2. Comprender y ejecutar las instrucciones orales del
maestro es un requisito esencial para que los niños
aprendan en grupos, especialmente cuando poco o
ningún apoyo individualizado se le puede facilitar al
estudiante. Los niños con pobre rendimiento
académico o con necesidades especiales
frecuentemente se confunden y se frustran al tener
que seguir instrucciones orales, las cuales muchas
veces son impartidas en múltiples pasos, con pasos
omitidos o con los pasos fuera de secuencia. En gran
medida, esta dificultad siguiendo las instrucciones del
maestro explica las dificultades académicas de
nuestros estudiantes con necesidades especiales.
3. A. Prestar atención a los detalles o a las características
de la tarea así como al orden en que se deben
ejecutar los pasos
B. Distinguir entre lo que es información importante
(relevante) y lo que es menos importante o
irrelevante
C. Integrar la información o formar las partes del todo,
resumiéndola o sintetizándola; esto es, reduciéndola
a términos más breves basado únicamente en lo
que es importante
D. Organizar o poner la tarea en un orden (puede ser
de más importante a menos importante o del primero
al último) para entonces ejecutarla o llevarla a cabo
4. Para un estudiante con pobre atención,
con pobres destrezas auditivas o con
pobre procesamiento del lenguaje, la
destreza de seguir instrucciones orales
puede resultar una experiencia
abrumadora. Para estos niños, los
maestros podemos proveer ayuda extra
usando técnicas de apoyo como las
siguientes…
5. Para aumentar la comprensión del estudiante,
presenta tus instrucciones usando múltiples
modalidades y maneras. Por ejemplo,
verbalmente, por escrito (dos o tres palabras
claves en la pizarra), demostrando los pasos,
gesticulando, con láminas o con dibujos.
Cada vez que impartas instrucciones orales,
escribe las palabras o frases claves, o una lista de
pasos, en la pizarra.
Requiere del estudiante que escriba (al margen de
su libreta o en un pedazo de papel) una palabra
clave para cada paso. Tú le puedes proveer la
palabra clave.
6. Toda dirección que des oralmente,
refuérzala visualmente. Apunta o señala a
la sección en el visual (en el libro, la
lámina, tabla o gráfica, en la pantalla de
proyección o en la pizarra) donde se
muestra la información relevante.
Haz que la estudiante se visualice a si
misma llevando a cabo las instrucciones.
7. Si la niña tiene dificultad procesando información
auditiva y visual simultáneamente o al mismo
tiempo, dile que primero mire al visual (a la lámina
o la gráfica) y entonces guíala con tu dedo a la
parte específica en ese visual donde está aquello
de lo que tú estás hablando. Dale a la niña al
menos cinco segundos para que observe y estudie
el visual, y solo después de esos cinco segundos,
imparte una breve explicación oral. Finalmente,
instruye a la niña a que vuelva a mirar el visual por
unos segundos.
8. Mantén presente que aunque un
estudiante puede ser capaz de repetir tus
direcciones textualmente o palabra por
palabra, eso no significa que las
comprenda y es posible que tengas que
enseñarle o demostrarle lo que tiene que
hacer de manera sistemática o paso-a-
paso.
9. Usa oraciones más cortas, incluyendo únicamente la
información pertinente.
Para aumentar la comprensión del estudiante, refrasea
tus instrucciones. Puedes usar sinónimos o palabras
más simples.
Dale un solo paso o una sola instrucción a la vez.
Permite que el estudiante complete ese paso antes de
añadir un nuevo paso o dirección. Por ejemplo, “Saca
el libro de matemáticas de tu bulto.” (El estudiante
saca el libro.) “Abrelo en la página 157.” (El estudiante
abre el libro en la página correspondiente.) “Resuelve
los problemas del cuatro al nueve.” (El estudiante
empieza a trabajar.)
10. Imparte tus instrucciones en segmentos
pequeños, una dirección a la vez y con
pausas entre las partes.
