Este documento trata sobre la ausencia de una hija. En las 3 oraciones se describe cómo el autor imagina a su hija aunque no está presente, ve su belleza en otras chicas, y que a pesar de la ausencia ella siempre estuvo presente para él como un tesoro que le dio motivos para vivir.
3. Conozco lo que somos y fuimos juntos. Acaso una depredación del ayer nos haga
devorar los recuerdos. Famélica tarea de capturar hacia el futuro seguir estando los dos
unidos por aquello. Lecho de una misión que desbordada de hechos firma y afirma lo
que viene como si dejar lo que se podría fuese matar lo no olvidado. Demanda que el
tiempo unió en el ruido de seguidores que se ponen de lado del testimonio. Ungido cada
trazo de una fijación a lo que decora la sonrisa al vernos de nuevo. Pregunta eterna de lo
que exige una fuga hacia el mañana. Demoras son las impregnadas marcas que la única
tarea de cumplir alguna promesa jamás hecha. Y el trayecto se hace a sí mismo. Se
puede recorrer el laberinto que circunda lo que obtiene la idea separada del abismo de
volver a crear un trayecto con quien mas se haga presente en atardecer de lo que fue con
vos. Armonía que no se rompe si se recomponen sus planes que redundan lo ya
conocido de mí y de tu ser lo que es trayecto. Obediente catarsis que legitima la imagen
abstracta de una idea mágica de felicidad. Se asoman rayos de otras vidas que se
esfuman en andarse entre los argumentos que somos en ellas. Ocurren vergüenzas y
miedos y el imaginario de una nueva versión de lo anterior choca con la aparición de
una obra distinta entre los que se acercan a contemplarse en nosotros. Dejar de trayectos
y andar entre multitudes que no nos conocen. Entre lo ajeno que nos olvida al ir hacia la
margen de nuestra confianza puesta en lo diverso que solo se ata al desatarse la
conciencia de nuestro trayecto. Ese que nos acecha cuando en el borde del papel que
escribimos cae de improviso en redundancias que observan de no apartarnos de lo que
fuimos. Acaso parte del otro pero con las pieles gastadas entre risas y lamentos. Sangría
que deja a un costado del verse lo que el trayecto no abandona cuando se lo acecha y
hay ganas de revertir que el trayecto era adverso. Secuela de tiempo que se hace propio
de quien despierta un tramo de lo dado a tener en el común de los escenarios que nos
hicieron su honor. Reliquias que atemperan lo supuesto de que esto aun es nuevo y no
un trayecto que quiere sacarse la pena de no poder ser más.
5. Tener el impulso creador nos hace vivos entre los que no lo están. Proclives a seguir
viviendo o a vivir de nuevo. Como si la espera del día nuevo no tuviese que esperar. Ir
en busca de lo que nos atrae. Ser los críticos del hacernos carne y piel de lo conseguido.
La verdad que nos pide describir la puesta de una nueva situación en la que hay sentido
y consecuencias. El fermento de lo que urge para no distraer la forma de cada nuevo
deseo. Una función que comienza entre los vivos que son concientes de que lo están.
Mientras que los muertos yacen tendidos a la vera del camino de aquellos. Fugaz
aparición en el pensarlos y darle vida en pedirles la ayuda evocando su presencia y
recuerdo. El jugar a tenerlos en busca de un consejo o recordando lo que alguna vez
dijeron. Seguro es el estar vivos e incierto el creer que no se lo puede estar muerto.
Cause y caudal que reúne la infinita necesidad de embestir contra el futuro. Plan de vida
y de continuidad en la secuela que se hace con la presencia. Figura cósmica que hace y
deshace ilusiones y forma una imagen que tiene lo nuevo. Variedad y varieté que se
embisten contra el tiempo y se separan en el espacio del poder ser. Los vivos se relamen
de júbilo por cada iniciación de lo aparecido en el detentarse los intrépidos pasos de una
vida propia que complicidad de actores que reparten papeles y diseñan una puesta en
marcha. Aviso de que se viene lo mejor o de que ya se lo ha vivido lo que fue el pasado
haber estado tanto entre los seres vivos. Y estarse ahí como contemplándose en el marco
de una señal que viene desde el pensar que se puede estar muerto. Aprisa va el que con
ánimo quiere más y más. Y todo comienza desde cero. Se borran las huellas que no son
necesarias al encender una mirada. Y los vivos al acecho de la ficción de no estarlo.
