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Etica el origen del bien y del mal (Por Vanessa Jacome)
1. UNIVERSIDAD CENTRAL DEL ECUADOR
FACULTAD DE FILOSOFÍA, LETRAS Y CIENCIAS
DE LA EDUCACIÓN
CIENCIAS NATURALES Y DEL AMBIENTE
BIOLOGÍA Y QUÍMICA
“EL ORIGEN DEL BIEN Y DEL MAL”
AUTORA: Vanessa A. Jácome Q
2.
3. La moralidad se compone de
una consciencia que discierne
entre actos beneficiosos y
perjudiciales, para uno mismo
y para otros, y una voluntad
que se inclina hacia los
primeros y se aleja de los
segundos.
4. Imaginemos un
lejano planeta en el
que no hay vida.
En ese planeta puede
haber cataclismos
como terremotos o
erupciones
volcánicas que
pueden provocar
cambios drásticos en
el terreno pero, al no
haber vida, nadie
saldrá dañado
Por tanto si no hay
perjuicio no se puede
decir que esos
cataclismos sean
malos.
5. Traslademos esos cataclismos a un
planeta habitado y nos encontramos
con que ahora sí hay seres, no
importa cuan evolucionados estén,
que resultan lesionados o muertos a
causa de esos fenómenos naturales.
Ahora si cabe decir que tales
fenómenos son malos puesto que
provocan dolor y muerte.
6. Si no hay vida y algo que la ponga
en peligro, no existe el mal.
7. En la naturaleza, vivir en grupo
es bueno porque incrementa las
posibilidades de sobrevivir, es
más fácil defenderse de otros
animales y más fácil cazar o
recolectar y acumular comida
para el invierno.
Que haya peleas entre los
componentes del grupo es
malo porque desestabiliza la
unión del grupo y, en el peor
de los casos, esas peleas
podrían llevar a la muerte de
los combatientes.
8.
En el caso del hombre, y
probablemente también de
algunos primates, existe tanto la
tendencia innata a los
comportamientos sociales como la
consciencia sobre las
consecuencias de las propias
acciones y su efecto en otros
individuados.
La diferencia del hombre y los
demás primates es el autocontrol
de los impulsos dañinos,
capacidad que ha de ser
desarrollada y fortalecida mediante
la educación. El hombre puede
educar -adiestrar, domesticar- a
otras especies para que controlen
estos impulsos, pero esas especies
no podrían hacerlo por si mismas.
9.
En la naturaleza no existe la venganza, excepto
en los seres superiores, y definitivamente no
existe la justicia.
Los ciervos no se agrupan para vengarse del oso
que ha matado a uno de su grupo, se limitan a
defenderse o huir en el momento y lugar en que
ven su vida amenazada. No hay rencores ni
deudas que saldar.
La venganza requiere consciencia de un daño e
intención, generalmente desproporcionada, de
represalia. La consciencia, a su vez, requiere de
inteligencia. La justicia, por otro lado, pretende
equilibrar el castigo al daño infringido.
10. Se llama dualismo a la doctrina que afirma
la existencia de dos principios supremos,
independientes, irreductibles y antagónicos,
uno del bien y otro del mal, por cuya acción
se explica el origen y evolución del mundo
11. Ser
ideal y ser real,
Dios y mundo,
Naturaleza y gracia,
Razón y fe,
Materia y espíritu,
Orden físico y orden moral,
Libertad y el deber,
Conocer y querer ,
Bien y mal .
12.
En líneas generales, las doctrinas dualistas
coinciden en los siguientes rasgos: el
principio del Bien es identificado con la Luz y
el Espíritu; el principio del Mal con las
Tinieblas y la Materia, o con el diablo o
demonio
13.
Desde el punto de vista de la doctrina católica,
la inconsistencia y error del dualismo quedan de
manifiesto por los siguientes enunciados:
Dios es único, infinito y omnipotente;
El principio del mal no puede ser Dios ni puede
limitar la potencia infinita del único Dios.
Todo ha sido creado por Dios, y como tal bueno;
Todo lo que existe es bueno (Dios miró todas las
cosas que había creado y vio que eran buenas:
Génesis 1.4.7.10.12.18.21.25.31);
También lo es, por tanto, la materia
14. El
mal no es ser en sí mismo, no es algo positivo;
es sólo privación de bien, carencia de la
perfección debida a una naturaleza.
El mal sólo se da en el bien como defecto.
El mal ha sido introducido en el mundo por
el pecado de la criatura inteligente y libre. Lejos
de ser la materia, es el espíritu el origen del mal
Sólo la obra de Dios fue material, la obra del
pecado es enteramente espiritual. No hay cosas
malas, sino malas voluntades, y éstas no pueden
hacer malas las cosas. Hay que hablar, pues, de
un bien de la creación y de un mal de la caída o
pecado.
15. .
En ella sostiene que los contrarios
deben existir necesariamente en el
orden del universo. Éste, es un arco
tensado que, si alguno de los dos se
rompe (la cuerda o el arco), se rompe
el equilibrio.
Así no podríamos hablar siquiera del
termino justicia o de lo justo si no
existiera la injusticia o lo injusto, lo
mismo sucede con la salud, no
podríamos hablar de ella, ni siquiera
mencionarla si no tuviéramos
constancia de la enfermedad y lo
mismo sucede con el día y la noche,
lo alto y lo bajo, lo frio y lo caliente y
obviamente con el bien y el mal, así
como con todas las dicotomías
existentes. En la dualidad, ellas
mismas son uno, son unidad, son
necesarias.