2. En esta época digital, con la información que recibimos viajando
más rápido que nunca antes en nuestra historia, las demandas
para que nos mantengamos actualizados en cuestión de segundos
ya no son una visión del futuro; ahora es nuestra realidad. En el
salón de clases moderno, se espera que los estudiantes
memoricen, entiendan y apliquen más datos e ideas que nunca
antes. Las exigencias que se le hacen a un estudiante promedio
hoy en día, yo nunca las experimenté cuando tenía esa edad.
Existen tantos datos, ideas y conceptos bombardeando el cerebro
de nuestros jóvenes y niños que resulta cada vez más importante
que nuestros estudiantes sepan como retener en su memoria la
información importante, sin que información carente de
importancia los nuble y los confunda. Solo así, el estudiante actual
logrará convertirse en un estudiante exitoso, logrando expandir su
base de conocimiento.
3. Aprendizaje se define como el proceso a través del cual adquirimos
conocimiento; memoria, por su parte, es el proceso a través del
cual retenemos ese conocimiento. No puede existir aprendizaje
sin memoria; lo que no se recuerda, no se puede usar. La buena
noticia para el estudiante actual es que en la pedagogía moderna
conocemos múltiples estrategias para memorizar, o estrategias
para que los estudiantes organicen y recuerden la información que
necesitan aprender. Las técnicas para memorizar que
presentamos benefician a todo tipo de estudiante, en particular, a
niños con dificultad para recuperar de su memoria, o para rescatar
los datos ya estudiados. Estudiantes de niveles intermedio a
avanzado pueden aprender a usar estas técnicas de estudio de una
manera independiente, pero niños más jóvenes y estudiantes con
necesidades especiales necesitan de la guía y estructura de un
tutor o de un maestro.
4.
5. Siempre que necesites “rescatar la información” o
memorizar datos, mantén en cuenta que prácticas cortas
siempre son más productivas que prácticas largas.
Asegúrate de no practicar tus datos por más de 30
minutos a la vez.
Para tu examen del viernes, te resultará más beneficioso si
practicas cuatro veces a la semana por un tiempo límite de
30 minutos (30 minutos límite x cuatro prácticas = 2 horas
en total), a que practiques una sola vez en la semana por
un periodo de tiempo mayor; como ejemplo, limitarte a
una práctica semanal por tres horas corridas o sin
interrupción. Fíjate que dos horas te benefician más que
tres; no es cantidad lo que necesitas, es calidad.
6. Nuestra memoria mejora substancialmente siempre que usamos
múltiples modalidades sensoriales para aprender la información.
Por ejemplo, cuando estás estudiando material visual (ejemplos:
un mapa o un diagrama), necesitas hablar (modalidad verbal)
acerca de lo que estás viendo, describiéndolo en voz alta. Por otro
lado, si estás tratando de consolidar en tu memoria material
verbal (ejemplo, leyendo de tu libro de historia), memorizar la
información se te hará más fácil si dibujas un diagrama o si escribes
segmentos más pequeños de información en fichas o en tarjetas
índices. Al dibujar o escribir, estás añadiendo la modalidad táctil a
tu práctica; también, tanto al dibujar como al usar tarjetas índices
para verlas posteriormente en la semana, estás añadiendo la
modalidad visual. Para cambiar la información de una modalidad
sensorial a otra diferente, contesta, “¿De qué otra forma yo puedo
pensar (o imaginarme) esta información?”También, “¿Cómo
puedo decir esto de otra manera?”
7. Cuando el material que estás estudiando tiene significado (lo entiendes,
te hace sentido) y está bien organizado lo recordarás mejor. Al estudiar,
recuerda usar organizadores gráficos como: líneas del tiempo, bosquejos,
listas, diagramas de causa y efecto o diagramas para comparar y para
contrastar la información.
Destaca, haciendo que sobresalte, la información importante; puedes
usar resaltadores o marcadores fluorescentes. Si no tienes un resaltador,
simplemente circula o subraya las palabras claves en la oración o en el
párrafo; por ejemplo, “Ella pensó que su esfuerzo se había perdido.”
Resume cada párrafo que estás leyendo en una oración (máximo dos
oraciones para que te obligues a sintetizar la información) y escribe cada
resumen en una tarjeta índice para que repases posteriormente.
