
su robusta y desorganizada infancia, y entró en su adolescencia, más bien
desnutrida pero rápida y tempestuosa. En 1918, sólo 15 miembros de la APN
mencionaban el campo de la psicología clínica como uno de sus intereses en
materia de investigación, a cifra se elevó a 99 miembros en 1937.
En ese año los psicólogos clínicos eran empleados, en número cada vez mayor en
hospitales, clínicas, escuelas, instituciones penales, organismos sociales, hogares
para débiles mentales, plantas industriales y toda la gama de entidades dedicadas
al bienestar humano. Durante ese lapso, muchos psicólogos aportaron a la
psicología clínica, sin haberse definido previamente por ese campo.
El período de la década de 1920 fue un período de asentamiento qué siguió al
impulso inicial que se dio a las pruebas, durante el cual esas primeras
herramientas del clínico estuvieron sometidas a una evaluación y las exageradas
esperanzas de sus usuarios excesivamente entusiasmados se vieron reducidas en
los crisoles de la investigación.
Estudios de validez, investigaciones de la constancia del CI, aplicación de los tests
a nuevas poblaciones, estudios de diferencias individuales, la controversia
naturaleza-cultura, las diferencias raciales, el desarrollo de los tests colectivos, de
ejecución, las mediciones del interés y los tests de personalidad, mediante
cuestionarios, ocuparon esa década y la siguiente, y ayudaron a consolidar las
conquistas del período anterior son parte de la tradición psicométrica
Muchos de los actuales avances de la psicología clínica como el acento en la
comprensión del funcionamiento de la personalidad, el intento de relacionar la
conducta actual con las experiencias de las cuales el paciente no tiene conciencia,
la utilización evaluativa de verbalizaciones incidentales y de la conducta física del
paciente, y el elemento artístico de la valoración psicodiagnóstica nacen en gran
medida de la tradición dinámica.
Fue ése un período en que las clínicas psicológicas reflejaron el estado de
estabilización de la tradición psicométrica. Aparecieron algunas nuevas clínicas,
otras cerrarán sus puertas. En 1934 apareció un informe sobre un cuestionario de
clínica psicoeducacional preparado por Witty y Thernan sobre la base de los datos
obtenidos, calculaban que había unas 50. Esta cifra puede compararse con la de
20, más o menos, que daba Wallin en 1914.
En 1932 el promedio de tiempo de existencia de las clínicas era de cuatro años.
6. Ubicadas en colegios, universidades, institutos universitarios para la formación de
maestros, y escuelas normales, sus objetivos declarados eran dos la primera
proporcionar a escuelas, organismos sociales e individuos, servicios de tests
diagnósticos y métodos correctivos para la adaptación educacional, vocacional y
social. Mientras que la segunda era preparar a los estudiantes para realizar e
interpretar tests y la tercera investigación con especial insistencia en el estudio de
los desviados, en las causas y tratamiento de las dificultades para el aprendizaje y
en el trabajo con materiales terapéuticos.
Deficiencia mental
En 1919 Goddard fue reemplazado por Stanley D. Porteus como director del
Laboratorio de Vineland. Bajo su dirección, y bajo la de Edgard A. Dolí, de 1925 a
1949, los problemas clínicos de la deficiencia mental fueron objeto de un estudio
intensivo y extensivo.
En esta etapa, precisamente, la psicología clínica registró su mayor avance en el
terreno de las pruebas de inteligencia. Los tests psicométricos para los
sospechosos de deficiencia mental recibieron una amplia aceptación, y el
psicólogo era la autoridad en ese campo.28 Pero como indica Buck, durante esas
dos décadas se alcanzó dm conciencia de la complejidad del diagnóstico de la
deficiencia mental.
