La reforma educativa de 1990 en México buscó introducir un enfoque de gestión educativa. Se propuso descentralizar el sistema mediante la federalización, mejorar la calidad y satisfacer las necesidades locales. Sin embargo, el control siguió centralizado en la Secretaría de Educación Pública. También se creó el sindicato nacional SNTE para representar a los maestros, pero terminó siendo una fuerza política que manipuló salarios en lugar de apoyar la educación. Aún se necesita mejorar la gestión escolar, ofrecer formación en gestión