El documento discute la relación entre la gestión del conocimiento y la calidad educativa en las instituciones educativas. Uno de los factores que más influye en la calidad educativa es la gestión efectiva del conocimiento. Las instituciones educativas deben funcionar como organizaciones que aprenden y gestionar adecuadamente el conocimiento para mejorar continuamente a través de la sistematización de la información y el aprovechamiento del capital humano.

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Postgrados en Educación – Universidad Católica de Manizales - 2017
Gestión del conocimiento y calidad educativa
Castillo Jaramillo, Stefanny; Orozco Gómez, Norma Constanza; Páez Caro, Miguel Alberto1
Gestión del conocimiento y calidad educativa
Universidad Católica de Manizales, febrero-julio, 2017
Especialización en Gerencia Educativa
Manizales, Colombia
Resumen
Una de las tareas que enfrentan las instituciones educativas en la actualidad es la de
cumplir todos sus procesos bajo los criterios de calidad establecidos por entes externos
que regulan el funcionamiento de las distintas organizaciones. Uno de los factores que
incide de manera directa en la calidad educativa es la gestión del conocimiento. De ahí
que resulte trascendental definir la relación entre ambos conceptos y caracterizar las
ventajas que genera para una organización la gestión eficiente del conocimiento.
Palabras clave: gestión del conocimiento, calidad educativa, organizaciones que
aprenden.
Abstract
One of the tasks facing educational institutions today is to fulfill all their processes under
the quality criteria established by external entities that regulate the functioning of
different organizations. One of the factors that has a direct impact on educational quality
is knowledge management. Hence it is transcendental to define the relationship between
both concepts and characterize the advantages that an organization generates the efficient
management of knowledge.
Keywords: knowledge management, educational quality, learning organizations.
Las instituciones educativas, como base para la transformación de la sociedad y la adecuada
gestión del conocimiento, deben buscar funcionar como instituciones educativas que aprenden,
enfrentando los diferentes desafíos que existen en la actualidad para las organizaciones
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Estudiantes de Especialización en Gerencia Educativa de la Universidad Católica de Manizales.

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educativas, empezando por la necesidad de hacer uso adecuado de las nuevas tecnologías y los
enfoques teóricos sobre calidad y gestión del conocimiento.
En ese sentido, las instituciones educativas tienen el gran reto de, partiendo del hecho de que
su capital es lo humano, apropiarse de las herramientas que propone el mundo actual con el
propósito de hacer de sus prácticas experiencias más significativas.
Una institución educativa que aprende debe implementar la sistematización del conocimiento
con el fin de ver la totalidad de los procesos de la organización, posibilitando así, no solo crear
un discurso revitalizante, sino, reestructurar las formas de pensar y brindar a las nuevas
generaciones de docentes bases sólidas sobre las cuales trabajar, generando así un conocimiento
más amplio y estable con cada aporte o sistematización de la información que se realice,
posibilitando la transformación y el mejoramiento continuo de las organizaciones educativas y
su comunidad en general, que es lo que se busca con la gestión del gerente educativo en las
instituciones.
Adicional a esto es de gran importancia recordar que las instituciones educativas existen con
la finalidad de formar al ser humano en sus diferentes ámbitos, buscando así entregar un ser
integral que contribuya a la transformación y mejoramiento de su entorno; para esto es vital que
docentes y directivos docente hagan una adecuada gestión del conocimiento, enamorando a sus
estudiantes de cada experiencia vivida en la institución.
Si bien, todas las gestiones son fundamentales, en las instituciones educativas, cuando se
habla que el capital intelectual es el más importante ya que como lo proponen Scarbino,
Biancardi y Blando (2007), “el capital relacional es la parte del capital intelectual que permite
crear valor a partir de las relaciones externas de la empresa” (p. 60).
Es bueno saber que el capital intelectual está ganando gran peso en las instituciones o en las
organizaciones, ya que las personas con mucha experiencia deben ser parte muy importante de
estas porque con el tiempo han adquirido habilidades y conocimientos que pueden compartir
con otras personas y la empresas han invertido en sus conocimientos; está claro que este capital
intelectual es intangible, está lleno de conocimientos los cuales le aportan mucho a las
instituciones no solo educativas si no de otro índole.

