Ute la estrategia en los emprendimientos sociales la cultura organizacional ...
Gestion gerencial
1. REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
UNIVERSIDAD FERMÍN TORO
SISTEMA DE APRENDIZAJES INTERACTIVOS A DISTANCIA
ASIGNATURA: SEMINARIO II. HERRAMIENTAS GERENCIALES EN
RRHH
Alumno:
Luis Guillermo Rey
C.I.17.946.172
2. Noviembre de 2014
INTRODUCCIÓN
La sociedad ha sido testigo de un constante crecimiento estructural desde el punto
de vista económico, político y social, todos relacionados entre sí, sin embargo, en lo
que respecta a la economía, cada sociedad a parte de contar con una legislación
diferente, tienen un modo distinto de enfocar la actividad económica de su región,
esto en vista de que cada quien cuenta con elementos y recursos distintos, pero, en
virtud del interés principal de ellos, que es la productividad, las últimas tendencias
gerenciales se enfocan a la participación entre la empresa y los trabajadores, creando
vínculos de coparticipación, de cooperación, surgen lo que en la doctrina es
considerado “principios éticos gerenciales”
El componente ético en la toma de decisiones gerenciales constituye un factor
importante para el desarrollo de sectores productivos, especialmente en lo que
respecta a las relaciones interempresariales, donde la confianza, el respeto, la
honestidad y la fidelidad en el cumplimiento de los acuerdos, son elementos
esenciales para el éxito de cualquier estrategia basada en relaciones con otras
organizaciones, en particular si se trata de estrategias cooperativas. Desarrollar un
sistema productivo es una labor a largo plazo, y necesariamente pasa por superar el
estado de supervivencia. En este sentido, la gestión empresarial esta estrictamente
relacionado con las decisiones que el gerente tome para direccionar el rumbo de la
empresa, por lo que se recomienda que estas respuestas e ideas sean bajo principios
éticos y así garantizar una eficaz gestión.
3. Gestión gerencial
La Constitución Nacional de Venezuela en su art. 112 otorga el derecho de
cualquier persona a realizar una actividad económica, de agruparse y constituirse en
persona jurídica para realizar una actividad lucrativa, es la base legal de la
constitución de empresas bajo algunas de las modalidades jurídicas de organización
(Compañía Anónima, Sociedades, Cooperativas, Firmas personales, Sociedad de
Responsabilidad Limitada aunque esta última en la actualidad está en desuso), el
Estado velara y participara fervientemente para fomentar la constante actividad
económica dentro del país, sin embargo, la ardua tarea para el funcionamiento eficaz
y eficiente de las organizaciones con fines de lucro no solo es responsabilidad del
Estado sino que dependerá directamente de la forma de proceder del empresario.
En Venezuela, así como en mucho países de Latinoamérica, el empresario se
enfoca en la productividad implementando teorías económicas que en la actualidad no
son tan eficientes, se ha demostrado por medio de estudios que la involucración de
los empleados con el personal directivo de la empresa, no con el carácter imperativo
sino con el entendimiento, la mancomunidad y solidaridad hace trabajadores más
felices y por lo tanto más eficientes. Se trata de romper los paradigmas estructurales
enfocados a la producción-ganancia empresa y abrirse a nuevas oportunidades para
los empleados, que si bien ganan un salario por su jornada laboral, la idea es
direccionarlos a la involucración por qué no, afectiva con la empresa. Avivar la
pasión por lo que hace, razón por lo que, es necesario definir hasta que punto, los
principios éticos sociales pueden ser aplicados en la gerencia de las empresas.
Hablar de innovación es hablar de insatisfacción con lo que somos y con lo que
hacemos; es obrar desde el convencimiento de que no podemos seguir transitando por
el camino que hemos elegido, o que -al menos- debemos alterar el modo en el que
transitamos dicho camino. Hablar de innovación también es resaltar la humildad para
reconocer que no todo lo que hacemos está bien hecho, o que pudiéramos hacerlo
4. mejor, humildad para aceptar que buena parte de nuestro conocimiento ha dejado de
ser útil porque ya ha perdido su significado originario, y esto nos conduce a afirmar
que hablar de innovación es hablar de ruptura con esa tradición histórica de la que
paradójicamente nos nutrimos cada día. Innovar es sinónimo de fortaleza, de
esperanza, de capacidad de cambio. Innovar es un acto de fe, pero también es
demostración de irreverencia con lo establecido y lo aceptado. Si al concepto de
innovación le añadimos el término “gestión” para hablar así de “innovación en
gestión”, nos estaremos refiriendo a lo más sublime de la naturaleza humana: la
capacidad para tomar decisiones, conectándonos emocionalmente para alterar nuestro
ritmo de vida y para modificar no sólo las formas, sino también el sentido de nuestra
existencia.
