¿Qué es un maestro terapéutico y cómo regula la conducta disruptiva de los estudiantes?
1. ¿QUÉ ES UN MAESTRO
TERAPÉUTICO Y CÓMO
REGULA LA CONDUCTA
DISRUPTIVA DE LOS
ESTUDIANTES?
Una presentación de los maestros estratégicos
2. La psicoeducación es un modelo educativo para el manejo
terapéutico de estudiantes con disturbios emocionales y con
déficits severos de conducta. El modelo psicoeducativo se
fundamenta en los principios de que todos los estudiantes
pueden crecer tanto social como emocionalmente y pueden
aprender a auto-regular y a auto-controlar su conducta. Las
intervenciones psicoeducativas enfocan en enseñar al
estudiante las destrezas sociales o emocionales que él/ella
necesita para auto-corregir su conducta; por consiguiente, el
desarrollo de destrezas sociales y emocionales es la
intervención principal. El modelo psicoeducativo o terapéutico
es un modelo multidisciplinario, incorporando innovadoras
perspectivas, técnicas y estrategias del campo de la salud
mental, principalmente en áreas como psicología educativa y
consejería.
3. El modelo terapéutico presenta un fascinante
reto a maestros y personal de apoyo en las
escuelas, exhortándolos a diversificar y a
refinar sus destrezas en manejar estudiantes
típicamente disruptivos, así como a ampliar
sus conocimientos tanto en teoría psicológica
como en técnicas de consejería. Los maestros
versados en intervenciones terapéuticas son
hábiles en la aplicación de técnicas
psicoeducativas a cualquier edad y nivel de
destrezas de los estudiantes.
4. En el salón psicoeducativo o terapéutico creemos que
cuando un set o un grupo de estrategias en particular se
convierte en el único tipo de intervención que el maestro
conoce y aplica --sin importar la situación (one size fits all
approach)-- el escenario está listo para el manejo inefectivo
de la conducta de los estudiantes, lo cual casi
invariablemente termina en un maestro decepcionado, y en
el peor de los casos, un maestro desmoralizado. Por
ejemplo, cuando estamos centrados en administrar refuerzos
y recompensas como las “caritas felices,” los regalos y las
fichas (tokens) muchas veces perdemos de perspectiva las
necesidades emocionales individuales del niño(a), lo cual a
su vez limita nuestro entendimiento del problema,
dejándonos con una visión estrecha y con muy pocas
opciones, o posibles soluciones, para resolver el problema.
5. Eso no significa que los maestros no podamos usar
técnicas de modificación de conducta en el salón de
clases, significa simplemente que las técnicas de
modificación de conducta tan en boga en nuestros
salones son solo una de múltiples opciones y de
posibles soluciones a las cuales los maestros
podemos tener acceso y podemos usar en el aula
para mejorar la conducta de nuestros estudiantes.
Los maestros terapéuticos siempre consideramos
múltiples opciones para una situación, y mientras más
nos familiarizamos con diversas teorías y técnicas,
más amplio es nuestro entendimiento del problema de
conducta y más hábiles somos en aplicar técnicas
especialmente seleccionadas y personalizadas para
cada estudiante.
7. Los maestros terapéuticos “se mueven despacio”
para alcanzar su objetivo, pensando en lograr
múltiples cambios acumulados en pequeñas
cantidades, no en un cambio drástico que llega de
un solo intento. Los maestros terapéuticos
siempre tienen en mente que con cada cambio
pequeño que se acumula se crean grandes y
significativos cambios al final.
Los maestros terapéuticos entienden que cambiar
las conductas típicamente disruptivas de los
estudiantes toma tiempo y que cada estudiante es
responsable por su propio progreso.
8. Los maestros terapéuticos eligen percibir el
problema de conducta del estudiante
típicamente disruptivo como un reto, no como
una amenaza. La consigna o lema máxima del
maestro terapéutico es, “Yo elijo sentirme
retada(o) por la conducta de este estudiante.”
9. Los maestros terapéuticos actúan
pausadamente y deliberadamente, evitando
reaccionar de manera impulsiva o emocional a
las conductas disruptivas de los estudiantes.
Con cada evento disruptivo en el salón de
clases, el maestro terapéutico visualiza
oportunidades para enseñar a los estudiantes
como auto-regular sus emociones y su
conducta.
