El estructuralismo surgió a mediados de la década de 1950 en Francia como una reacción a enfoques lingüísticos previos. Propuso estudiar el lenguaje como un sistema estructurado de elementos que se relacionan entre sí. Se basa en los trabajos de Ferdinand de Saussure, quien conceptualizó la lengua como un sistema de signos que funciona de acuerdo a reglas internas. El estructuralismo busca descubrir las estructuras subyacentes y las normas sociales que rigen los sentidos y la comunicación.