En relación a lo anterior, Lara Nelson (2012) expresa:
“En todas las vertientes de la sociedad se están produciendo procesos de
innovación relacionados principalmente con los avances de la tecnología,
pero también con el desarrollo económico, la organización social, el estilo
de vida y las relaciones con el medio ambiente. Estos procesos de
innovación van calando progresivamente en los individuos hasta el punto
que han logrado modificar sus códigos culturales, fomentando a su vez una
dinámica de cambio social que debe ser adecuadamente gestionada.
Frente a una cultura de competencia interna, individualismo y afán de
preponderar, las organizaciones comienzan a ser conscientes de que su
principal objetivo y responsabilidad consiste en la innovación dentro de la
sociedad. En este sentido, la gestión debe ser vista como un esfuerzo de
innovación en su sentido más amplio, es decir: “la innovación de las
personas para las personas” liderada por personas libres de prejuicios,
capaces de desmarcarse de los principios vigentes y pensar, desde la
misma realidad, con actitudes inconformistas y radicalmente diferentes.
Obviamente, cualquier aproximación teórica a la gestión, nos remite al
concepto de cultura y a su determinante impacto en las posibilidades de
innovación, pero en todo caso, e independientemente de la perspectiva
desde la que se aborde dicho concepto, deberá entenderse que la cultura no
es tan sólo un conjunto de reglas surgidas y mucho menos impuestas, sino
que debiera representar la lógica interna de las acciones libres de cuyo
seno emerge la vitalidad de cualquier organización, siendo precisamente
de esa vitalidad de la que depende, en buena parte, su capacidad para
5. hacerse cargo de la complejidad de su entorno, y su destreza para la
comunicación con otras instancias sociales…”
En la gerencia avanzada todos los actores organizacionales son personas
racionales, emocionales y sociales que se comunican para alcanzar acuerdos
genuinos, resulta lógico argumentar que el verdadero poder en las organizaciones lo
ostenta la persona capaz de crear y consolidar nuevas relaciones de valor sustentadas
en las conexiones emocionales, mas no aquella amparada por la autoridad que
deviene simplemente de su posición en la estructura jerárquica, y mucho menos por la
derivada de su posición económica o social.
La gestión gerencial es, precisamente, el proceso que consiste en guiar a las
divisiones de una empresa hacia los objetivos fijados para cada una de ellas, mediante
planes y programas concretos para asegurar el correcto desarrollo de las operaciones
y de las actividades (planeamiento táctico), posibilitando que sus miembros
contribuyan al logro de tales objetivos y controlando que las acciones se
correspondan con los planes diseñados para alcanzarlos.
Las gerencias adoptan decisiones sobre distribución y asignación de recursos,
control de las operaciones y diseño de acciones correctivas. Les compete también
comunicar e informar a los niveles estratégico y operativo. Las actividades
elementales de cualquier gerencia son, por lo tanto, en función de la planificación
estratégica, establecer objetivos, organizar, comunicar y motivar, medir y evaluar,
desarrollar y formar personas y retroalimentar la planificación.
Tipos de gerencia
Clásicamente se encuentran:
La Gerencia Patrimonial
6. Este tipo de gerencia es aquella que en la propiedad, los puestos principales de
formulación de principios de acción y una proporción significativa de otros cargos
superiores de la jerarquía son retenidos por miembros de una familia extensa.
La Gerencia Política
La gerencia política es menos común y al igual que la dirección patrimonial, sus
posibilidades de supervivencia son débiles en las sociedades industrializantes
modernas, ella existe cuando la propiedad, en altos cargos decisivos y los puestos
administrativos claves están asignados sobre la base de la afiliación y de las lealtades
políticas.
La Gerencia por Objetivos
La gerencia por objetivos se define como el punto final (o meta) hacia el cual la
gerencia dirige sus esfuerzos. El establecimiento de un objetivo es en efecto, la
determinación de un propósito, y cuando se aplica a una organización empresaria, se
convierte en el establecimiento de la razón de su existencia.
Objetivos de la gestión gerencial
Se pueden mencionar:
1. Posición en el mercado
2. Innovación
3. Productividad
4. Recursos físicos y financieros
5. Rentabilidad (rendimientos de beneficios)
6. Actuación y desarrollo gerencial
7. Actuación y actitud del trabajador
8. Responsabilidad social
La fijación de los objetivos, la utilización de éstos en el proceso gerencial y la
medición de la ejecución, tanto individual como de la organización en su conjunto,
7. comparada con estos objetivos se conocen como gerencia por objetivos (GPO). La
GPO implica además que los objetivos se fijan conjunta o participativamente por
superiores y subordinados y que el desempeño de los subordinados se aprecia o mide
en término del grado de cumplimiento o logro de tales objetivos. Para comprender los
fundamentos de la GPO, es necesario definir un objetivo y destacar su importancia en
forma precisa y concisa.
