La tecnología trae grandes beneficios pero también riesgos si no se desarrolla de forma ética. La ética debe establecer límites a la libertad tecnológica para garantizar la responsabilidad moral. Las TIC han cambiado la sociedad pero también plantean desafíos como la posible banalización de contenidos o el pensamiento único si unos pocos controlan los medios. El abuso de la tecnología puede empobrecer las relaciones personales.