8. Recordarás las definiciones mejor si parafraseas la definición en lugar de
tratar de recordarla y de repetirla exactamente como la maestra o el libro
lo dicen. Para parafrasear, expresa la idea o el concepto en tus propias
palabras como si se lo estuvieras explicando a un amigo.
Se te hará más fácil entender y recordar información compleja o en
cantidades grandes si organizas la nueva información alrededor de
conceptos; ejemplo, “Democracia,” “Relaciones,” “Homeostasis.” Los
conceptos te ayudan a asociar y a conectar la nueva información con lo
que ya conoces. En adición, los conceptos te ayudan a conectar pedazos
de información que de otra manera percibirías como diferentes y
carentes de relación.Organizando nueva información alrededor de
conceptos tiene el beneficio adicional de aumentar tu comprensión
porque los conceptos te ayudan a ver la idea mayor del material o su “big
picture.”
9. Trata de pensar en ejemplos de lo que estás tratando de memorizar. Las
claves para una buena memoria son: (a) hacer conexiones, (b) añadir los
más detalles que te sea posible al nuevo concepto o tópico y (c)
identificar los más ejemplos que puedas.
Dibuja un diagrama, un mapa o ilustra la nueva idea o el nuevo concepto.
Una excelente estrategia para consolidar nuevo material en nuestra
memoria es ilustrándolo con imágenes o con ejemplos.
Escribe una o dos oraciones elaborando en la nueva idea o en el nuevo
concepto.
Para que recuerdes lo que acabas de leer, detente al final de cada párrafo
o página y piensa acerca de lo que acabas de leer. Resume la información
mentalmente e identifica la idea principal y las palabras claves.
10. Agrupa la información, juntando los artículos que son
similares o aquellos elementos que forman parte de un
mismo dato. Por ejemplo, de una lista de 23 artículos para
comprar, puedes crear tres grupos: las frutas, los vegetales y
las carnes.Tienes que saber cuantos artículos o ítems hay en
tu lista (23). Es más difícil que recuerdes los 23 ítems por
separado, pero la tarea se hace más fácil si los recuerdas
dentro de sus respectivos grupos; por ejemplo, ocho carnes,
seis vegetales y nueve frutas. Puedes ver como la tarea de
memorizar simplifica una vez creamos categorías que nos
permiten agrupar.
11. Otra estrategia de agrupación es reducir la información en
pedazos o en segmentos más pequeños. De esta manera, te
aseguras de manejar partes más cortas y más fáciles a un
mismo tiempo. Por ejemplo, trata de memorizar y de repetir
en voz alta (sin mirarlos) la siguiente serie de dígitos:
482691653387.Yo no sé para ti, pero para mí fue una tarea
frustrante. Ahora trata de memorizarlos y repetirlos de tu
memoria pero separándolos en grupos o en secciones más
pequeñas: 4826 9165 3387. ¿Notas la diferencia?
12. Haz uso de prácticas distribuidas. Si ya sabes que tienes que memorizar
algo para el fin del mes, practica, o “saca esa información de tu memoria,”
dos o tres veces a la semana por cada semana del mes. Otra estrategia
sería, dos o tres veces al día en un mismo día. La idea es que la repases
con mayor frecuencia. De esta manera, recordarás la información cuando
la necesites al final del mes.
Mantén siempre presente que, para estudiar, repasos periódicos del
material es más eficiente que tratar de memorizarlo todo en una sola
sesión.Vas a obtener mayor beneficio con tres repasos a la semana de 30
minutos cada uno (hasta el día previo al examen) que tratando de
memorizarlo todo en un solo día y una sola práctica (cinco o seis horas
continuas).
13. Cuando necesitas memorizar la información, obtendrás
mejor resultado si limitas tu práctica a sesiones cortas
intercaladas por recesos. Nunca te excedas de 30 minutos a la
vez por práctica o por tópico.Tu cerebro recordará mejor la
información si completas al menos tres sesiones de 30
minutos cada una (30 minutos práctica + 10 minutos de
receso cada vez x 3 ocasiones) en lugar de realizar una sola
práctica de 1 ½ hora de duración y sin receso.
Dale prioridad a la información a memorizar empezando por
lo más importante y terminando con lo menos importante.