Usa retraso deliberado; esto es, el
estudiante tiene que esperar por tu señal o
por una palabra clave antes de llevar a
cabo las instrucciones. Pistas o señales
pueden ser: “¡Ahora!” “Empieza” o “¿Listo?
¡Ahora!”
11. Usa una señal que tus estudiantes ya
conocen para anunciar que vas a dar
instrucciones. Por ejemplo, tres palmadas o
aplausos en sucesión o prendiendo y
apagando las luces del salón cuatro o cinco
veces. No hables hasta que todos los rostros
apunten en tu dirección y haya silencio.
Asegúrate de tener la atención del niño antes
de darle instrucciones. Puedes llamarlo por
su nombre (por ejemplo, “Raymond, necesito
que me mires”) o tocarlo suavemente en el
hombro.
12. Anuncia por anticipado que vas a dar
instrucciones; por ejemplo, “Todos los ojos y
oídos en mi dirección. Ahora voy a explicar lo
que vamos a hacer.” De manera similar, decir,
“Presten atención, esto es importante.”
Usa tu voz para enfatizar la información
importante; por ejemplo, aumentando el
volumen de tu voz en los números ordinales
(primero, segundo, tercero…), palabras
claves o pasos.
13. Provee preparación repetitiva o redundante; por
ejemplo, “Ahora vamos a estudiar las partes del
árbol. Vamos a leer las páginas 22 y 23,
analizaremos el diagrama en la página 23 y
finalmente vamos a completar el ejercicio de pareo
al final de la página. Así que, repito, vamos a leer
acerca de las partes de un árbol, vamos a estudiar
un diagrama y finalizamos completando un pareo.”
Pídele al estudiante que repita en sus propias
palabras, o que parafrasee, las direcciones que
acaba de escuchar de manera de que puedas
clarificar cualquier paso omitido o confuso.
14. Al terminar de dar tus instrucciones,
pregúntale a la estudiante, “¿Cuántas cosas
tienes que hacer?”
Para ayudarla a seguir la secuencia correcta
de pasos, usa números ordinales (primero,
segundo, tercero), con pausas entre los
pasos para que la niña tenga tiempo para
procesar la información.
Levanta el primer dedo (primer paso),
entonces un segundo dedo (segundo paso), y
luego tres dedos (tercer paso) para reforzar
la secuencia visualmente.
15. Haz que el estudiante cuente el número de
pasos, te diga cuantos pasos hay y
finalmente repita cada paso, levantando un
dedo por cada paso a seguir.
Asegúrate de dar tus instrucciones en el
mismo orden o secuencia que el estudiante
tiene que seguir.
Adiestra a tus estudiantes en el proceso de
seguir instrucciones complejas o con pasos
múltiples.
16. Una manera de realzar la habilidad de todos
nuestros estudiantes para ejecutar
instrucciones sofisticadas y complejas lo es
aumentando el número de pasos a los cuales
tienen que prestarle atención cada vez. Por
ejemplo:
a. Colorea un triángulo
b. Colorea el triángulo más pequeño
c. Colorea de color amarillo el primer triángulo
d. Colorea el triángulo más grande de color
verde y con franjas rojas
17. Provee adiestramiento en ejecutar
instrucciones con múltiples pasos.
Empieza con una orden o comando y
sigue añadiendo pasos. Por ejemplo:
A. Dale la regla a Amanda.
B. Dale una libreta a Kevin, y a Rogelio,
entrégale el sacapuntas.
C. Dale una regla a Angie, una tiza a Carola
y luego entrégale la gorra a Félix.
18. Enseña tus estudiantes en seguir
instrucciones que incluyen una condición o
de tipo condicional. Por ejemplo:
A. Si la luz está prendida, aplaude cuatro
veces.
B. Si 17 más seis es menos de 28, dibuja un
cuadrado en tu papel.
C. Si Chile está en Europa, dobla tu papel
en cuatro partes iguales.
19. Adiestra tus estudiantes a que sigan
instrucciones que son presentadas con los
pasos fuera de orden. Por ejemplo, “Antes
de que le entregues la gorra a Félix,
coloca la tiza sobre mi escritorio.”