Los juegos y simulaciones durante la práctica docente han sido una excelente herramienta para promover la interculturalidad, el aprendizaje activo y el desarrollo de habilidades a través de un enfoque experiencial. Los juegos fomentaron el desarrollo físico, intelectual y social de los niños al permitirles cometer errores y resolver problemas, estimular su atención, memoria y creatividad, y entrar en contacto con sus compañeros para aprender normas sociales. El juego es fundamental para el desarrollo