El documento compara tres sistemas registrales: el sistema de transcripción, aplicado en Francia e Italia; el sistema de inscripción, usado en Alemania y Prusia; y el sistema de inmatriculación de Australia. Explica que el sistema francés se basa en la transcripción de documentos y tiene un elemento fiscal predominante, el alemán permite registrar varias propiedades en un solo folio, y el australiano solo permite titulos de posesión ya que la tierra pertenece a la nación.