2. ¿A qué se refiere el
envejecimiento normal?
Implica pasar por la vida con una
relativa buena salud sin
acompañarse de incapacidad física
o mental, teniendo una habilidad
de ser productivo, de adaptarse al
medio ambiente y ser capaz de
participar en interacciones sociales.
4. El envejecimiento biológico
comprende los cambios orgánicos
estructurales y funcionales en los
seres humanos.
Por otro lado, el envejecimiento
psicosocial comprende los cambios
psicológicos y sociales que suceden
en las personas con el paso del
tiempo.
5. Cambios neurológicos.
1. Atención: los aspectos básicos de la
atención son la intensidad (alerta y atención
sostenida o vigilancia) y la selectividad
(atención focalizada y atención dividida). La
alteración en la vigilancia se ha relacionado
con el envejecimiento normal.
2. Velocidad de procesamiento: enlentecimiento
más o menos generalizado a nivel
sensorial, motor y cognitivo (Fisher y Glaser,
1996; Fisk y Fisher, 1994; Salthou-se, 1996;
Sliwinski, 1997; Swearer y Kane, 1996;
Wingfield, 1996).
6. 3. Memoria: “afectación de la memoria asociada a la edad”.
4. Funciones visoespaciales: capacidad para relacionar la
posición, dirección o movimientos de objetos o puntos en el
espacio.
5. Funciones ejecutivas: el procesamiento inhibitorio y el cambio
atencional forman parte de estas funciones, déficit en ciertos
tipos de formación de conceptos (Cronin-Golomb, 1990) y
dificultad para interrumpir una respuesta y adoptar nuevas en
una tarea.
7. Cambios físicos.
1. Piel: perdida de elasticidad y agua
intracelular, adelgazamiento y disminución
en la producción de ácido hiualurónico,
dificultad de la producción de colágeno,
aparición de arrugas, flacidez y sequedad,
uñas quebradizas.
2. Cabello: perdida de melanina, cabello
quebradizo y la perdida del mismo.
3. Huesos: descalcificación y adelgazamiento
de vertebras en la columna, disminución de
altura.
8.
9. Envejecimiento saludable
La expresión «envejecimiento saludable» hace referencia al aplazamiento o a la
disminución de los efectos no deseados del envejecimiento.
Los objetivos de un envejecimiento saludable son mantener la salud física y
mental, evitar los trastornos y continuar en un estado activo e independiente.
Para la mayoría de las personas, mantener un buen estado general de salud
requiere más esfuerzo a medida que aumenta la edad. El desarrollo de ciertos
hábitos saludables como los siguientes puede ser beneficioso
10. Es importante destacar que el envejecimiento normal es diferente
de las enfermedades relacionadas con la edad.
Aunque es común experimentar ciertos cambios físicos y cognitivos
a medida que envejecemos, no todos los cambios son inevitables
y pueden ser mitigados o gestionados mediante un estilo de vida
saludable, el cuidado médico adecuado y la atención a la salud
mental y emocional.
Además, el envejecimiento normal puede variar significativamente
entre las personas y no necesariamente implica una disminución
significativa en la calidad de vida. Muchas personas mayores
disfrutan de vidas plenas y activas
11. ¿Como podemos tener un envejecimiento saludable?
Promover un envejecimiento saludable implica adoptar un enfoque
holístico que abarque diferentes aspectos de la salud física, mental y
emocional. Aquí hay algunas recomendaciones para promover un
envejecimiento saludable:
Mantener una dieta equilibrada: Consumir una variedad de alimentos
nutritivos, incluyendo frutas, verduras, granos integrales, proteínas
magras y grasas saludables. Limitar el consumo de alimentos
procesados, azúcares agregados y grasas saturadas.
Ejercicio regular: Realizar actividades físicas regularmente, como
caminar, nadar, hacer yoga o practicar ejercicios de fuerza. El
ejercicio ayuda a mantener la fuerza muscular, la densidad ósea, la
flexibilidad y a prevenir enfermedades crónicas como la diabetes y
las enfermedades cardíacas.
Mantener un peso saludable: Mantener un peso corporal dentro de un
rango saludable reduce el riesgo de enfermedades crónicas y mejora
la calidad de vida en la vejez.
12. Cuidado médico preventivo: Realizar exámenes de salud regulares y seguir las
recomendaciones médicas para el control de enfermedades crónicas, vacunaciones y
detección temprana de condiciones médicas.
Mantener la salud mental: Practicar técnicas de manejo del estrés, como la meditación, el
mindfulness o la respiración profunda. Mantenerse socialmente activo y comprometido
con amigos, familiares y comunidades también es importante para la salud mental.
Mantener la salud cognitiva: Estimular la mente mediante actividades que desafíen el
cerebro, como leer, hacer crucigramas, aprender nuevos idiomas o habilidades, y
participar en actividades que fomenten la creatividad y el pensamiento crítico.
13. Cuanto antes se desarrollen estos hábitos, mejor. Aunque
nunca es demasiado tarde para comenzar, es mejor
empezar lo antes posible. De esta manera, las personas
pueden controlar lo que les sucede a medida que
envejecen.
Mantener relaciones sociales saludables: Mantener
conexiones sociales significativas ayuda a mantener la
salud mental y emocional, proporcionando apoyo
emocional, reduciendo el estrés y promoviendo un
sentido de pertenencia.
Descanso adecuado: Dormir lo suficiente y mantener
una buena higiene del sueño es fundamental para la
salud física y mental. Intenta establecer una rutina de
sueño regular y crear un ambiente propicio para dormir.
14. Esperanza de vida:
La esperanza de vida es una estimación del número promedio de años de vida
adicionales que una persona podría esperar vivir si las tasas de mortalidad
por edad específica para un año determinado permanecieran durante el
resto de su vida.
La esperanza de vida es una medida hipotética porque se basa en las tasas de
mortalidad actuales, pero las tasas de mortalidad reales cambian durante el
transcurso de la vida de una persona.
La esperanza de vida de cada persona cambia según la misma envejece y a
medida que cambian las tendencias de mortandad.
Debido a que la esperanza de vida varía de manera significante según el sexo, la
edad actual y la raza, normalmente estas categorías se nombran por
separado. La esperanza de vida al nacer es la medida más comúnmente
citada. Es un buen indicador de las condiciones de salud actuales.
15. Varios factores influyen en la esperanza de vida:
Herencia: la herencia está relacionada con la posibilidad de que una persona desarrolle una
enfermedad. Por ejemplo, es probable que la vida se acorte si se heredan los genes que
aumentan el riesgo de desarrollar niveles elevados de colesterol; por el contrario, la
herencia de genes que protegen contra las enfermedades coronarias y el cáncer puede
permitir tener una vida más larga. Hay pruebas que demuestran que vivir hasta una edad
muy elevada, 100 años o más, suele darse en varios miembros de una misma familia.
Estilo de vida: evitar fumar, no abusar de las drogas y el alcohol, mantener un peso y una dieta
saludables, hacer ejercicio y recibir las vacunas y los exámenes de detección sistemática
recomendados ayudan a las personas a funcionar bien y a evitar trastornos.
Exposición a toxinas medioambientales: dicha exposición puede acortar la esperanza de
vida, incluso entre personas con la mejor dotación genética.
Atención sanitaria: la prevención y el tratamiento de las enfermedades después de que estas
se hayan contraído, especialmente cuando son tratables (por ejemplo, las infecciones y, en
algunos casos, el cáncer), también contribuyen a aumentar la esperanza de vida.