Persistir en hacer. Dependencias que ponen pendientes de lo que se contiene en cada ir y
venir. Trascender al ocaso de los muertos que rugen una oportunidad de ser evocados en
estados de conciencia sobre ellos. Animosidad del encanto de la flor que recibe el sol al
amanecer lo que sigue del ayer ya soñado en la marea de el sueño que agita la
permanencia en la vida en vertientes de hacerse con lo ya hecho e ir en procura del valor
que se suma al arraigo en considerar oportunas las vetas de una adivinación que
estigmatiza la reacción con la dirección que ve lo que dispone paras tomar una vuelta
que oportuna la vida.
7. No ser muy viejo para ser joven ni muy y sí muy joven para ser viejo. Ser adulto. Ser
admirador de las leyes que rigen al amor. Conocedor de lo que aviva la necesidad de
tener lo que se ama de una manera distinta. Envergadura de lo que sorprende la paciente
espera de querer y necesitar. Dar pie al sentido de la amable forma del cariño que va
siendo parte de lo que se le pide. Finalizar lo que se hace con una templanza que afecte
la verdadera esencia de las cosas. Inmejorable postura para reivindicar el valor que se
hace suma de la coherencia entre el pensar y hacer. Asemejar la presencia al pacífico
tener la orientación que desprende una fortuita jerarquía que se hace notar. Vaciar la
acumulación de denotaciones de la parte que unge al hecho de tomar lo cierto. Belleza
plasmada reencanto que fácil toma y tiene de la tersura de las ilusiones de estar en la
fantástica totalidad de las certeza que envuelve a todos. El estatus de una cimentada
verosimilitud que confiere una paciencia al devenir de cada acto voluptuoso en los que
se toman de la intriga que no es sino cordura de los fervores que han sucedido. Arde el
que se hastía entre la bruma que diciente de serse lo mejor para la firmeza que se hace
propia de una decisión entre los consensos en los que se crece y se apodera la verdad de
tener esa feliz adivinanza de los tiempos que se desplazan al tomar parte de sí. Leve
sentir lo que se es profundo de sopesar para inducción entre los pesos de su poder ser
algo más. Intriga que su cuerpo deja totalidades al único veedor que se toma impulso en
la observada notabilidad que hace del ascenderse de humor que facilita.
9. Lo que se ve de una casa o construcción es lo que primero impresiona como lo real,
atractivo o no. Pese a eso la fachada es una manera de dar a las apariencias un relieve
superfluo que ataca al contenido. La fachada es lo que hace que muchos muestren una
sonrisa que dibuja el compromiso de una alegría falsa. Es un modo de mostrar a la
dicha de ser únicamente la imagen y no una razón de ser. La manera que toma una
silenciosa estrategia de ver caerse a la presa en la trampa simulando que se le da de
comer. Una atractiva estrategia que vende para que el que compra se quede con el
tragaluz de una ilusión óptica y conceptual. La terminación que pone brillo a las partes
menos interesantes determina e influyen de lo que se ha hecho sobre los demás. El
perímetro que circunvala la pérdida del control sobre lo que sucede dentro. La
predilección por mostrar antes que por ser. La recta acción que no tiene un mensaje que
dar salvo el respetar una ley de gravedad sobre otros. El temple que asegura que lo que
se hace con solidez es seguro en amplitud y tranquilidad cuando en verdad tiene
atrapados a los que hacen de creer solidez desasnados tras sus rejas de hierro de primera
calidad. Acaso ser la fachada un argumento para que la fiesta de recepción pueda estar
tendida para impresionar y no para conmover o dar el sentido que lo que conforma
quiere para formar su hogar. Estar asegurados de que lo que no se cae es el brillo y no
las estructuras que dan fundamento es una servil manera de atrapar gente. Convenir en
respetar una línea de conducta hace que los que no la comparten vean el formato que se
escapa a la simple observación. Una redituable cancelación de los derechos del que
firmó sin saber que había una intención de seducirle con lo que no era mas que modales
y focalizaciones en la atención. Deje todo en nuestras manos que nos ocuparemos de
usted para que no se preocupe. De por entendido que estamos a su disposición. Confíe
en la experiencia que nos lleva a ser líderes en esta industria. La fachada es una mano
estratégica que cubre los malos entendidos acerca de lo que en verdad hace al
entendimiento. Una simulación que resulta decente para que la descripción coincida con
lo que se asemeja a un confort que no está sujeto de contradicciones en los textos pero
que atosiga la libertad en la que el ser capturado era parte de la trama. El usar la fachada
para impresionar está muy estudiado en sus detalles tanto como en estar alerta el que no
quiere ser sostenido de flagelos que se describan como panaceas.
