2. Entalpía (del griego ἐνθάλπω [enthálpō],
«agregar calor»; formado por ἐν [en],
«en» y θάλπω [thálpō], «calentar») es
una magnitud termodinámica,
simbolizada con la letra H mayúscula,
cuya variación expresa una medida de
la cantidad de energía absorbida o
cedida por un sistema termodinámico,
es decir, la cantidad de energía que un
sistema intercambia con su entorno.
3. En la historia de la termodinámica se han
utilizado distintos términos para denotar lo
que hoy conocemos como «entalpía».
Originalmente se pensó que esta palabra
fue creada por Émile Clapeyron y Rudolf
Clausius a través de la publicación de la
relación de Clausius-Clapeyron en The
Mollier Steam Tables and Diagrams de 1827,
pero el primero que definió y utilizó el
término «entalpía» fue el holandés Heike
Kamerlingh Onnes, a principios del siglo XX.
4. En palabras más concretas, es una función de
estado de la termodinámica donde la variación
permite expresar la cantidad de calor puesto en
juego durante una transformación isobárica, es
decir, a presión constante en un sistema
termodinámico, teniendo en cuenta que todo
objeto conocido se puede entender como un
sistema termodinámico. Se trata de una
transformación en el curso de la cual se puede
recibir o aportar energía (por ejemplo la utilizada
para un trabajo mecánico). En este sentido la
entalpía es numéricamente igual al calor
intercambiado con el ambiente exterior al sistema
en cuestión.