14. Relaciona o conecta lo que estás aprendiendo y necesitas recordar con lo
que ya tú conoces. Puedes usar una ficha o tarjeta índice donde tengas
escritas las siguientes preguntas: (1) ¿Qué aprendí en esta lección? y (2)
¿Cómo esto relaciona con otras cosas que ya yo conozco? Puedes
contestarte estas dos preguntas ya sea oralmente o completando un
organizador gráfico (ejemplos: línea del tiempo, tabla, diagramas tipo
“arañita,” “tormenta de ideas” o brainstorming, causa y efecto,
comparando y contrastando).
Conecta o une lo que quieres recordar con algo que te es familiar y
encadena el nuevo concepto, tópico o tema a lo que ya conoces. Por
ejemplo, puedes conectar el análisis de una pintura del renacimiento con
un video juego, preguntándote, “¿Cómo esta pintura es similar a este
juego de video?” “¿En cuáles aspectos son diferentes?”
15. Trata de recordar algo en tu pasado que se asemeja
o ilustra la nueva idea o el nuevo concepto.
Completa las siguientes oraciones: (a) Esto es
como… (b) Esto me recuerda a…
Parea lo que te es familiar con lo que tienes que
aprender. Por ejemplo, “ecléctico” (o sea,
seleccionando o creando de varias fuentes) suena
como “eléctrico.” Existe “electricidad” en varias
fuentes.
16. Pregúntate, “¿Qué conocimiento previo tengo yo al cual puedo relacionar
(conectar, unir, parear, encadenar) esta nueva información?”Otras
preguntas que ayudan a “desenterrar,” sacando de las profundidades de
nuestra mente nuestro conocimiento previo son:
A. ¿Qué me recuerda esta nueva información?
B. ¿Puedo asociar esta información con algo que ya conozco?
C. ¿Puedo comparar (semejanzas) esta información con algo que ya
conozco? Por ejemplo, ¿En qué se parecen ________ y ________?
D. ¿Puedo contrastar (diferencias) la información con algo que ya conozco?
Por ejemplo, ¿En qué aspectos ________ y _______ son diferentes?
E. ¿En general, cómo esta nueva información es diferente a las cosas que ya
yo conozco? ¿Qué cosas únicas, cómicas, incluso tontas o absurdas,
vienen a mi mente cuando pienso en esta nueva información?
17. Para ayudarte a recordar la información, contesta la siguiente pregunta:
¿Qué estrategias puedo usar para organizar este tipo de material? Puedo:
Agruparlo- Poniendo tres artículos juntos (ejemplo: abrigo, pantalones,
sombrero; abrigo, pantalones, sombrero…) es más eficiente que
repitiendo cada uno individualmente (ejemplo: abrigo, abrigo, abrigo;
pantalones, pantalones, pantalones…).
Apiñarlos como si fuesen un racimo, colocándolos bajo una misma
categoría- Este es el material que relaciona a algo más grande. Por
ejemplo, mantequilla, maní, jalea y pan son los ingredientes que usamos
para hacer un emparedado (concepto mayor).
Relacionar el material como “de parte a todo.” Por ejemplo, uña es parte
de dedo; el dedo representa el todo.
18. Categorizar el material. Por ejemplo, cinco envases que se
usan para contener líquidos. Cada ítem, artículo o elemento
forma parte de una misma categoría (envases).
Imaginar o “ver en mi mente” la información. En otras
palabras, puedo crear una imagen visual o puedo visualizarla.
Etiquetar y decir los nombres de los objetos o de los
elementos al mismo tiempo que los visualizo.
Hacer un dibujo o dibujar un símbolo que me ayudará a
representar y recordar la información.
19. Con material de índole visual (ejemplo, diagramas), habla
contigo mismo (en voz alta o susurrando) según vas mirando
el material. Por ejemplo, susurra los datos o los pasos de un
proceso al mismo tiempo que los estás mirando. Debes
hacer esto varias veces y, finalmente, vas a repetir los datos
o pasos otra vez, pero mentalmente. Como “último-último”
paso, cierra el libro o guarda tus notas y “saca” el material
estrictamente de tu memoria.
Cierra tus ojos y crea una imagen mental basada en lo que
acabas de leer o de estudiar.