Las escuelas Reggio Emilia surgieron en Italia después de la Segunda Guerra Mundial para educar a los niños. Se basan en principios como la importancia de las relaciones humanas, reconocer los 100 lenguajes de los niños, y la participación de las familias y la comunidad. Su metodología guía el potencial de los niños a través de proyectos a largo plazo en un ambiente acogedor, y ve al maestro como un guía que escucha al niño.