Este documento describe cómo la ropa y la vestimenta ayudan a definir la forma en que las personas se presentan a sí mismas y se comunican con los demás. La ropa da forma al cuerpo humano y transmite mensajes sobre la personalidad, el estado de ánimo y la posición social a través de sus colores, estilos y diseños. Sin embargo, debajo de la ropa, todos los seres humanos comparten la misma naturaleza desnuda.
Boletín Literario MAL DE OJO. numero 3, marzoIsabel Guerrero
Boletín Literario que pretende la difusión de la literatura y las artes en general. Envía colaboraciones a elit.correo@gmail.com. En este número "Huir o luchar"
Palabras e imágenes donde se encarnan sentires amistosos, deseos de diálogo entre quienes, transitando por caminos sociales, por puentes interpersonales, por búsquedas interiores, por los rigores de la ciencia, por desfiladeros filosóficos, por los horizontes espirituales, por senderos metafísicos, por jardines poéticos, por el compromiso con el juego de los niños… van anhelando y construyendo una cultura de paz, de justicia, de armonía con la naturaleza, de relevancias del sentido.
Esta semana queremos dedicar nuestra revista a la Rentrée, un término francés que se refiere a la vuelta al cole de los chavales después de las vacaciones.
Volver, como dice Pacorro. Renovarse, como dicen nuetra postal de la semana. Buscar la ternura, como dice Albert Camus. Dejar aparte los convencionalismo, como hace MissCelanea. Avivando el seso, como nos cuenta ElFer.
Hay muchas maneras de volver, y dependen de nuestro estado de ánimo.
¿Cómo has vuelto tu? Espero que feliz.
2. Gente vestida
Estamos acostumbrados a ver a la gente vestida. Su cuerpo tiene la forma de su ropa y
se tiñe de sus colores. Su fuerza es la de un rojo fuego o verde natura. La forma de
caminar acompaña el volumen de una escultura de tela. Tiene pliegues y rayas, o corte
del estilo de la caída del pantalón, el vestido o la camisa. Se balancea haciendo un símil
de curvas atractivas. La conversación nos dirige a su atavío y su elegancia y vivacidad.
El tener un espacio abierto público u hogareño hace de escenario a la actuación de la
presencia. El conocer sus cosas nos interesa hacia lo que es nuevo. Lo reciente, como su
nuevo suéter o chalina. La comprensión de lo que ocurre nos sume en el entender sin
observar lo que a ello acompaña. No imaginamos lo que hay en el jardín desnudo que
corre la cortina de seda. La ventana de la intimidad que subyace al querer estar con la
persona en la función de una escena cotidiana. Al sol ávido de sonrisas y miradas de
aprobación. Al saborear la carne curtida por el sol de las brazas entre los hierros. El
apetito que se devora lo que ocurre y se sacia de verdad. La gesticulación y la efusiva
manera de dirigir sus palabras con gracia y solemnidad. Con brazos que señalan
horizontes y valles y trepan al cielo para señalar las aves. Y el hombre y la mujer se
conocen por todo ello. No es disfraz o simulacro sino activa versión de lo que se teje día
a día. Y a la noche se apaga la luz. Y las estrellas iluminan solo lo necesario. Hasta que
alguien irrumpe.
-Papá ¿Qué están haciendo?
Entonces ellos se ven. Se notan. Se miran. Se estudian. Se comparan. Una vivacidad los
lanza en la búsqueda de lo que hacen. ¿Qué es lo que debiera estar haciendo? La
potestad de lo magnifico desnuda y sin sus vestuarios. La dramaturgia del silencio a la
luz de los ojos de alguien que tiene la piel de la misma textura que la seda. Que tiene la
energía de ir a bailar frenéticamente y beber sin morir. Que introduce a otro ser
igualmente bellos ambos juntos y también vestidos. A la moda.