2. Un mensaje alentador y esperanzador contiene
las palabras que nuestros estudiantes necesitan
escuchar para restablecer su confianza en su
habilidad para mejorar destrezas actuales, para
adquirir nuevas destrezas o para resolver
problemas propios (sociales y académicos). Los
estudiantes se benefician en entender que está
bien que cometan errores y que se equivoquen,
después de todo, intentarlo-equivocarse-y
volverlo a intentar es el componente básico en
todo aprendizaje.
3. A través de múltiples ensayos con sus
consecuentes errores, todos —los adultos al
igual que los niños— dominamos destrezas
nuevas o retadoras. Los maestros podemos
alentar a nuestros estudiantes a que
permanezcan optimistas y a que perseveren
en su intento por adquirir destrezas nuevas o
por mejorar sus destrezas actuales.
4. Cuando Melinda fracasó en su examen de fracciones, por ejemplo,
con simplemente reorientarla o ajustar su enfoque del fracaso (el
error o el problema) a la esperanza (hacia el optimismo y a que
busque la solución del problema), logramos maravillas en mejorar
su actitud, aumentando la autoconfianza de la niña. Lo primero
que podemos hacer es ayudar a Melinda a que perciba sus
equivocaciones personales y académicas como algo externo a ella.
Las características de personalidad de Melinda son internas y
definen su carácter; por ejemplo, Melinda es amable, ama los
animales y tiende a ser tímida. Melinda también se siente insegura
y se cree incapaz de sumar fracciones heterogéneas porque, de
acuerdo a sus propias palabras, “las fracciones no me entran.”
Melinda está atribuyendo su dificultad con las fracciones a una
causa interna o de personalidad, específicamente, para Melinda,
su pobre inteligencia es la causa.
5. Las causas internas pueden desmoralizar, pero con
una causa externa podemos retar a nuestros
estudiantes. De ahí la importancia de hacerle
entender a la niña que todo error o equivocación es el
resultado de una causa externa, en su caso, Melinda
no practicó correctamente para su prueba de
fracciones. Esto nos lleva al segundo factor
importante para que Melinda entienda: toda causa
externa es controlable; esto es, existe algo que la niña
puede hacer para corregir el error. Específicamente
para Melinda, con esfuerzo enfocado en estrategias del
aprendizaje la niña puede mejorar su habilidad para
resolver fracciones.
6. Estimulamos a nuestros estudiantes a
enfocar en su esfuerzo cada vez que nos
fijamos en el trabajo que han realizado,
reconociendo aquellas cosas que ellos ya
están haciendo bien y apreciando aquello que
están tratando de mejorar.
7. Otra manera de animar y vigorizar a nuestros
estudiantes es ayudándolos a retirar su enfoque
de la causa o la razón del problema para que lo
pongan en su meta o hacia donde quieren llegar.
Esto es, enfocando a los niños a que piensen en
lo que ellos quieren y en lo que tienen que hacer
(procedimiento) para lograr lo que quieren. El rol
del maestro se asemeja a un entrenador de
deportes que ofrece la menor crítica posible,
pero con adecuada supervisión, directrices
detalladas (estrategias y procedimientos) y
apoyo en abundancia.
8. Similar al entrenador de deportes, identificamos
y robustecemos las fortalezas actuales de
Melinda (por ejemplo, la niña ya está motivada,
es organizada, es perseverante y tiene buena
memoria), ayudándola a identificar su conjunto
de destrezas personales o ese grupo particular de
destrezas y habilidades que Melinda ya posee y
que la ayudarán tanto en la adquisición como en
el desarrollo de sus habilidades académicas, o en
alcanzar sus metas.
9. Ejemplos de frases y oraciones alentadoras que
podemos decir a estudiantes como Melinda para
mantenerlos enfocados en su esfuerzo, son:
¡Buen esfuerzo! No te preocupes por el pequeño
error (minimizando el error).
Sigue tratando.Yo sé que tú vas a encontrar la
solución a este frustrante problema en cualquier
momento (empatizando con el estudiante;
también hay una expectativa positiva).
10. Sé que vas a encontrar una manera (expectativa
positiva) para resolver/para corregir esto.
Sigue trabajando; yo sé que encontrarás una
solución (expectativa positiva). ¿Quieres mi
ayuda?
Sigue trabajando; ya te falta un pequeño paso
(minimizando el trabajo que le falta al
estudiante). ¿En qué quieres que te ayude?
No te desanimes, todos nos equivocamos
(normalizando el error). ¿Qué tú crees que has
aprendido de este error?