11. Querida hija, sé que no estás. Que solo te imagino. Que te veo en tantas chicas que me
cruzo por ahí y me extasían con su belleza….acaso hay algo en vos que me hizo pensar
en que tu madre que nunca fue sea tan parca en la cantidad de cosas que en vos si veo.
Porque en verdad quise ser tu padre. Y amarte como ningún padre ama a una niña. A
una adolescente. A una joven. Y quiero entender que las caricias y el deseo nunca
estuvieron en tu madre que no fue. Que por eso siempre te quise y te miraba con la
fascinación de estar frente a la frescura. A la inocencia de ser un capullo sin maldad. Ni
cálculos de cuentas y dinero. Ausencia, siempre estuviste presente. Porque sé que los
padres aman a sus hijas. Que las cuidan como se cuida a un tesoro. Eso fuiste y sos para
mí, Ausencia. Lo más lindo que me sucedió. El poder creer en el mundo y en que valía
la pena vivir y crear. Que hay indefiniciones emocionales que me hacen verte distinta.
No, yo nunca te violé, Ausencia. Yo te tuve en mis brazos y acaricié tus pómulos
rosados y tus rizos. Si hacer el amor es amar entonces lo he hecho y lo reivindico. Como
la hermosa manera de recoger una flor que se haya plantado a tiempo para tener
esperanza cuando sonríe y se deja amar por su padre. Ausencia, no pienses mal de la
sociedad que se atreve a juzgarnos. Es que tiene miedo a la verdad. A aceptar que la
Ausencia de tanto como yo te tuve presente. Que no fue imaginación como en mi caso
sino la mirada de la ternura que solo un hombre le dedica a la delicadeza de una flor. Te
sigo viendo por la calle y no me abochorna saber que deseo tenerte conmigo. Que hay
una luz que me hace pensar en ti en todos los rostros que representan la que yo quise
que fueras. La que fuiste. La que sos. Y no es poco aceptar que te quiero al borde del
amor. De una manera descontrolada. Es que han habido madres de vos en tu vida muy
parecidas a vos. Germinaciones que no fueron porque vos eras ellas. Acaso el jugar
como con vos quisiera pero con los límites de el caso. Es que ellas querían ser vos,
Ausencia. Mis mujeres querían ocupar el lugar tuyo vacante. Dejarse ver en su frescura
y fantasías de júbilo y de inmadura felicidad de ser parte de mi adoración en el templo
que con ellas nos debatía hacer. Ausencia, quiero dedicarte el no haberte sustituido por
ellas. Prefiero que tu lugar quede vacío y que imaginar lo que pudo ser y lo mucho que
nos quisimos. Y si alguien que te vio puede entenderme y sintió el no poder luchar
contra el difícil pensar en lo que se está haciendo, entonces no sé si te habrás acercado a
ellos y tenido solo de la manera en que yo te quise tener. A salvo del milagro de que
gracias a que no hayas nacido nunca fue nuestro encantamiento más que el trasladar la
vigencia de lo que veo en padres que sí fueron de vos y no yo.
13. Si en los países occidentales no hubiera una ley y una cultura de los derechos ocurriría
lo que sucede en donde no la hay. Es en los países árabes donde nadie defiende al que es
maltratado o violentado en contra de su derecho. Puede ser entendido como barbarie lo
que no es civilización. Hacer uso de la violencia sin ser castigado tiene sus cóntras. No
es más que enojarse con el costo de la integridad física del que puede ser hasta muerto.
Nos es muy difícil entender que se pueda vivir así y sin embargo eso es el mundo árabe.