10. Los maestros terapéuticos no personalizan la
conducta disruptiva; esto es, no perciben la
conducta disruptiva como un ataque a su
identidad o a su persona. Esto los ayuda a
mantenerse calmados durante el evento
disruptivo.
Son flexibles y capaces de ajustarse a la
situación, adaptando sus intervenciones
según lo amerite el caso.
11. Los maestros terapéuticos entienden que si
queremos que el estudiante disruptivo
aprenda nuevas conductas tenemos que,
explícitamente y sin ambigüedades, enseñar
las conductas que queremos al estudiante.
Los maestros terapéuticos
incondicionalmente; o sea, sin excusas ni
pretextos, aceptan a todos los estudiantes.
Nunca se dan por vencidos con un estudiante
sin importar cuán severo sea su problema de
conducta.
12. Los maestros terapéuticos ven el problema de
conducta del alumno como un reflejo de su
inhabilidad para lidiar adecuadamente con eventos
conflictivos y con estrés, así como para usar
estrategias de manejo de conflicto apropiadas a su
edad. En otras palabras, los estudiantes con
problemas recurrentes de conducta son deficientes en
destrezas de manejo y de solución de problemas
sociales (por ejemplo, coraje, frustración e
interacciones tirantes). Los maestros terapéuticos
analizan el problema de conducta de estos
estudiantes usando técnicas específicas en solución
de problemas, familiarizándolos con opciones
socialmente aceptables para resolver todo tipo de
interacción negativa o conflictiva.
13. Los maestros terapéuticos discuten, modelan
y practican el proceso de solución de
problemas con los niños: (a) recolectar toda la
información, (b) generar alternativas o
diferentes acciones a seguir, (c) contrapesar
las diferentes alternativas en relación a su
posible resultado, (d) seleccionar e
implementar un plan de acción apropiado.
14. Los maestros terapéuticos usan lenguaje que
específicamente referencia o describe la
conducta del alumno sin juzgar ni evaluar la
conducta, mucho menos condenarla. Durante
el proceso de modificación de conducta, dos
de las técnicas favoritas son entrenamiento o
“coaching” y la crítica constructiva.
15. Consistente con la técnica conocida en inglés
como coaching, el maestro terapéutico enseña al
estudiante a reemplazar conducta inadaptada con
conducta socialmente aceptable proveyendo una
guía con pasos a seguir para que el niño(a)
ensaye esos pasos mientras el maestro ofrece
comentarios constructivos relativos a los intentos
del alumno(a).
Los maestros terapéuticos se desconectan o se
separan emocionalmente de las conductas
disruptivas de los alumnos, discutiendo cualquier
asunto relacionado a la conducta sin emociones
intensas, sin acusar y sin culpar al estudiante por
la conducta.
16. Los maestros terapéuticos no enfocan a los
estudiantes en causas o en “el camino que ya se
caminó,” sino en metas y objetivos o en “el
camino que se caminará de ahora en adelante.”
(Esto es, hacia donde queremos que nuestros
estudiantes se dirijan.)
Los maestros terapéuticos enfocan los
estudiantes en sus destrezas, competencias y
fortalezas; no en sus deficiencias y debilidades. Al
cambiar la conducta, el maestro terapéutico
considera y usa como base para ese cambio
todas las habilidades que el alumno ya posee.
17. Recordándoles y reforzándoles su mejor
conducta, los maestros terapéuticos confieren
un gran poder a los estudiantes: el poder de
actuar sobre su conducta para mejorarla.
Enfocándolos en sus éxitos, o en sus mejores
momentos, y minimizando los fracasos, o sus
peores momentos, los maestros terapéuticos
fomentan y multiplican las mejores cualidades
y atributos de los alumnos.
18. Los maestros terapéuticos enfocan a los
estudiantes en lo posible o en aquello que los
alumnos pueden cambiar. Lo que pasó ayer
ya no se puede cambiar, por lo tanto, los
maestros terapéuticos evitan traer a colación
viejos asuntos y resentimientos, enfocando
sus mensajes al estudiante en el aquí y en el
ahora.
19. Los maestros terapéuticos comunican a los
estudiantes que cada persona es el autor de
su conducta. Por consiguiente, cada individuo
es entera y exclusivamente responsable por
su propia conducta.
Los maestros terapéuticos consistentemente
aplican disciplina preventiva; son proactivos,
anticipando posibles problemas y planificando
por adelantado como resolverlos.
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