Para la gerencia no hay dirección para sus esfuerzos o efectiva coordinación de los
recursos, ni tampoco puede haber la necesaria dirección y efectiva coordinación hasta
que no se cuente con una meta o propósito establecido. Así, un objetivo puede ser
definido como el punto final (o meta) hacia el cual la gerencia dirige sus esfuerzos. El
establecimiento de un objetivo es, en efecto, la determinación de un propósito, y
cuando se aplica a una organización empresaria, se convierte en el establecimiento de
la razón de su existencia. Para lograr el máximo de efectividad de su fijación de
objetivos, una organización debe determinarlos antes de iniciar el proceso gerencial
de plantear, organizar, dirigir y controlar. El fijar un objetivo puede requerir intensa
investigación, pero ello no lo hace parte del proceso de planeamiento. La función de
planear se realiza conjuntamente con los tres procesos gerenciales, con el propósito
de cumplir objetivos predeterminados.
No hay un único o particular objetivo para una organización empresaria. Algunos
objetivos son primordialmente de interés para las personas y organizaciones, y no una
parte de la organización misma. Otros objetivos son de especial interés para la
organización y les concierne sólo a aquellos que son miembros o propietario de la
firma. No es, sin embargo cuestión de determinar cuáles objetivos son más
importantes, los externos o los internos a la empresa, pero sí, más bien, cómo lograr
cada conjunto de objetivos al máximo grado.
Los objetivos de una organización deben estar de acuerdo con los deseos de la
sociedad, de lo contrario a esa organización no se le permite continuar operando. Los
dos objetivos, servicios al cliente y servicios a la comunidad, con objetivos externos
8. de la empresa. Al propio tiempo que estos objetivos son cumplidos, una organización
necesita satisfacer ciertos objetivos que son de su particular interés. Estos son
objetivos internos. El primero de ellos es la cabal posición de la empresa en relación
con sus competidores; una compañía puede desear ser la más importante, la más
lucrativa, la de mayor crecimiento a la que produzca el mayor número de nuevos
productos.
En segundo lugar; hay objetivos que se relacionan con el personal de la firma. Así
como ésta puede desear atraer y mantener el tipo de empleado dotado de las mejores
cualificaciones posibles o, dependiendo de la naturaleza del negocio y los objetivos
gerenciales, puede buscar personal con cualificaciones mínimas. A su vez, grupos de
empleados pueden obtener subobjetivos propios, como el deseo de ciertos niveles de
salarios y beneficios marginales.
Un tercer grupo de objetivos esta dirigido hacia la satisfacción de los accionistas, y se
les consideran internos pues los accionistas, como tales, son parte de la empresa y no
necesariamente los clientes o representantes de la sociedad que la sanciona. Estos
objetivos usualmente definen al lucro como meta, de manera que los accionistas
puedan recibir dividendo de sus inversiones en la compañía. El lucro es también
necesario para proveer los fondos financieros que permitan el logro del primero de los
objetivos internos, la deseada posición relativa de la empresa respecto a sus
competidores.
En resumen, los objetivos de una empresa los podemos clasificar en externos e
internos. Los primeros son objetivos de servicios; las empresas comerciales deben, si
habrán de mantenerse en el mercado, proveer un producto o servicio aceptable para
los clientes y sancionados por la sociedad. Los objetivos internos definen la posición
de una firma respecto de sus competidores y señala metas específicas para distintos
empleados, individual o colectivamente en grupo. Existen también objetivos internos
dirigidos a satisfacer a los accionistas o propietarios inversionistas. El lucro, nervio
vital de una organización comercial actúa como objetivo y como motivación, pero no
es alcanzable o realizable al menos que las necesidades de los consumidores y
9. usuarios sean satisfechas adecuadamente y que sus objetivos sean sancionados por la
sociedad.
Conclusión
Muchos son los factores que inciden en la buena gestión de una empresa, entre
ellos, los objetivos (internos o externos) que se plantean para cumplir sus metas. En
una economía mundial globalizada, cada día se hace más conveniente la adaptación
de tendencias innovadoras que busquen agilizar el desarrollo operacional de las
empresas. Un hecho importante que subraya la gerencia de las organizaciones, es que
la extensión de su compromiso con sus metas y propósitos es, en gran medida, el
resultado de la claridad y manera en que los objetivos son establecidos. Sin objetivos
no hay necesidad de una organización; y cuando es posible crear una organización sin
un propósito establecido, ésta se deteriora rápidamente terminando por disolverse.
Igualmente, una organización, existente que deje de tener una meta a la cual dirigirse,
debe remodelar sus objetivos si habrá de sobrevivir. Es axiomático que sin una
organización no hay necesidad de gerentes o proceso gerencial. De ahí que los
objetivos son considerados fundamentales para el proceso gerencial.
El Estado a pesar de tener una constante participación y constitucionalmente
garantiza mecanismos para que los empresarios puedan funcionar eficientemente, es
la gestión empresarial la que determina los lineamientos que la empresa llevara y la
que organizara las metas a cumplir.