Por desgracia, el hecho de que una persona realizara algún trabajo clínico con
deficientes mentales no daba casi ninguna garantía sobre su capacitación y
experiencia. En 1940, Hackbusch comunicó los resultados de una investigación
relativa a la labor psicológica en instituciones privadas y del Estado, para
deficientes mentales. Las 100 instituciones, aproximadamente, que respondieron,
aplicaban aparentemente algún tipo de prueba psicológica. Pero menos de la
mitad tenían un psicólogo en su equipo. Las restantes encargaban sus pruebas a
personas o instituciones externas o a maestros, asistentes sociales y médicos de
su propio personal. También merece mencionarse que la preparación de los
“psicólogos” era muy variada. Algunos no tenían siquiera título de bachiller en
artes, en tanto que otros tenían ese título, o el de maestros en artes, pero muy
pocos poseían el diploma de doctor en filosofía. Por consiguiente, a pesar de la
aceptación del trabajo que efectuaban, en las décadas de 1920 y 1930 llevando a
que la posición de los psicólogos y de la actividad psicológica resultaba un tanto
confusa.
Durante las décadas de 1920 y 1930 pareció producirse un aumento gradual en la
cantidad de psicólogos clínicos que se dedicaban a la terapia. Desde la época
de Sidis y Scott, a comienzos del siglo, algunos psicólogos se habían dedicado a
ella, en muchos casos la práctica psicoterapeutica nació de la función educacional
del psicólogo considerado como experto en cuestiones de aprendizaje como tema
de investigación, y en la educación como campo de trabajo el psicólogo trabajaba
con pacientes, en especial niños que necesitaban educación correctiva. En las
clínicas psiquiátricas se produjo un proceso similar, en menor medida. Este
7. proceso se retrasó en los hospitales, en parte porque la presión que provocaba la
cantidad de pacientes limitaba a los psicólogos a las tareas de psicodiagnóstico, y
en parte porque la psicoterapia, salvo en unas pocas instituciones no se
practicaba en modo alguno. Durante ese período hubo muy pocas dificultades en
las relaciones interprofesionales con la psiquiatría.
En gran medida, ello se debió a que eran pocos los psicólogos que practicaban la
terapia y esos pocos lo hacían bajo auspicios institucionales y en circunstancias
excepcionales. Además, el propio psiquiatra se encontraba más aislado de sus
colegas médicos y del público que en la actualidad más preocupado por los
psicóticos y los adultos que por los neuróticos y los niños su camino no se cruzaba
con el del psicólogo.
La psicología clínica en la actualidad
Parecería que la psicología clínica y la académica actuaron la una sobre la otra en
el surgimiento de una relación recíproca, simbiótica. Otras disciplinas, en especial
la medicina, y ante lodo la psiquiátrica y la psicoanalítica, influyeron sobre la
psicología clínica y la vitalizaron.
En la década de 1930, algunos de los temas predominantes podrían ser los
infantiles, psicológicos y clínicos, en contraste con las funciones adultas,
psiquiátricas e institucionales. La clínica y la labor distintivamente psicológicas con
los niños son importantes, no sólo por su utilidad y valor científico, sino también
por la orientación comunitaria que manifiestan y por la importancia que asignan a
los aspectos preventivos y sin embargo desde la década de 1930 se ha
desplazado el centro del interés.
Los aspectos adulto, psiquiátrico e institucional de la psicología clínica parecen ser
hoy los dominantes, pero no es ésta en modo alguno una ventaja sin atenuantes,
muchos de los líderes más activos de la especialidad entre ellos los integrantes
de las comisiones oficiales de la APN, instaron a poner el acento en lo primero. El
valiosísimo apoyo prestado por la Administración de Veteranos a nuestra
preparación y práctica ha subrayado la tendencia actual. El trabajo con adultos en
una institución con orientación psiquiátrica es sólo una especialidad, aunque
importante, dentro de un campo más amplio.
Con la década de 1940 Se trata del surgimiento e instrumentación de un nuevo
concepto de la psicología como profesión. Los problemas y logros actuales las
tendencias estabilizadoras y los problemas no resueltos están todos relacionados
con el surgimiento de la psicología como profesión.