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El particular carácter del problema de un orden económico racional viene
determinado precisamente por el hecho de que el conocimiento de las
circunstancias del que tenemos que hacer uso nunca se da de una forma
concentrada o integrada, sino solamente como fragmentos dispersos de un
conocimiento incompleto y frecuentemente contradictorio que todos los
individuos poseen por separado.” (Hayek, 1945, p. 2)
Existen muchas competencias que se deben desarrollar como gerentes educativos. Ninguna
tan sugestiva y desafiante como esta de la gestión del conocimiento, ya que al habitar
precisamente en la llamada «era del conocimiento», y quien aspire a ser un verdadero gerente
educativo no puede desconocer el tiempo histórico o estar de espaldas a sus circunstancias
vitales.
De ahí que resulte fundamental reconocer que, en tanto, los gerentes educativos tienen el
reto de saber gestionar el conocimiento organizacional, dado que, de lo contrario, las
organizaciones educativas vivirán sumidas en la ignorancia. Y como afirmaba Popper (1991) “la
ignorancia puede ser la obra de poderes que conspiran para mantenernos en ella, para envenenar
nuestras mentes instilando en ellas la falsedad, y que ciegan nuestros ojos para que no podamos
ver la verdad manifiesta. Esos prejuicios y esos poderes son, pues, las fuentes de la ignorancia”
(p. 28).
Es decir, una inadecuada gestión del conocimiento privaría del privilegio de convertir las
organizaciones en organizaciones inteligentes (a saber: que sepan identificar, recoger y
organizar el conocimiento; que sean capaces de facilitar la creación de nuevo conocimiento; que
sepan innovar en la gestión del conocimiento; y que, finalmente, sepan reutilizar el
conocimiento, integrando los sistemas de información). Lo interesante de este punto, y quizá la
lección más significativa es que, al hablar de gestión del conocimiento se hace referencia al
capital humano, a los activos intangibles y, por ende, al capital intelectual más importante y al
determinante esencial del valor de las organizaciones (Alzate y Jaramillo, 2015, p. 146).
En palabras sencillas: al hablar de gestión del conocimiento, se hace referencia a las personas
(recordar que en el video 2, se habla de dos tipos de conocimiento: la información a través de la
historia (conocimiento explícito) y lo que está en la cabeza de las personas que integran la

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organización (conocimiento tácito o implícito). De ahí que la gestión del conocimiento tenga su
gran ventaja en que hace uso del capital humano para beneficiar a la organización, no solo a
corto plazo, sino con la mira puesta en lo que significa la construcción de una memoria
colectiva.
Si la tarea como gerentes educativos es, pues, la de saber utilizar el capital humano, entonces
dicha tarea debe hacerse de la manera más idónea y pertinente. Porque, como afirma Popper
(1945), “es menester mantener puras las fuentes del conocimiento, porque toda impureza puede
convertirse en una fuente de ignorancia”.
Mirando dicha proposición desde la perspectiva de la gerencia educativa, resulta claro que en
la gestión del conocimiento, tema en el que el gerente educativo debe ser especialmente
cuidadoso, se debe privilegiar el manejo correcto de la información existente, porque de ese
buen manejo depende el uso que se dará al conocimiento en el mejoramiento de la organización
como una entidad en la que todos las estrategias de gestión se desarrollan bajo una perspectiva
de inteligencia; es decir, haciendo un uso correcto del conocimiento adquirido.
Sin embargo, el reto siempre será que, como gerentes educativos, no se pueden conformar
con un mínimo esfuerzo frente a la gestión del conocimiento. Dicho error puede resultar costoso
para la organización, en tanto favorece la pérdida de la memoria organizacional y, por tanto, el
fracaso de la institución educativa. Lo anterior, porque es claro que, parafraseando de nuevo a
Popper, la ignorancia parte de reconocer que el conocimiento es finito, mientras que, y muy
por el contrario, la ignorancia y el peligro de caer en ella siempre serán infinitos.
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Referencias
Hayek, F. (1945). El uso del conocimiento en la sociedad. Chicago: University of Chicago
Press. Recuperado de http://www.reis.cis.es/REIS/PDF/REIS_080_12.pdf
Alzate, F. y Jaramillo, A. (2015). La gestión del conocimiento un desafío para las instituciones
educativas en Colombia: emergencias y tensiones desde la teoría del capital intelectual.
Rev. Gestión de la Educación, Vol. 5, N° 2, [137-150].
Popper, K. (1991). Conjeturas y refutaciones. El desarrollo del conocimiento científico.
Barcelona: Paidós.