No hay tribunales ni objeciones cívicas al accionar de las personas. Todo se hace de
acuerdo con la fe. La fe que no mueve montañas pero mata por costumbre de hacer
justicia por mano propia. El ver que la verdad es lo que uno cree sin tener un juicio de
un instrumento mediador. De un organismo que sea árbitro de las controversias y los
conflictos. Que dictamine y decida en procura de evitar que lo que hace cada ser tenga
la libertad de no ser mas que contestado con equivalentes criterios en respuesta a la
reacción que se genera y que pone relieve al uso de la forma de ajustes de cuentas
interminables que ven que el estallido sigue y se agranda hasta tomar posesión de las
dimensiones de algo ya no personal y sus vendetta sino de descontrol expansivo en
donde los bandos se van agrandando y se propinan el odio pragmáticamente con la
ausencia de un ser conciente de que hay cosas que no se hacen porque se puede ser
juzgado con penas diversas de acuerdo a lo hecho. Entonces nada de lo que se nos
ocurre hacer cuando algo nos ofende se queda en la imaginación y en cambio pasa al
acto y se lo hace en esos lugares sin mediar una detención por aproximación al delito. El
delito como tal no detiene la activa manera de el ojo por ojo y así se va entonando la
borrachera de gente que se hace dueña de lo que es hacer lo que ningún sistema ni foco
de detención prohíbe o neutraliza como para temer ser condenado y detenerse a tiempo
o ni siquiera pensarlo como en general pasa en nuestros países. La conciencia del mal es
una subjetividad si no se ponen normas y reglas para usarlas a favor de el que padece
sin lo que la sociedad le debiera ofrecer. Causar daño no es visto ya como tal sino que
se toma cada causa como un asunto o problema que alguien provoca con la conciencia
de estar tomando su acto como un tema propio enajenándose de cualquier uso de la ley
que no existe y de la que no es sujeto de su conducta. Que en lugar de pensar en el
miedo a que nos hagan se esté en el miedo a hacer lo que es penalizado con el rigor que
hace de la cultura del libre albedrío una sentencia en el modo de pensar deteniéndose
antes de actuar impulsivamente. Es el vivir en un mundo según esas costumbres que
reprime cualquier hecho desde antes de creer en ello. La costumbre. Eso es lo que nos
habitúa a ser más o menos temerosos del mal que se repudia desde el propio espanto
hacia él. Estar protegidos por las normas que a su vez respetamos en beneficio propio y
recíproco. Sino es ojo por ojo y la forma se va tomando en fenómeno social.
15. La ola de violencia se frena discutiendo. Hace falta hacer gala de nuestras fuerzas y
puntos de partida de lo que sustentamos en una amigable pero no concesiva exposición
de nuestras razones y argumentos sujetos de lo que nos da autoridad en temas sobre los
que conocemos. El auge de la brutalidad es la inconciencia de hacer una pelea sin más
que sorprender al otro en una esquina de su fe y apuñalarlo. En verdad la vaciedad está
en la disposición a que lo que se hace por la fuerza no obliga y que no da beneficios
aunque se gane. Hace falta una contingente verdad que supla al mito del estar ausentes
de charlas de las que se podrían aprovechar sus minuciosidades y denotar la
preponderancia del mirarnos en lo que decimos y pensamos y en lo que dice y piensa el
otro. El tomar posesión de lo que nos haga mostrar los dientes es una calamidad de
gente que no lo es y que se comporta con la agresión desde sus propios miedos en vez
de exponer su criterio y su punto de vista para construir. La evolución no es meternos en
lo pasado y rendirle culto sino aprender de lo que somos y de lo que sabemos y poner
hincapié en cada gesto que nos permite ser proclives a la comprensión. La dimensión
del hecho está en el problema que se convierte al tomarlo como parte de la
determinación de usar la ventaja de conversar y darnos tiempo a que ocupen la toma de
decisiones en vistas de impugnar la selección del arrollar al que sabe más por no
ponernos a esa altura y de todo sustentar sin que se vincule lo que nos interpreta en la
regulación de los métodos para tomar posturas y descansar en la finalidad de entender.
