Las cordilleras se forman a lo largo de un proceso complejo cuando la litosfera oceánica se introduce por debajo de la litosfera continental. Esto causa el plegamiento y fracturamiento de las rocas, formando un prisma de acreción. El calor y la presión producen magma y metamorfismo de rocas. Finalmente, el engrosamiento de la corteza continental y la elevación isostática dan como resultado un relieve montañoso como una cordillera. Existen dos tipos principales de cordilleras: perioceánicas como los Andes