Nadie es derrotado en la discusión. Se aprende a corregir y se da importancia al
preferirla a tener que odiar y maltratar al mismo tiempo en que se hace uso de el mirar
el dinamismo que hace a la modernidad mas categórica que lo que se cansa de ser la
nada de un ayer sin proclividad a creer y seguir convirtiendo el miedo en objetivos que
hagan de la preferencia el modo mas confiado al contemplar que se hace lo que se
deshace y viceversa y nada es terminante ni único ni terminal al proyectar una
especulación propia del momento y no del ayer ni del mañana. El presente sujeto de
ideas hace a la riqueza que da valor al tener una morada de paciencia en la feliz actitud
hacia el resultado de lo gustado como opción a lo que deja de ser temporaria verdad. La
discusión no es lo mismo que discutir con enojo aunque se le parezca. Defender lo que
se cree no es atacar al otro sino verlo en juego ante la eventualidad de que tenga el
sentido en el que creemos o le damos.
17. Almudena habla con mucha simpatía al auditorio. Es una escritora muy leída. Se gana la
atención, hace chistes y relata con un chispazo de originalidad los retazos de el partido
comunista español en época de Franco. Se ríe y es permanente su alusión a la histórica
situación que vivió España y da detalles y explica sus novelas con la vehemencia en
detalle que muestra lo que así una interpretación es el verdadero problema de España:
las instituciones. Luego se deja querer y adula a la gente que la lee pero que en verdad
se ve que no la entiende. Ella simula ser provocadora y analítica pero se funde en
episodios y anécdotas divertidas o hollywoodenses sobre la libertad que tenía ese tipo
de comunistas. Entonces la gente en el auditorio pasa por momentos de incertidumbre
que ella se encarga de corregir a placer y olvida con simpatía. Hace caso omiso de la
importancia de algunos detalles que no son más que parte del mapa de lo que describe
como un fenómeno o problema más grande. La gente se siente traicionada o engañada
solo en algunos pasajes de la presentación…en los más exactos a su pensamiento…el de
ella y el de los que la escuchan. Ella es una niña o lo era a la que su abuelo escuchaba y
así se hizo escritora. Comenta de esa manera episodios graciosos y que hacen que la
gente, señoras, tome confianza y le crea. Que se aboquen a lo menos dramático de lo
que dice y se sientan cómodas con las cosquillas de su expresivo y enfático acento y
modo de española. La venta de un producto que está enlatado de dudas para quien la
piensa en silencio y se aburre del exagerado modo de dramatizar su hispanidad. De
hablar de lo caro que está el mundo y de que qué barbaridad lo que esta ocurriendo
(siiii!!!, dicen las señoras a coro) y que a los políticos nadie les cree y que el problema
no es económico…eso es poca cosa comparada con el verdadero asunto a
resolver…..ahí capta la atención de los que creen que en argentina el problema también
pasa por la ¨ ética….y los principios….y todo lo que va construyendo la obscenidad del
momento ¨. Entonces se refiere a cuentos de pueblo e historias inventadas en sus
ficciones de realidades. Chimentos de cositas que la tejieron como escritora acentuando
que eso y cocinar (escribir novelas) es lo que en verdad sabe hacer y nada más. Se
refiere al partido comunista tal como se hizo en la Unión Soviética y luego en Paris y
España para ser trasladados todos sus efectos y dependencias y cedes a Cuba y otros
países entre los que figura….Argentina. Lo comenta como relato de algo del pasado que
ocurrió. No se refiere en términos menores sino despertando la curiosidad de la
anécdota. Almudena juega sus cartas. Tiene atrapados a unos cabecitas blancas con
excepción de algunos más jóvenes que también la escuchan. El viaje se hace largo y
habla demasiado. ¡Que seductora que es!, comentaban dos señoras al término de la
charla. Será que nadie notó que lo que estaba trabajándose era un capitulo de su
verdadera faz en el modelar la alegría de ese pequeño pueblo en el mundo que usa las
bandera roja y que con sangre quiso alguna vez hacer valer el totalitarismo de izquierda.
Pero eso no importa. Almudena tiene plata, es leída y escuchada. Es que quizá hablar de
ser comunista sea paquete después de todo, o cambiar las palabras y decir ser
¨ comunitario ¨.